Cicciolina, actriz porno y ex-diputada italiana: «Mis tetas nunca han hecho daño a nadie» - Tortuga
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Cicciolina, actriz porno y ex-diputada italiana: «Mis tetas nunca han hecho daño a nadie»

Viernes.20 de julio de 2007 38779 visitas - 2 comentario(s)
"Para mí, el hombre ideal es no violento" (y para nosotros también!!!) #TITRE

«Debe vivir en formol, parece que tiene veinte años», alaba Carlos Resa, director de Euskalsex, el primer Salón Erótico del País Vasco, que se celebra en Bilbao este fin de semana. Cicciolina (Budapest, 1956) es el gran reclamo de un certamen reflejo de una industria que mueve millones en la sombra y donde las estrellas han perdido la inocencia que Ilona Staller dice mantener. Ya no descubre su pecho con afán provocador. Se pasea como «estrella invitada» por ferias eróticas y sigue fiel a su mensaje naïf de paz y amor.

Cicciolina saltó del porno a la vida mediática al ser elegida diputada por el Partido Radical italiano en 1987. Durante su primera legislatura presentó proyectos de ley como la creación de un Instituto de Parques y Hoteles de Amor, la reapertura de las casas de citas y la introducción del estudio de la sexualidad en las escuelas. Ya sin inmunidad parlamentaria, le envió una carta a Sadam Hussein ofreciéndose como rehén y afrontó demandas por atentar contra el pudor. En 1991 se casó con Jeff Koons, reputado artista contemporáneo, valorado escultor y el autor de Puppy en el Guggenheim Bilbao. La cruenta batalla legal por la custodia de su hijo Ludwig todavía colea, como confirma la diva desde su domicio romano, recién llegada de un periplo por Hungría, Lisboa, Finlandia y Roma. Este viernes estará en Bilbao.

-¿Ilona o Cicciolina?

- Los dos nombres me gustan; el primero porque es el mío y el segundo porque es más famoso.

-¿Qué quiere decir Cicciolina?

- Deseo de amor. Lo inventé en la radio, el medio donde empecé a hacerme famosa.

-¿Qué viene a hacer a España?

- Soy la invitada de honor. Me subo a un escenario, charlo con el público, firmo autógrafos

-Se sabe querida.

- Sí. Acabo de venir de un pueblo a seiscientos kilómetros de Helsinki, donde se celebraba una feria erótica. Llegué agotada, pero la gente me colmó de atenciones, hombres y mujeres me abrazaban y besaban. Me siento querida allá donde voy.

-¿Hace cine?

- No. Terminé con el porno hace años. Cuando voy a un Salón Erótico soy la invitada de honor, ya no hago sexo en vivo.

-¿Cuántas películas rodó?

- Quince o dieciséis. No son muchas. Conozco actrices y actores que han hecho cien o doscientas. Yo era muy cara, pedía 250.000 euros por película.

-¿Cómo ha cambiado la industria del porno en estos años?

- No lo sé, ya no estoy en la industria. Internet le ha dado la vuelta a todo, ha cambiado la civilización y divulgado los contenidos. Millones de personas visitan millones de páginas. Pero ahora ser una estrella del porno es poco recomendable. Hay mucha competencia entre las chicas, más que entre los chicos, que se llevan mejor. Ellas buscan ganar mucho dinero, pero ganan mucho menos de lo que yo obtenía de una sola vez.

-¿Sigue pensando que era una inocente?

- Lo era. Era una muchachita cariñosa con cara de ángel que nunca pensó en ser lo que he sido. Jamás hubiera pensado que me presentaría a un casting. Aquello se terminó, está olvidado. Ahora, cuando me dirijo al público sólo le digo paz y amor, no a la guerra. Creo sinceramente que con más paz y amor el mundo sería más bello. Soy una mujer sencilla, pura de corazón, sensible. No soy una muñeca hinchable. Tengo un cerebro e hice doce proposiciones de ley en el parlamento italiano.

