"¿Qué hay de nuevo, viejo?" del Grupo Surrealista de Chicago - Tortuga
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"¿Qué hay de nuevo, viejo?" del Grupo Surrealista de Chicago

Viernes.18 de abril de 2008 659 visitas Sin comentarios
Correo Tortuga - Pepitas de Calabaza #TITRE


Textos y declaraciones del Movimiento Surrealista de los Estados Unidos (1967-1999)

Edición, traducción y notas del Grupo Surrealista de Madrid

Cuando en 1966 algunos pretendieron celebrar un entierro (el fin del surrealismo con la muerte de Breton) brotó una semilla al otro lado del océano, y muestra del vigoroso árbol que creció es esta sucinta pero escogida compilación del pensamiento y la actividad del Grupo Surrealista de Chicago.

El conjunto de estos textos es representativo de una actividad revolucionaria que ha atacado sin tregua el urbanismo penitenciario, la ideología de los zoos, la Organización Mundial del Comercio, la cultura rancia y elitista, el fetichismo de la mercancía representado en el arte de Warhol y la acomodación al estado encarnada en el «viejo» y estalinista Picasso. Pero también el Grupo Surrealista de Chicago ha hecho una crítica
radical del racismo, del patriarcado... en definitiva de la autoridad. Y
siempre con la ayuda del «umor», de la experimentación, del juego y del
amor. En perpetua compañía de Bugs Bunny y sus «cómplices populares», del
blues y de los «inspirados del borde de las autopistas del pensamiento y la
imaginación creadora», los componentes del Movimiento Surrealista en los
Estados Unidos han redactado las volantinas más hilarantes, cáusticas e
incendiarias y han escrito los análisis más lúcidos de los acontecimientos,
llegando a su cenit en el análisis y la defensa de la Revuelta de Los
Ángeles de 1992.

Los textos incluidos en ¿Qué hay de nuevo, viejo? -dispuestos de modo cronológico
para tener una visión más clara de la naturaleza emocional e intelectual, poética y
política de esta particular aventura- nos acercan a una de tantas realidades
norteamericanas que constantemente son ignoradas en Europa. De alguna manera, de
estos textos se destila una de las otras historias de los EE.UU.

* * *

[...] El surrealismo no está hecho para complacer a aquellos que tienen necesidad de
una «línea» política u otra: demasiado anarquista para la mayoría de marxistas,
demasiado marxista para los anarquistas; demasiado amante de la poesía y de la
pintura para los políticos, demasiado deseoso de revolución para los escritores y
artistas; demasiado inclinado a las investigaciones teóricas para los activistas,
demasiado indisciplinado para los profesores; demasiado poéticamente riguroso para
los chantajistas espiritualistas, demasiado cercano a lo maravilloso para los
aquejados de racionalismo instrumental; demasiado freudiano para la izquierda
positivista y puritana, demasiado salvaje para los médicos usurpadores y los
conservadores del psicoanálisis [...]. El surrealismo sólo puede florecer a su
manera. Contra y alejado de los paradigmas dominantes [...].