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Un niño valenciano de 9 años, el más joven defensor del software libre

Martes.22 de noviembre de 2005 2396 visitas Sin comentarios
Diario "Información", #TITRE

Un niño de 9 años asesora a la Conselleria en el diseño de software para escolares

Carlos ha propuesto mejoras en el programa Lliurex que permiten a los estudiantes diseñar su propio escritorio en el ordenador

RAFEL MONTANER

Carlos tiene 9 años y estudia cuarto de Primaria en un colegio de Valencia. A primera vista es un niño como otro, no para de reirse y de gastar bromas. Sin embargo, cuando términos de programación de software libre como Grub, PHP, MySQL, Interfaz Gráfica de Usuario y Gnome empiezan a saltar de su boca como si fueran sus futbolistas preferidos o personajes de una serie de dibujos animados te das cuenta de que dentro de, como él dice, su «cabola» bullen inquietudes impropias de un escolar de su edad.

A los 3 años convirtió el ordenador de su padre en su juguete preferido y poco a poco fue dejando de lado los juegos del PC para convertir la informática en su principal diversión. «Yo interpreto como jugar al ordenador el meterme por dentro de sus programas y trastear, investigar las aplicaciones o como yo digo mirarlo por detrás y entrar en todos los sitios a donde puedo llegar por mi mismo», dice tras explicar que a los siete descubrió el sistema operativo libre GNU/Linux y a los ocho ya había creado su primera página web.

La habilidad de Carlos con los ordenadores llegó a través de unos amigos informáticos a oídos de la directora general de Innovación Tecnológica de la Conselleria de Educación, Silvia Caballer, quien también es licenciada en Informática. Caballer no dudó en que fuera Carlos el primer escolar en probar el Lliurex, la distribución de software libre diseñada por la conselleria para introducir en la escuela las nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación basadas en programas no propietarios.

A partir de ahí el pequeño Carlos no ha parado de enviar sugerencias y recomendaciones a la propia directora general para hacer más atractivo el Lliurex. «Le entregué la distribución pensando que me iba a comentar cosas sobre los colores que habíamos escogido y lo primero que me dijo fue que debíamos hacer un programa para customizar el escritorio, me quede de piedra», comenta Caballer mientras Carlos no para de reírse.

Esta propuesta, en palabras llanas consiste en habilitar una aplicación con la que los niños puedan diseñar a su gusto los elementos del escritorio como la barra de herramientas o el puntero del ratón, y que los programadores de conselleria han plasmado en un programa que han bautizado como Lliurex Art. Esta herramienta está incluida en la nueva versión de Lliurex, la 5.9, que Educación ha empezado hace poco a repartir por los colegios e institutos.

El premio para Carlos ha sido el poder entrar en el Laboratorio de Lliurex, la sala de conselleria donde se diseña esta distribución y someter a los programadores a un interrogatorio de varias horas. «Me sentí muy a gusto con los diseñadores del Lliurex», dice. «Programo cosas sencillas y fáciles, ten en cuenta que no estudiado ninguna carrera», aclara para a continuación añadir que «si mis padres no me pusieran límites -solo le dejan trastear media hora al día después de hacer los deberes- estaría todo el día cara al ordenador y si no tuviera colegio también, pero lo primero es lo primero», dice con cara de resignación. Lo más sorprendente de Carlos es que la terrible curiosidad que le despiertan los ordenadores lo han convertido en un autodidacta, ya que en casa ni sus padres ni hermanos superan el nivel de usuario. De hecho, aprovecha sus conocimientos informáticos para gastarle bromas a su padre.

Los 10 euros de su paga mensual se los gasta enteramente en revistas de informática y como no le llega devora las que hay en una biblioteca pública cercana a su domicilio. A sus 9 años se ha convertido en un defensor del software libre, «me gusta el Lliurex porque puedo conocer los binarios [los códigos] de los programas y modificarlos a mi gusto, cosa que en Windows como no me rasque el bolsillo y le de el dinero a Bill Gates, a ver si me los dice, no puedo hacer, por lo que Linux es más económico», dice.