Martinelli - Tortuga
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Martinelli

Domingo.3 de diciembre de 2006 1100 visitas Sin comentarios
Pere Vicente Agulló #TITRE

Ahí estáis, formáis ya parte del panorama ilicitano. No puedo obviar vuestro drama colectivo cuando paso por el final de la calle Fernanda Santamaría, el Carrús que despide al sol de la efímera tarde otoñal. Os veo allí instalados en la calle, soportando las inclemencias del tiempo y del destino. En guardia permanente. Observo el paisaje que os rodea y creo volver a otras perspectivas que ya el tiempo devoró: ahora veo fachadas de naves abandonadas que en su interior sólo habitan ya grandes armazones de hierros retorcidos como esqueletos de dinosaurio. Enormes patios desvencijados por el tiempo de soledad con muros desde donde, con las últimas lluvias, algunos verdes tallos de hierba van brotando del viejo yeso como en un intento de dar vida a esas paredes que esperan la piqueta de derribo.

Y en ese contexto de defunción industrial estáis, está la vida presente en la fachada donde tenéis colgadas vuestras antiguas prendas de trabajo con los nombres escritos (Marga, Antonio, Isabel, Jose.....), tela tendida en la calle que me sugiere una rebelde forma de airear los trapos sucios de vuestra empresa.

Estáis juntos, eso os fortalece, apiñados en la que es (o ha sido) vuestra factoría y vuestro pilar emocional colectivo. Pienso que la convivencia de toda una vida en una fábrica crea en el individuo un enorme lazo afectivo, en lo bueno y en lo malo, similar a una gran familia; relación a la que os aferráis ahora como náufragos en la balsa en esta última etapa de convivencia fusionada pero ya con un ligero sabor a despedida.

Observo vuestra desesperada lucha, vuestra presencia en los medios (es difícil ser noticia constantemente, hay que cambiar las noticias cada día y tenemos poca memoria), incluso vuestro ruego a San Crispín.

Estáis instalados sobre una mina de oro (llamada solar de suelo urbanizable) que pronto se convertirá, como otras fábricas de la zona, en cemento de riqueza para esos vuestros dirigentes de la cara dura de hormigón . Pero la vida es así, la fábrica se recicla en viviendas mucho más fácilmente que vuestras manos que tendrán que aprender otra labor en solitario y, lo peor, la economía: ese sobre que ya no va a volver a casa por Navidad.
Os preguntáis dónde está la gente de Elche que no se moviliza en vuestro apoyo? Han habido muchas otras “Martinellis” que os han precedido ¿acaso entonces vosotros cerrasteis las puertas para iros a manifestar por los demás? esa reflexión sobre la palabra “solidaridad” deberíais hacérosla. ¿Dónde están los políticos? Preguntáis también, pues algunos en sus puestos de trabajo y otros en el paro, como vosotros, o preparando oposiciones (en precampaña); intentando vivir de su profesión . Debéis saber que los políticos no tienen poder para vuestro mal , ningún alcalde o presidente tiene ya poder en esta globalizada selva laboral. De la noche a la mañana pasas del primer al cuarto mundo. En vuestro caso ya no es que del tercer mundo se vengan para acá (como dice con ironía El Roto : “ no dejes que vengan de fuera a quitarte tu puesto de mendigo”) sino al revés: que la industria ilicitana haga las maletas y se largue allí.
Se que estáis ahí , entre la niebla confusa del futuro, a la vuelta de la esquina de la injusticia y no puedo ni debo mirar para otro lado.