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Otro director de una prisión española reivindica medidas de cumplimiento de penas fuera de las cárceles

Martes.21 de octubre de 2008 538 visitas Sin comentarios
Derecho Penitenciario #TITRE

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Ramón Cánovas, Director de la cárcel de Picassent: "El régimen abierto es el futuro de las cárceles"

El nuevo responsable de la prisión valenciana apuesta por impulsar esta medida "por razones económicas y para favorecer la resocialización".

LAS PROVINCIAS (A. RALLO).- Ramón Cánovas se encuentra desde junio al frente de la prisión de Picassent, una de las más importantes de España. No es hombre de estar encerrado en el despacho. Llama la atención su saludo a todos los funcionarios con los que se cruza, camino de la cafetería del centro, donde come con LAS PROVINCIAS. "Sin ninguna novedad", le dice uno. A otro, le pregunta el módulo donde trabaja. Muestra interés por todo. "Hay que estar cerca del funcionario". La experiencia de sus 68 años le avala. Y es que su puesto "tiene fecha de caducidad". Quizá por eso aceptó un cargo que muchos miraban con temor.

* Casi cuatro meses como director. ¿Es como se lo había imaginado?

Es una prisión tan fuerte y grande como me habían dicho. Y de ahí la complejidad. Hoy tengo a mi cargo 2.441 presos. Unos 150 menos de los que habían cuando llegué. Estamos bajando la cifra de 2.600, que fue el tope al inicio del verano.

* Le ofrecen la oportunidad de dirigir la cárcel. ¿Qué supone, un reto personal o una ’patata caliente’?

Patata caliente, no. Lo recibo como un encargo muy personal de la Secretaria General, de Mercedes Gallizo. LLevo trabajando cuatro años con ella y, de sorpresa, me dijo: "Te necesito aquí". Hay dos posibilidades a mi edad: o vas donde te necesitan o te vas a tu casa.


* Pero antes ya habían tanteado a otras personas para su puesto.

Me imagino que lo ofrecieron. Hay un montón de compañeros capaces de hacerlo mejor. Pero luego están las circunstancias, como las cuestiones personales, de confianza, de que no estén en otro cargo o incluso los plazos. No creo lo que dicen los medios de que no había nadie dispuesto a venir. Incluso hay voluntarios para hacerlo. La demostración la tendremos en unos meses.

* Sus 68 años (sólo puede estar hasta los 70) ¿le animó precisamente a ocupar el cargo?

Yo tengo una caducidad marcada. Una de las cuestiones que planteas cuando te ofrecen venir es el tiempo que vas a estar. Piensas, ¿es bastante para hacer algunas cosas? Sí. ¿Es suficientemente corto para que no cree un cansancio como ha podido ocurrir en otras personas? También.

* ¿Qué era lo que más le preocupaba antes de llegar a Picassent? ¿Hacinamiento, conflictividad...?

Conflictividad, no. En Picassent es menor que en otras instituciones. Mi preocupación es llegar a los internos. Estoy pretendiendo hacer algo, ¿cómo les hago llegar el mensaje?. Esa era una preocupación. Y la otra, en paralelo, lo mismo pero con los funcionarios. Cómo ellos interpretan el mensaje de lo que haces o pretendes hacer.

* En ocasiones, se puede llegar a pensar que el problema de la cárcel es el poder o el eco de los sindicatos.

Los sindicatos tienen la función de mejorar las condiciones de vida de sus trabajadores. Yo me siento uno más. Dentro de esas mejoras, no cabe duda de que hay extremos. Pero aquí hay otra cuestión. Se trata del rol del servidor público. El funcionario de prisiones, al igual que el resto, necesita un respaldo impresionante. Nos hemos preocupado de los colectivos atendidos, pero tendríamos que transmitir la idea de que detrás de esos funcionarios está todo el Estado. ¿Lo hemos sabido hacer?

* Pero ese es un problema no de la cárcel, sino de toda la Administración.

Sí, indudablemente, lo es de esta democracia. Hemos pedido respeto a todas las normas y deberíamos haber garantizado que detrás de esa rectitud está toda la firmeza del Estado.

* La cuestión del hacinamiento. ¿Un alivio el traslado de presos a Albocàsser?

