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Seis años y medio de prisión a un oficial de la Policía Local de Badajoz por entrar sin orden judicial en una vivienda durante el confinamiento y golpear y detener a sus inquilinos

Sábado.23 de noviembre de 2024 2368 visitas Sin comentarios
En la operación también actuaron otros tres agentes y causaron lesiones a los detenidos, además de sacar al hombre completamente desnudo a la calle. #TITRE

David Vigario

Seis años y medio de prisión para un oficial de la Policía de Badajoz y cinco años para los tres agentes que le acompañaron en una madrugada durante el periodo de confinamiento durante la pandemia (en concreto durante el confinamiento, el 30 de mayo de 2020) al irrumpir en el interior de una vivienda sin autorización judicial y detener a la pareja de inquilinos. La cosa no quedó ahí. El hombre fue detenido después de recibir numerosos golpes, como su novia, y fue sacado completamente desnudo a la calle para trasladarlo al hospital para ser atendido de numerosas lesiones.

Los agentes habían sido alertados por "constantes ruidos y molestias a los vecinos" y se personaron en el domicilio. A las 04.10 horas de la madrugada, el morador (se encontraba en régimen de alquiler) les abrió la puerta y se negó a entregarles el DNI a efectos de su identificación para cursarle una denuncia, alegando que se encontraba dentro de su domicilio y no en la vía pública. Seguidamente, según los hechos probados en la sentencia de la Audiencia Provincial de Badajoz, que ahora ratifica el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura, los policías le advirtieron que iban a ser doblemente sancionados, también por la negativa a identificarse ante la autoridad, requiriéndole para que cesaran los ruidos molestos y se marcharon del lugar.

Sin embargo, alrededor de una hora después, sobre las 05.23 h., regresaron al domicilio y le volvieron a pedir al hombre que se identificara, aunque éste les indicó que no lo tenía y se dispuso a cerrar la puerta, momento en que el oficial de la Policía Local irrumpió violentamente en el interior de la vivienda, "haciéndolo de modo irreflexivo y erróneamente, atendiendo a la actitud sospechosa y renuente del ocupante de la vivienda y por haber escuchado previamente gritos de una mujer pidiendo auxilio desde el interior". Al oficial le siguió el resto de agentes, aunque no tenían la autorización judicial para ello. El hombre salió corriendo hacia el pasillo interior, llegando a chocar con su novia, que estaba grabando la escena con un teléfono móvil, como también había ocurrido en la primera visita de la Policía.

Los agentes permanecieron en el interior del domicilio "contra la expresa voluntad de sus moradores", según la sentencia, produciéndose un forcejeo, y la pareja fue golpeada y zarandeada por los agentes. En auxilio salieron del interior de la vivienda un grupo de amigos que se encontraba en la vivienda, en concreto cuatro personas. Despojado de sus ropas por los agentes, el morador del piso logró introducirse en el salón y llamar a la Policía Nacional, "pidiendo auxilio, fingiendo un asalto con palos a su vivienda". En ese momento, la mujer fue detenida con la ayuda de dos nuevos agentes que habían acudido a la zona como apoyo a los compañeros que se encontraban en el interior.

El hombre "fue detenido sacándolo a rastras hasta el rellano, donde emplearon una agresividad desproporcionada para reducirlo, tratándose de una persona que padece de una grave enfermedad neurológica degenerativa, si bien no era conocida por los agentes ni mostraba signos exteriores que lo manifestaran", según recoge la sentencia.

De esta manera, fue conducido "arrodillado en el ascensor y esposado, así como completamente desnudo fuera del inmueble y en esta situación "de completa desnudez fue también trasladado e ingresado en un centro hospitalario" mientras que a la mujer los agentes decidieron enviarla a otro distinto. Finalmente, tras ser atendidos, ambos fueron presentados en calidad de detenidos en la Jefatura Superior de la Policía Nacional.

La sentencia señala que los agentes realizaron una comparecencia en la que cambiaron "de forma sustancial la realidad de lo sucedido para tratar de justificar su ilícita intervención", realizando una denuncia "mendaz por supuestos delitos de desobediencia y de atentado a los agentes de la autoridad". Además, justificaron su acceso a la vivienda sin autorización judicial por haber actuado de auxilio de alguien que entendieron que reclamaba su ayuda a voces desde el interior de la vivienda, además de señalar que habían recibido inicialmente una agresión por parte de las personas que se encontraban en el interior de la vivienda.

Múltiples lesiones

Un informe del médico-forense describió múltiples lesiones del morador de la vivienda tras la intervención policial que tardaron en curar 180 días (policontusiones, hematomas múltiples...), quedándole como secuela estrés postraumático moderado. De manera similar ocurrió con la mujer, que también recibió en su cabeza contra la pared. Un perito particular evaluó los desperfectos ocasionados por la intervención policial dentro de la vivienda en 510 euros, aunque la propietaria del piso no ha reclamado indemnización alguna por los hechos. También otra persona del grupo de amigos que se encontraba en el domicilio presentó un parte de lesiones por las actuaciones policiales.

La sentencia diferencia (y de ahí también las diferentes penas) la actuación del oficial de la Policía Local de Badajoz, que fue quien dio las órdenes, dirigió el operativo y las actuaciones realizadas, del resto de agentes que participaron en los hechos.

En la misma sentencia de la Audiencia Provincial se condenó en conformidad a estos tres agentes por dos delitos de lesiones, un delito de lesiones, un delito contra la integridad moral y un delito de falsedad en documento oficial a cinco años de prisión, a la inhabilitación de dos años para ejercer empleo y cargo público y ya han indemnizado a las víctimas con 45.000 euros.

El policía al mando ha sido condenado a la pena de seis años y medio de prisión y cuatro de inhabilitación para ejercer empleo o cargo público por tres delitos de lesiones, dos delitos leves de lesiones, un delito contra la integridad moral y un delito de falsedad en documento oficial, recurrió la sentencia, recurso que ha sido desestimado de manera íntegra por el TSJ de Extremadura. Entre los motivos de desestimación del recurso, se recoge que el condenado tuvo conocimiento desde el primer momento del contenido de la denuncia en su contra y que está acreditado que al detenido "se le trasladó de su domicilio a la calle, de la calle al coche, y del coche al hospital estando desnudo y sin que, por el agente recurrente en este acto, se adoptara ninguna medida mínimamente suficiente y eficaz para evitar esta situación".

La Sala acepta los hechos probados de la sentencia de Instancia en la que se recoge que el oficial causó lesiones a tres de los ocupantes de un piso de Badajoz al que acudieron por ruidos y que al inquilino lo sacaron a la calle desnudo y lo llevaron de ese modo al hospital y luego no reflejó en el atestado la realidad de lo que sucedió.

De forma paralela, en la sentencia se les ha absuelto de un delito de allanamiento de morada y otros dos de detención ilegal al considerar que sin bien entraron en el domicilio sin habilitación legal necesaria actuaron con la convicción de que estaban actuando de forma adecuada. La sentencia no es firme y contra la misma cabe recurso de casación ante la Sala Segunda del Tribunal Supremo.

El Mundo

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