Tras la aparente ecuanimidad, tolerancia y voluntad de dialogo se esconden los mismos dogmas descabellados de siempre; Que el hombre ha sido un opresor y un privilegiado a lo largo de toda la historia ¡Mentira!, que la fuerza actual del feminismo proviene de la lucha de las mujeres ¡Mentira! ¡Es un movimiento impuesto a la sociedad desde arriba!, y el resto de sandeces habituales. Hala, iros con la Botín y la Leticia, que también son feministas y victimas del (...)