El planteamiento de la Dirección General es reducir los internos entre 400 y 500. A Albocàsser ya han ido 120 presos. La próxima semana sale otra conducción. Y así sucesivamente. Creo que la cifra con la que se puede trabajar bien son 2.000 presos. Lo que no podemos parar es el número de personas que desde la Justicia nos envían todos los días. Estamos al lado de una gran ciudad y es lógico que Picassent esté lleno. Es necesaria la otra cárcel.

* Todavía no está claro el sitio. Se habló de Siete Aguas.

Se estudió Siete Aguas, pero también otros puntos. Es un tema que no me concierne. Trabajamos con el principio de donde sería conveniente ponerla y el rechazo social que genera. Pero también está previsto el traslado del Centro de Inserción Social o un sistema para dar mayor capacidad. Y, por último, el compromiso de la creación de la unidad de madres, que nos hace una falta enorme.

* ¿Entiende el rechazo a la nueva prisión?

A lo mejor de esto culparía a los medios de comunicación. Los municipios que han sabido integrar una cárcel han mejorado para bien. Nadie delinque en las proximidades.

* ¿El nuevo CIS debería estar cerca de la ciudad, no?

Bueno, sería hablar de todo lo que se pretende hacer en régimen abierto. Pero no existe duda de que el régimen abierto es el futuro de las cárceles, de la institución penitenciaria. Y por muchas razones, desde el punto de vista económico, pero también de reeducación. El futuro está ahí. No tiene sentido un proceso de resocialización, aislándolos de la sociedad. ¿En cuántos de los presos sería más eficaz haberlos sometido a un control social, familiar o educativo y que continuarán con sus puestos de trabajo? La anilla telemática me parece un medio inmejorable y rigurosísimo. El futuro tiene que estar en una gran cantidad de gente sometida a un control social.

* Esto sobre el papel queda muy bien. ¿Pero no puede crear alarma social?

No, si se hace bien, con el control debido y unas garantías de seguimiento de profesionales, con la colaboración de las administraciones...

* Además, el coste de la atención es altísimo.

Y lo que es más preocupante es que a costes altísimos las garantías de reinserción son bajas. ¿Pero esto depende de Instituciones Penitenciarias o de la sociedad a la que devuelves el individuo?

* ¿La apuesta por el régimen abierto es porque aunque se construyan muchas más cárceles se van a llenar?

Ese es el vicio que tienen las cárceles: que si se construyen se llenan. Eso es cierto. Es más propia la reeducación en el medio social ordinario.

* Pero esta idea de la reinserción fuera de la prisión no cala. Parece que la sociedad no se lo acaba de creer.

Esa idea es válida para la sociedad hasta que se tiene la desgracia que al que le toca entrar en la cárcel es un sobrino o un amigo. Entonces, ya cambiamos de opinión. Parece que la cárcel se ha hecho para los otros, nunca para nosotros.

* ¿El hacinamiento es el problema más importante en la cárcel?

No es un problema español, sino de toda Europa. Si nos comparamos con Francia, estamos muy bien. El problema es que en los últimos años hemos crecido de forma desorbitada.

* ¿Y cuáles son los motivos?

Por las nuevas formas delictivas y formas de cumplimiento. De ahí que la reacción lógica sea la derivación hacia el aumento del régimen abierto, en formas alternativas. Y dentro de pocos años veremos una derivación hacia otros sistemas: el educativo, el tratamental, el control en la misma familia o incluso el laboral.

* Usted tiene una amplia experiencia en el ámbito penitenciario. ¿Cómo ha evolucionado la delincuencia?

Parece que las personas cuando entran en la cárcel van a cambiar, pero no, siguen igual. Por mi experiencia en la central de observación y con los internos, se han producido unos cambios muy rápidos. Se ha evolucionado hacia una mayor violencia. Antes, ésta era un instrumento para cometer delitos, pero hoy es una forma de vida. Cuánta culpa tenemos todos de esto. La agresividad está muy polarizada hacia el control del mercado de la droga y hacia la extorsión para hacer efectivo el cobro de droga.

* La violencia de los internos es un factor utilizado por los sindicatos para pedir más personal.

Aquí hay una plantilla que todos diremos que es escasa, pero es la que está aprobada. Estamos muy poco por encima de la Relación de Puestos de Trabajo. Se han vivido tiempos mejores con un grupo de prácticas y, a partir de febrero, volverán más funcionarios en prácticas.

(...).


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