Zaragoza: desalojo del CSO Kike Mur

¿Quién puede desalojar un sueño?

Tras una resistencia de varias horas sobre el tejado, el Centro Social Okupado Kike Mur ha sido desalojado por la policía esta mañana. 11 personas que se encontraban en su interior en el momento del asalto policial han sido sacadas del tejado a rastras, maniatadas y de los pelos. La Policía ha dado por concluido el desalojo alrededor de las 7 de la mañana, aunque hasta pasadas las 11 h no han podido abandonarlo. La operación de los antidisturbios de la Policía Nacional, fuertemente armados, escondidos bajo sus cascos y portando escudos a pesar de la actitud noviolenta de los okupas ha sido muy criticada en el barrio por su extrema violencia. Sobre las 8.45, una salvaje carga policial contra la protesta que se realizaba en la calle se ha saldado con varias personas heridas y una detenida.

Chabier Nogueras (Redacción)

La Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza (FABZ) ha manifiestado esta misma mañana su más enérgico rechazo al desalojo y ha recordado que los jóvenes contaban con el apoyo de los distintos colectivos del barrio, como las asociaciones de vecinos de Venecia, Torrero y La Paz. La entidad vecinal denuncia la desproporcionada respuesta de la Policía a la protesta pacífica de los vecinos que se solidarizaban con los jóvenes, y exige la inmediata puesta en libertad del vecino, detenido cuando trataba de defender de la agresión policial al presidente de la Asociación de Vecinos de Venecia, Javier Grassa, que además es familiar suyo. La acción policial ha resultado con varios vecinos contusionados, entre ellos el propio Javier Grassa, y un joven herido que ha tenido que ser traladado en ambulancia y atendido por los servicios de urgencia.

Un sueño colectivo

Un importante operativo policial, que comenzaba hacia las 5.15 de la mañana en el barrio de Torrero desde Fray Julián Garcés hacia las puertas de la antigua cárcel, con el despliegue de 11 dotaciones de Policía Nacional, decenas de policías “secretas” y la Policía Local cortando coordinadamente las calles, ha desalojado esta mañana el Centro Social Okupado Kike Mur de Zaragoza. Así intentaban apagar un sueño colectivo.

El pasado mes de octubre, dos días después de ser desalojados del Centro Social Okupado La Vieja Escuela en el antiguo colegio Lestonnac, okupaban la antigua cárcel de Torrero, parcialmente derribada en 2005 tras 73 años de uso. Aquel jueves 21 de octubre de 2010 un comunicado de la Asamblea de Okupas de Zaragoza anunciaba la nueva okupación proclamando que este edificio "tanto en democracia como en dictadura, sirvió al Estado para el secuestro y la tortura" y "ahora abre sus puertas en forma de espacio liberado para todas aquellas personas que quieran participar en él". "Queremos ser un punto de encuentro en el barrio de Torrero, un referente donde la construcción de alternativas sea cosa de todas las personas participantes y enriquezcan nuestras experiencias", seguían diciendo.
Los restos de la antigua cárcel de Torrero -inaugurada en 1928-, el edificio neomudéjar por el que se entraba desde la avenida América, donde se ubicaban las dependencias de la dirección y que servía de acceso a la sección de ingresos, al panóptico y a las galerías de celdas, los "chabolos", aspiraban a convertirse en un centro cultural municipal. Sin embargo, el Ayuntamiento zaragozano detuvo el proyecto y el edificio permaneció abandonado y acumulando basura junto a la nueva y depauperada plaza de la Memoria Histórica durante los últimos cinco años, hasta que los okupas se decidieron a ofrecerle sus sueños.

Desde entonces, una cascada de actividades había logrado devolver la vida al interior de los muros de la antigua cárcel, tranformándola en un nuevo espacio, donde la confraternización, la cultura libre y la organización social hacían olvidar los días de aislamiento, tortura y exterminio. Precisamente hoy jueves 20 de enero estaba prevista la apertura de las Jornadas Anticarcelarias que, entre otras cosas, rendirían homenaje a la insumisión en el mismo epicentro de su castigo. Fue en aquel movimiento que popularizó el antimilitarismo y acabó con el servicio militar obligatorio, en el que participó quien daba nombre a la ocupa: Enrique Mur, fallecido por abandono médico y de la dirección de la cárcel cuando permanecía allí preso en 1997.

