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Tres vidas ahogadas por un sueño

Martes.9 de febrero de 2021 254 visitas Sin comentarios
Dos jóvenes y su hijo de tres años fallecen al naufragar la patera en la que viajaban de Marruecos a Canarias. #TITRE

La pareja quería iniciar «una vida mejor» en Alicante, donde residen varios familiares desde hace años.

P. Cerrada

Las rutas marítimas migratorias se cobraron el pasado año la vida de 2.170 personas que intentaron llegar a España en pateras o cayucos para instalarse aquí o continuar viaje hacia otros países europeos. Este dato, que recoge la ong «Ca-minando Fronteras» en su informe «Monitoreo del derecho a la vida», ya es duro por sí solo al ser una elevada cifra. Pero aún lo es más cuando se pone nombre y apellidos a estas personas que se jugaron la vida pagando cantidades desmedidas a las mafias de inmigración y perecieron en las aguas del Mediterráneo y del Atlántico. Mustapha, de 26 años, su mujer, Najat, de 20, y su hijo Wasim, de solo 3 años, son tres de las nuevas víctimas que, desgraciadamente, han engrosado la lista de fallecidos en naufragios de pateras este año.

La joven pareja con su hijo, sonrientes e ilusionados con el sueño de iniciar una vida mejor. | INFORMACIÓN

La joven pareja, residente en la ciudad marroquí de Oued Zem, planeaba llegar hasta Alicante, donde residen desde hace más de una década tres hermanas de Mustapha y varios familiares. El joven se dedicaba a la venta ambulante en mercados y aunque no le iba mal decidió intentar el salto a España. Según un familiar de Mustapha que regenta un comercio en Alicante y prefiere preservar su identidad, «quería una vida mejor» y pretendía instalarse en la provincia con la ayuda de su familia, aunque también contaban con el apoyo de una hermana de Najat que reside en la Región de Murcia.

Una de las mafias de inmigración cobró a la joven pareja seis mil euros por la travesía en patera de Marruecos a Canarias. «Dos mil euros a cada uno, incluido el pequeño», afirma el familiar.

Según el relato de este allegado, la joven pareja y su hijo «recorrieron 1.800 kilómetros desde Casablanca hasta el Sahara para ir luego a Canarias». Tenían por delante una travesía de cuatro días, pero la patera en la que navegaban volcó la noche del pasado 21 de enero. El matrimonio y su hijo, que no sabían nadar, fallecieron ahogados tras el vuelco de su embarcación, igual que el resto de ocupantes de la patera. Según el familiar de Mustapha, a bordo viajaban 45 personas cuando volcó a unas dos millas de la costa, aunque en medios marroquíes hablan de más de cinco personas, sin concretar la cifra exacta. Todos perecieron ahogados. El allegado de la familia desconoce el motivo del vuelco de la patera y si había mala mar, pero alerta de que «se comenta que las propias mafias de inmigración son las que provocan muchos de estos naufragios».

La muerte del pequeño y sus jóvenes padres dejó helados a sus familiares, amigos y a toda la población de Oued Zem, donde vivían. «Ha sido un golpe muy fuerte», lamenta su familiar, asentado en un barrio de la zona norte de Alicante.

Tras el naufragio, los cadáveres de Najat y su hijo pudieron ser recuperados y ambos fueron enterrados. Sin embargo, el cuerpo de Mustapha aún no había sido recuperado a mitad de esta semana. «Su madre mira el mar todos los días a ver si sale el cuerpo», señala con tristeza el pariente del joven de 26 años desaparecido tras el naufragio.

Dos de las tres hermanas de Mustapha que viven en Alicante pudieron viajar a Marruecos tras conocer la trágica pérdida de su ser querido y el resto de familiares aguardan noticias confiados en que aparezca el cuerpo del joven.

En medios marroquíes se habló dos días después del naufragio del trágico ahogamiento de una familia en un «barco de la muerte» y la consternación en el pueblo de la pareja, Oued Zem. La noticia corrió por las redes sociales, incluida una fotografía de la familia fallecida. La pareja y su hijo aparecen sonrientes delante de las aguas donde luego perecieron ahogados y sus rostros parecían reflejar la ilusión por la nueva vida que querían empezar. Junto a ellos, un emoticono para expresar la tristeza por su pérdida y el siguiente mensaje en árabe dirigido a la joven: «Que Alá tenga misericordia de tu alma Najat. No te olvidaremos».

Un miembro de una asociación de la ciudad donde vivía la familia fallecida declaró tras la tragedia a medios de comunicación de Marruecos que los jóvenes de Oued Zem están desesperados por el paro y si encuentran trabajo el salario es muy bajo. Esta situación, agravada por la pandemia y la falta de ingresos de los compatriotas que este año no han podido regresar de vacaciones de Europa por culpa del covid-19, es la que está empujando a que los jóvenes se aventuren a jugarse la vida realizando la ruta canaria en patera.

Tres vidas ahogadas por un sueño

La estadística oficial de 2020 recoge un aumento del 74,5% de las embarcaciones que llegaron a España. El Ministerio del Interior contabilizó el pasado año la llegada de 40.106 inmigrantes por vía marítima a bordo de 2.124 pateras y cayucos, 14.003 personas y 907 embarcaciones más que el año anterior.

La ong «Ca-minando Fronteras» señala en un informe que 2020 ha sido «uno de los peores y más trágicos años en las rutas migratorias» para acceder por mar a España y la ruta canaria es, sin duda alguna, la más peligrosa. De las 2.170 personas fallecidas el pasado año, 1.784 perdieron la vida en la ruta canaria, 48 en la ruta del mar de Alborán, 23 en la argelina -que afecta a Alicante, Baleares y Murcia- y siete en el Estrecho.

Mustapha, Najat y Wasim aparecerán incluidos como cifras en la fría estadística de víctimas de los naufragios de pateras de 2021. Sus familiares, amigos y vecinos de Oued Zem les recordarán, sin embargo, por sus nombres, lamentando que su sueño, como el de cientos de personas, se truncara en las aguas del Atlántico.

Diario Información

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