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Los vasco-navarros y sus apuestas

Jueves.15 de mayo de 2008 2154 visitas - 1 comentario(s)
Portentosa demostración física de un pastor de Ziga para cumplir con una apuesta “de las de antes” #TITRE


Desafío del siglo en Berroeta

Un pastor de Ziga, Felipe Saharrea, de la casa Segonea, protagonizó una apuesta con ocasión de las fiestas de Berroeta, de las que ni se recuerdan. De ’las de antes’, una auténtica machada.

El protagonista de la apuesta, con la plaza de Berroeta abarrotada, dándole al hacha para acabar la faena.
EL protagonista es Felipe Saharrea, de la casa Segonea de Ziga, edad 41 años, capaz, y además pero que muy capaz, de conseguir cumplir una marca excepcional y de convertirse en la gran sensación de estos días en Berroeta, en el cuartel histórico de Basaburua y en todo el Valle de Baztan. Sus poderes: subir a la cima del Saioa cargado con un saco de 44 kilos sobre sus hombros, bajar a Berroeta, levantar dos veces una piedra de 100 kilos y todavía dar cuatro cortes a un kanaerdiko , un tronco de haya de 54 pulgadas, y tan fresco.

Ni más ni menos esa fue la hazaña de Saharrea, un desafío únicamente comparable a los que se concertaban hace ya medio siglo y muy difícil de ver en la actualidad. La cosa surgió hace ya un año, por San Lorenzo, en fiestas de Ziga, la localidad natal del protagonista, cuando a que sí a que no , en la sobremesa de la comida popular se habla de si la apuesta es posible y Xegone, de profesión pastor, asegura que él es capaz de hacerlo.

El caso es que llegan las fiestas de Berroeta, ahora de Pentecostés, de San Martín (11 de noviembre, hasta hace un cuarto de siglo) y Rafael Arretxea, berroetarra de casa Kortarixar y propietario de un restaurante con el mismo nombre en Elizondo, le recuerda a Felipe Saharrea su compromiso. Xegone afirma que no hay problema, pero lo que faltan son contrarios y acepta intentarlo él solo.
La movida consiste en lo siguiente: Xegone llevará un saco con 44,100 kilos de peso (la apuesta era con 40 kilos, pero por si acaso los jueces ponían pegas cargó 4 más), subirá desde Ziga (a 380 metros sobre el nivel del mar) a la cima del Saioa (1.419 metros, la mayor altura del contorno), bajará a la plaza de Berroeta (a 355 metros, ya sin el saco), levantará dos veces el pedrusco de 100 kilos y cortará el kanaerdiko cuatro veces. De acuerdo pues.

LA APUESTA

Lo prometido, y más

La apuesta se celebró el domingo. Felipe Saharrea salió desde su pueblo saco al hombro, en compañía de Leoncio Goñi (de Oronoz, 66 años, padre del pelotari Mikel Goñi) y ambos ascendieron al Saioa, donde medio centenar de entusiastas esperaban para aplaudirles y animarles. Saharrea suelta la carga y p’abajo , a Berroeta. La Herriko Plaza abarrotada (por lo menos, medio millar de personas, cuatro veces la población de Berroeta) y ovación de gala al llegar, pero Xegone no ha finalizado la prueba todavía, aún falta más.
Debe levantar dos veces la piedra de 100 kilos, y va Xegone y la levanta tres (los jueces dieron nula una alzada) con el polifacético herrikirolari arraioztarra Patxi Larretxea de enseñador, agarra el aizkora y se sube al tronco. Hachazo va, hachazo viene, los cuatro cortes y ¡ahí queda eso! En total, 6 horas y 22 segundos, fenomenal, la gente entusiasmada y volcada con el de Ziga, que se sienta en el tronco y agradece los aplausos. Genial, superior.

Para la historia del ’herri kirola’

Más historia, o más leyenda, para el herri kirola , y más herrikoia y más popular, imposible. La faena que firmó Felipe Saharrea en Berroeta es de las de traca, de las de verse y no creerse. Cargar 44 kilos y subir al Saioa (más de mil metros de desnivel desde Ziga, 16 kilómetros de ascensión y descenso), bajar, levantar un pedrusco y cortar de postre cuatro veces un kanaerdiko , en muy poco más de seis horas, no es cosa de rutina, de todos los días. Pues Xegone (por el nombre de su casa, como se conoce a la gente en el país) lo hizo. Y como si nada, como si la cosa no fuera con él. La expectación fue como se merecía, y la Herriko Plaza de Berroeta estaba a rebosar de gente y de entusiasmo. Como afirma Rafael Arretxea, el promotor de la apuesta, la gente "disfruta más con una de estas pruebas protagonizada por un vecino que si lo hiciera un campeón", aunque hay que reconocer que lo que hizo el de Ziga tiene mucho mérito, y luchando contra sí mismo. Y aún más, si se sabe, como se sabe, que la semana anterior Felipe Saharrea se probó y lo logró... ¡en una hora menos!

L.M.S.