Si sale con barba, San Antón

Juan Carlos Rois
Tortuga

Si en un momento dado se encuentran con dos «actividades de investigación, difusión y debate» de la Fundación Alternativas alabando el militarismo europeo y español, no se extrañen.

La citada fundación, con la rúbrica de su presidente Diego López Garrido ha firmado un convenio con el ministerio de defensa por el que se va a calzar veinte mil euros de vellón para realizar dichos encargos con cargo a la partida presupuestaria 14.01.121M2.485.03 de los presupuestos del Ministerio de Defensa correspondientes al ejercicio económico de 2021.

Osease, que se trata de dos estudios de encargo, como los cuadros que hacían los pintamonas del pasado, que si salían con barba eran San Antón (y se los endilgaban a la correspondiente orden Antoniana) y si salían sin ella, eran Santa Ana (y se lo vendían a las monjas adoratrices de la susodicha).

La Fundación Alternativas, el think tank del PSOE y del ideario progresista y reformista del socialismo español, metida a justificar la política militarista en la que coinciden de forma tan aplanadora nuestros progresistas del PSOE con sus adláteres y sus rivales del PP con sus liberales de toda la vida.

El convenio se firmó el 14 de septiembre y da cuenta del mismo el Boletín Oficial del Ministerio de Defensa del día 27 de septiembre en su sección V, página 26994 y siguientes.

Según el convenio este encargo o colaboración, llámenlo como mejor les parezca y mejor se acomode a sus opciones personales, se realiza porque ambas instituciones, Ministerio de Defensa y Fundación Alternativas, quieren facilitar «la actualización y renovación de ideas y conceptos en los campos relativos a la seguridad y la defensa», lo que viene a ser ofrecer una explicación aggiornada de lo viejuno, pero no una alternativa, que consistiría en pensar en una apuesta alternativa y diferente, pongamos por caso de lucha por la seguridad humana en vez de la defensa militar, y no en un mero remozado de las grietas del obsoleto edificio de la defensa mediante la plastilina reformista que suele no quedarse ni en chicha ni en limoná.

Si quieren que les diga la verdad, la novedad que aportará este elocuente encargo de Defensa respecto a la política de Bidem será muy probablemente que dirán lo que ya han dicho en un encuentro en la Casa de América de hace unos meses, o que repetirán lo dicho al respecto en una publicación del mes de julio de este mismo año «Tendencias en Estados Unidos que importan a Europa», en apoyo de una defensa marcadamente europea ante la creciente desconfianza de los americanos hacia su socio europeo, pero sin perder el vínculo atlántico (precisamente el mismo mensaje que viene repitiendo el PSOE y el PP desde el gobierno cuando les toca). Es decir, que encima les van a colar un material ya elaborado y por demás poco relevante y menos novedoso todavía.

¿Y que será eso de «la opinión pública sobre las fuerzas armadas: análisis cualitativo»?

Pues todo hace sospechar que una nueva publicación laudatoria para decirnos que sí, que la sociedad quiere mucho a los militares y los llevamos en nuestro corazoncito, que parece que esta buena gente padece de melancolía y sufre nuestro desinterés. Y es que, desde que el CIS publicó su última encuesta sobre las fuerzas armadas en 2017 (por cierto, ¿por qué no se hacen ya? ¿Tal vez los resultados permitían detectar un resquicio en el monolítico discurso prefabricado del entusiasmo militar español?), no reciben su dosis anual de reconocimiento «cuantitativo» y «cualitativo» por parte de la ciudadanía encuestada.

En fin, que el departamento de Margarita Robles ha encargado a la fundación que tiene en su patronato a Felipe González, Manuela Carmena, Manuel de la Rocha, Mercedes Cabrera, Emilia Casas, Fernandez Toxo, Cándido Méndez y otras destacadas referencias de la progresía socialista hacerle un par de encargos panegíricos para que, salga con barba o lampiña, puedan exhibir ciencia en las salas de banderas.

Eso sí, lo de las alternativas lo dejamos para otro día porque da la impresión que esta buena gente sigue prefiriendo mantener los mismos chuchos con distintos collares, un clásico de la ciencia política.