Para parar un tren

¿Pero por qué seguís aún protestando, si ya se acabó la mili? La de veces que hemos tenido que oír las y los antimilitaristas del estado español esa frase en los últimos años.

Pues mire, porque aún hay ejércitos y hay guerras, y aún sufre y cada vez de forma más dolorosa, la gente inocente por causa del militarismo, y aún hay alianzas militares de países ricos (OTAN) que sojuzgan a los países pobres, y porque este mundo sigue siendo injusto, y porque si no protestáramos, en definitiva, no seríamos más que unos cómodos cómplices de los verdugos, ocultos felizmente en el anonimato de la mayoría, pero cómplices, y por tanto responsables a fin de cuentas.

Hace unos días un pequeño grupo de antimilitaristas noviolentos bloqueamos varias horas en una vía muerta todo un tren de la OTAN cargadito hasta los topes de mercancías mortíferas. La violencia que se desató sobre nosotr@s por parte de la policía fue una vez más desproporcionada, y se nos quiere recluir un año en prisión dada nuestra “peligrosidad”.

Detenid@s en la comisaría principal de València conversamos con algunos agentes a quienes de forma nada irónica saludamos desde aquí (lo que no quiere decir que nos parezca ética esa profesión), los cuales decían respetar nuestros principios y deseos de un mundo sin ejércitos, aunque sin embargo no dejaban de señalarnos como ilus@s, ya que “el mundo es el que es y no se puede cambiar” y “desgraciadamente siempre tendrá que haber guerras y ejércitos para defendernos”. Ideas que también hemos escuchado muchas veces y que, de forma bastante más irrespetuosa que los policías nacionales de València, nos han expresado algunos comentaristas anónimos en esta nuestra web.

Pues NO.

El mundo NO tiene porqué ser el que es.

El mundo se puede cambiar

Y se DEBE cambiar.

Las guerras pueden y DEBEN quedar en el pasado, como fuente de investigación histórica y de aprendizaje social sobre cómo NO se resuelven los conflictos.

Los ejércitos ya están durando de más.

En realidad no sirven para nada, sólo para enriquecer a unos pocos.

Lo que realmente hay que “defender” tiene poco o nada que ver con lo que nos dicen que hay que “defender”.

Las amenazas las generan “ellos”.

Y podría seguir escribiendo frases y frases tan lapidarias como obvias.

Las y los antimilitaristas en este momento de triunfo del sistema capitalista, por desgracia somos poca gente, pero como decía Gandhi, creemos firmemente que el mundo del futuro “será noviolento o no será”. Los trenes de la OTAN siguen circulando, y lo peor es que sus aviones siguen bombardeando ciudades y asesinando gente inocente. Pero sí hay alguna gente que dice NO, y que DESOBEDECE, y que NO TIENE MIEDO.

Y si hay esa gente, es que el futuro ya ha empezado.

Vamos a por él.