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¿Qué pasa si no vas a votar?

Lunes.11 de febrero de 2008 6427 visitas - 4 comentario(s)
Insurgente #TITRE


Apenas un decálogo

Por Jorge López Ave

InSurGente.- Un fantasma llamado abstención recorre España. Los profesionales del asunto electoral trabajan con los porcentajes de gente que no piensa ni por asomo darle, en esta ocasión, el voto a candidato alguno. Mientras ellos -publicistas y gente del marketing- preparan sus últimas estrategias para convencernos a un mes de las elecciones, usted podrá acceder (con un clic sobre el titular) a diez razones extraídas de la vida real, de gente que ya ha decidido participar, o no tanto.


I

Dice una vecina mía que al que no vota, le quitan la jubilación. Dice más, dice que esa información privilegiada se la ha dado una amiga suya en un Centro de Mayores al que va por la tarde a echar el ratillo, y que allí saben todos que es así. Para ilustrar el argumento me pregunta que si me he fijado que cuando se vota apuntan el DNI ahí en la mesa donde está la urna, y que luego el gobierno sabe quién votó y quién no. Ante mi extrañeza va más allá y sostiene que ella, el día que se vota va a estar a las nueve de la mañana en punto aunque llueva, que sólo cobra 340 euros de pensión y como se la quiten... .

II

Dice una periodista que trabaja como redactora en un medio local, que si no se vota luego no se tiene derecho a exigir. Que a ella le puso en sobre aviso los telefilms de EEUU cuando daban ese mismo mensaje. Y ella, me dice, pensó que es lógico, para reclamar luego hay que votar antes. Al decir esto se envalentona y va más allá, si queremos democrcacia es necesario votar, que es una suerte que tengamos dos partidos tan distintos (sic) para poder elegir. Que a ella la política, en el fondo le resbala (también sic) pero que le encanta votar, se encuentra con la conciencia tranquila cuando lo hace.


III

El trabajador que se dio de baja por artritis reumática se lo explicó con claridad a su sustituto en el Centro de Salud Mental, "Cuando llegue el dia de la votación viene el autobús y los recoge a todos. Tú le das a cada uno la papeleta del partido que te dije en el sobre cerrado y ellos ya saben cómo es. La mejor hora es al mediodía porque hay menos gente, porque al ser discapacitados algunos se ponen nerviosos e incluso hay varios que les da -no se porque manía- por golpear la urna. No te asustes si algún vocal o apoderado pone reparo a que vengan ya con el con voto preparado. Pasa siempre. Es importante que cuando terminen de votar los treinta y dos, llames a este teléfono y le digas a este señor de la tarjeta que todo ha ido bién. Es para que lo sepa, porque él es el que firma la ayuda económica para todo el año."


IV

Su padre quedó como obsesionado. Dice que él vota a Felipe y punto. Si se le explcia que Felipe González ya no se presenta, que ahora en ese partido hay otra gente, que sí que es el mismo partido, las mismas siglas, el mismo logotipo, todo igual pero sin Felipe. El hombre lo escucha con respeto, asiente, se rasca la barbilla, carraspea pensativo pero luego dice "no te olvides de traerme la papeleta de Felipe".

V

No hace falta que se le pregunta para que cuente que a él le da mucho coraje que la derecha vaya siempre a votar, unida, como un pelotón, y que la izquierda no. La bandera patria, el crucifijo y hala, todos detrás como borregos. Dice que la derecha es el opus, la guerra, los caciques, los ricos, la burguesía de siempre. En medio de la euforia una mujer, con un descafeinado de máquina recién servido en el bar de cada mañana, le pregunta sin mirarlo, quién es la izquierda. El hombre duda, dice, "coño, me cago en la puta, quién no sabe eso, o es que usted no ve el Telediario".

VI

No le convence nadie. Ni unos ni otros, ni otros ni unos, pero allí en el colegio electoral se encuentra con vecinos que de otra manera no vería nunca, y por eso va. Ahí fue donde se enteró que había un fulano de un partido de esos, que tenía una prima segunda que era candidata, y a ella le hizo ilusión porque siempre es bueno que en el parlamento haya alguien conocido, que nunca se sabe. Que la vida está muy mala e igual hace falta pedir un favor. Ella, por supuesto, le ha dicho que ha votado por su pariente y el hombre le dio las gracias y un número de teléfono por cualquier cosa. Un caballero.

VII

El hombre colocado ahí, en la primera fila del mitín, cargado de años, con bastón, barba blanca y una enternecedora camiseta donde podía leerse "No a la guera de Iraq", sólo cosechaba admiración, aplausos, guiños y palmadas en el hombro. Por eso, al final del acto, con el aviso de que entraba la conexión de TVE en directo, el líder, cargado de euforia, entusiasmo y talante, lo hace subir al estrado, mientras la música electoral ensordece el mar de aplausos de los miles de presentes puestos en pie. Todo iba a pedir de boca, los estrategas de campaña lloraban abrazados por el golpe de efecto que tendrían esas imagenes para los millones de abstencionistas que aún había diseminados por la patria, pero... en eso el hombre decide sacarse la camiseta y aparece un chaleco debajo donde se lee "No a la guerra de Afganistán". Se para la música, la tele - muy obediente- da paso a publicidad, los aplausos se transformasn en gritos de "cabrón", "facha", "rojo", "comunista", "hijoputa", "terrorista vasco" y los estrategas lloran sabedores de la catástrofe, mientras pasaban por delante de su cara cada uno de los millones de abstencionistas sonriendo, y al borde del histerismo se preguntaban de dónde carajo salió ese viejo de mierda.

