De todas las situaciones surrealistas que vimos en la constitución del congreso de los diputados de Madrid, la de los dos besos que el conseller y preso político Josep Rull le dio a Inés Arrimadas nos dejó desconcertados y nos obliga a la reflexión.
Si le hubiera dado dos tortazos, todos lo hubiéramos entendido y no haría falta ninguna explicación, pero le dio dos besos.
Inés Arrimadas es una de las perrsonas que mas discursos de odio ha realizado contra los presos políticos catalanes, (...)