Promesas y abandono

García Madrigal, presidente de la Junta de Distrito, declaraba en octubre pasado, a propósito de la okupación de la vieja cárcel, que "los cálculos para el refuerzo de las infraestructuras están realizados", al igual que el anteproyecto, pero la situación económica no es idónea" y aseguró que se volverá a poner en marcha "cuando se tenga financiación".

Sin embargo, se acumulan los proyectos, con la candidatura a la Capitalidad Cultural para 2016 a la cabeza, y se concentran abandonados los edificios de mayor valor histórico-artístico de la ciudad. La Asociación de Vecinas y Vecinos Lanuza-Casco Histórico denuncia que está harta de que en el Casco se perpetúen los edificios vacíos. Como el cuartel de San Genís, junto a la DGA, que hace más de 10 años que vivió el acto de la primera piedra de su rehabilitación y sigue sin ninguna actuación. El antiguo instituto Luis Buñuel, en la plaza de Santo Domingo, y ahora la Escuela de Artes, en la plaza de los Sitios son también ejemplos vivos del abandono institucional.

Por su parte, el Ayuntamiento de Zaragoza contabiliza un 15% aproximado de viviendas deshabitadas de todas las censadas en la capital aragonesa. Esto suponía pasada la Expo de 2008 que 43.357 de las más de 300.000 viviendas registradas por medio del padrón están vacías. Particularmente las Delicias y el Centro son las áreas donde más casas deshabitadas se acumulan.

Tras un intenso estudio de campo, la Asociación Vecinal de La Madalena "Calle y Libertad" detectó a finales de 2009 más de medio centenar de solares y edificios abandonados sólo en la zona comprendida entre las calles de San Vicente de Paúl, Echegaray y Caballero, Monreal, Asalto, Espartero, Coso y la plaza de San Miguel. La mayoría de ellos continúan hoy acumulando basura y contaminando. Es el olor de la piqueta y de la especulación urbanística, el mismo que después del desalojo seguirá acompañando a la vieja cárcel de Torrero.

Todos los actos de las jornadas anticarcelarias (incluida la presentación y la charla de esta tarde) se mantienen a la misma hora en la AVV Venecia de la calle Granada de Torrero.

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La CNT de Zaragoza condena el desalojo del CSO Kike Mur y la violencia policial

Nota de prensa de la CNT de Zaragoza

CNT Zaragoza | Para Kaos en la Red

NOTA DE PRENSA Zaragoza 20/01/2011

La CNT de Zaragoza condena el desalojo del Centro Social Okupado Kike Mur, pide la libertad sin cargos de la persona detenida y la depuración de responsabilidades por la brutalidad policial con la que se ha llevado a cabo el desalojo.

CNT — Zaragoza quiere expresar su absoluto rechazo al desalojo del Centro Social Okupado Kike Mur en el barrio de Torrero, su condena a la violencia policial y expresa su solidaridad con los y las okupantes y las personas que han sufrido la represión y violencia policial.

Durante meses la antigua cárcel de Torrero había dejado de ser un centro de represión, tortura y negación de libertad para convertirse en una alternativa autogestionada al sistema capitalista.

Los cuerpos represivos esta mañana, aparte de desalojar a las personas que sin hacer daño a nadie daban uso a un edificio abandonado por las instituciones, han agredido brutalmente a las personas que apoyaban la okupación del CSO Kike Mur imponiendo una vez más mediante la violencia una determinada forma de entender las cosas, es decir, imponiendo mediante la violencia una ideología política: el capitalismo.

Pedimos la libertad sin cargos de la persona detenida así como la depuración de responsabilidades de quienes hayan ordenado y ejercido la represión violenta a las personas que libremente estaban expresando su apoyo a la okupación.

Las calles no son cuarteles en las cuales debamos de soportar la visión militarista de la sociedad del Delegado de Gobierno, ni los ataques violentos de bandas de antidisturbios armados hasta los dientes. Los trabajadores y trabajadoras no tenemos porque soportar la violencia estatal cuando sencillamente expresamos nuestra opinión en las calles, ni cuando estamos demostrando día a
día, como se hacía desde el CSO Kike Mur, que existen otras formas de entender la sociedad más allá del mercantilismo y una visión autoritaria de las relaciones sociales.

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