VIII

Sentado en su oficina de liberado sindical, el funcionario hace y deshace cuentas sobre el futuro electoral. Sus jefes los han reunido a todos (con cena y noche de hotel incluida) y la consigna es clara, para mantener el curro tienen que ganar los nuestros. Y en eso está. A él le tocan, como siempre, hacer llegar el mensaje a los del metal, a los de servicios y a los docentes. Por eso, planifica reuniones, encuentros, cafés, cervecita con tapa y dos actos grandes en el salón del sindicato, para recordar al resto de liberados lo que tienen que hacer con su voto, bueno, con el de ellos y el de sus familias, que luego siempre hay alguno que no hace el trabajo correcto en su casa y la bronca se la lleva él.

IX

Lleva soñando tres noches seguidas con que, como cada mañana, va al Mercado y en la zona de carnicerías, en los puestos de un lado está un candidato vociferando las ofertas electorales y enfrente el otro haciendo lo mismo, ambos cual matarifes con cuchillo amenazante en mano. Siempre la misma pesadilla, a las propuestas de uno, le suceden las del otro, y así hasta que, finalmente, sale de la plaza. Sucede que el camino por el que transita es en cada sueño más estrecho, y acaba teniendo a los candidatos pegados a ambos lados de la cara, chillándole promesas para que se decida de una vez por alguno de los dos. La tranquilidad sólo le viene al despertar y agradecerle al destino ser vegetariano y que en la vida real jamás visita esa zona del mercado.

X

No enseñaron orden judicial ni chapa policial pero igual entraron en la casa sin permiso, terminando de abrir la puerta con un empujón de rodilla. Dijeron que tenían datos que en esa casa eran los cuatro residentes abstencionistas y querían saber las causas. Lejos de ser un debate pacífico sobre la nula representatividad de los mal llamados representantes, sobre un sistema que no es democrático, sobre temas que podrían ser, en dos palabras, de interés, se trató de un interrogatorio en toda regla. Los visitantes hablaban a veces en nombre del Estado y en otras, directamente, del régimen democrático, pero siempre en un tono inquisitorial. Se fueron convencidos que habían transmitido el miedo suficiente como para que al final fueramos a votar, incluso dijeron la célebre frase de "sino atenerse a las consecuencias" que sonó a tiro en la nuca en cualquier esquina nocturna, decorado de la mejor secuencia de cine negro.

  • ¿Qué pasa si no vas a votar?

    19 de febrero de 2010 12:59, por Felix

    Para poder llegar a una sociedad alternativa por la persuasion esta debera ser llevada a cabo utilizando los medios electorales que el presente sistema nos ofrece para asi poder identificar a la mayoria en las cortes de nuestros representante que tendrian la mision "no de gobernar el capitalismo" sino de remplazarlo por las alternativas de sociedad que vayan democraticamente surgiendo del pueblo y que estos representantes o delegados deberan poner en practica que, de no hacerlo, serian remplazados automaticamente por medio de mecanismos establecidos de poder popular.Por eso hay que votar, aunque no sea con intencion de gobernar el capitalismo sino de remplazarlo.ANTE UNA MAYORIA APLASTANTE EN CONTRA DE LAS PRACTICAS CAPITALISTAS Y POR UNA SOCIEDAD ALTERNATIVA DEMOCRATICA Y LIBRE,ES MUY DIFICIL PARA LA CLASE DOMINANTE ORDENAR A SUS FUERZAS DE SEGURIDAD, INCLUYENDO A SUS FUERZAS ARMADAS ,DE ATACAR AL PUEBLO PORQUE TAMBIEN ELLOS SON HIJOS O PADRES O ESPOSAS O HERMANOS DE LA POBLACION CIVIL Y QUIENES POSIBLEMENTE A MUCHOS DE ELLOS LES HAYA ALCANZADO TAMBIEN LOS EFECTOS DEL PROCESO DE CONCIENCIACION EXISTENTE EN LA SOCIEDAD;ESTO NO QUIERE DECIR QUE NO PUEDAN APARECER GRUPOS DE RECALCITRANTES DISPUESTOS A DAR EL ULTIMO COLETAZO CON EFECTOS MAS O MENOS TRAGICOS PARA ALGUNOS DE NUESTROS CIUDADANOS PERO NUNCA LLEGARIAN A ALCANZAR UN NIVEL DE CONFRONTACION QUE PUDIERAN ALTERAR EL PROCESO DE CAMBIO HISTORICO YA EN MARCHA DE LA SOCIEDAD. ESTE EN TODO CASO SERIA EL RIESGO QUE DESGRACIADAMENTE ESTARIAMOS PREPARADOS A AFRONTAR PÈRO QUE EN NINGUN CASO NOS HARIA DESISTIR DE NUESTRA MISION HISTORICA.

  • ¿Qué pasa si no vas a votar?

    20 de mayo de 2011 10:43, por zoolyto

    Gran artículo. Me ha impactado el reflejo del pensamiento de personas mayores o menos afortunadas culturalmente. Ya que su voto no es reflejo de su voluntad y deseo de cambio, si no de las presiones que ejerce la propia sociedad sobre ellos.

    • ¿Qué pasa si no vas a votar?

      20 de mayo de 2011 11:58

      "Si votar sirviera para cambiar algo, ya lo habrian prohibido."

      internete
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      PD: La frase no es mia, pero la suscribo al 101%