Espía de la KGB

-Proviene de una familia noble de Hungría.

- He escrito un libro que ha publicado en Italia la editorial Mondadori, Por amor, por fuerza. Lo ha comprado una editorial en Portugal y espero que hagan lo mismo en España. Allí cuento toda mi vida.

-Hábleme algo de su familia.

- Es una historia muy larga. Mi madre era comadrona y mi padre trabajaba en el Ministerio del Interior. Él era un donjuán que nos abandonó cuando yo tenía tres años. Pero mi madre le siguió amando. Vivimos en la pobreza. Mi bisabuela había sido duquesa, pero el comunismo nos arrebató todo. En el libro cuento cómo trabajé para los servicios secretos cuando era jovencísima, para la KGB de Hungría. También hablo de mi huida a Italia, de mi matrimonio

-¿Su madre sabía que hacía películas porno?

- No. Se enteró cuando me eligieron para el Congreso, y no le hizo muy feliz. Y menos a mi padre. ’¿Qué es una estrella del porno?’, le preguntó mi madre a mi hermana. Después me dijo: ’Respeto tu elección, te querré siempre’.

-¿Acabó desencantada de la vida política?

- Sigo con ello. Me preocupan los problemas de los adolescentes, sobre todo la violencia de género en las familias. He adoptado a distancia a una niña de trece años de Uganda. Le he mandado ropa y pasará las vacaciones conmigo en Italia. Me conmueve la situación de los adolescentes en África, un continente azotado por el sida. Las niñas no deben protagonizar pornografía. Veo a los europeos que van a Brasil a buscar prostitutas menores de edad por pocos dólares y me horrorizo. Aborrezco la pornografía infantil y pido penas severas para los pedófilos.

-Y para los corruptos.

- La corrupción es un gran problema en Italia, no sólo en el Parlamento. Todo está politizado, allá donde vayas. En los reality shows de televisión te vetan porque lo ha dicho un político, porque el nombre de Cicciolina es incómodo. Yo soy muy incómoda como personaje. Si no eres compañera de cama de un directivo de la cadena, no apareces en la televisión itaiana. Y si eres la amiguita de algún político importante haces carrera. Así están las cosas en este país.

-¿Qué tipo de hombre le gusta a un mito del sexo?

- Yo he vivido la sexualidad en todas sus formas y colores. Para mí, el hombre ideal es dulce, cariñoso, simpático, sencillo, no violento Que te dice siempre cosas bonitas. No es importante que sea muy guapo, porque a veces los hombres bellos son malvados. Es mejor que sea del montón pero de buen corazón. A estas alturas no lo he encontrado.

-Protagonizó el primer desnudo integral en TVE. Fue en la gala de fin de año de 1985.

- Me acuerdo, fue muy bonito, nada problemático. Simpático, cariñoso. Mis tetas nunca han hecho daño a nadie. Hay mucha hipocresía: muchos de los parlamentarios que querían hacer el amor conmigo después se escandalizaban en público.

-¿Ya ha hecho las paces con su ex marido, Jeff Koons?

- No. Yo tengo la custodia de nuestro hijo Ludwig, que cumple quince años en octubre. Él acaba de ganar una causa por difamación, tengo que pagarle cincuenta mil euros. Y ahora me acaba de interponer una demanda por seis millones de euros, dice que es por todo lo que ha sufrido al no disfrutar de su hijo en Estados Unidos. ¿Pero si jamás vino a visitarle! Podía haberlo hecho cuando hubiese querido.

-Koons es muy rico, sólo por sus ’Tulipanes’ el Guggenheim Bilbao le pagó 3,8 millones de euros.

- Lo sé, lo sé. Se casó con su secretaria y tiene un hijo con ella. No necesita el dinero pero lo quiere.

(Noticia aparecida en el diario "La Verdad")