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Los bancos occidentales roban sus fondos a los países rebeldes

Sábado.2 de febrero de 2019 98 visitas Sin comentarios
Canarias Semanal. #TITRE

Irán, Siria, Nicaragua, Cuba, Libia o Venezuela han sufrido este saqueo impunemente

Por CARLOS RAFAEL RODRÍGUEZ PARA CANARIAS SEMANAL

Carlos Rafael Rodríguez, para Canarias Semanal

El robo de activos por parte de las potencias occidentales a otros países forma parte de la rapiña imperialista de la época actual. La historia ofrece múltiples ejemplos en los que Estados Unidos y otros países europeos, directamente o a través de sus bancos, congelaron o robaron directamente la riqueza soberana de otras naciones.

La web rusa Sputnik News ha hecho un recuento de los casos más recientes de esta práctica , en la que las víctimas de esta congelación o confiscación de activos son países que, de una u otra manera, se muestran rebeldes que se encuentran en la mira de los intereses financieros de EEUU y Europa.

La nota comienza con la referencia de un informe de 1992, en el que se dan las órdenes de congelamiento de activos extraterritoriales por parte de EEUU y se menciona por su nombre más de una docena de casos de “congelamiento o confiscación” de activos de países como Irak, Panamá, Libia, Irán, Vietnam del Sur, Cuba, Nicaragua y varios estados más.

Uno de los casos estudiados es el de Irán, con unos activos que llevan congelados 40 años, desde la Revolución de 1979, cuando Washington cortó las relaciones diplomáticas con el país persa y prohibió las importaciones de petróleo iraníes y congeló unos 11.000 millones de dólares en activos — unos 35.350 millones de dólares en la actualidad, teniendo en cuenta la inflación.

A día de hoy, el destino de una gran parte de los 100.000 millones de dólares de la riqueza usurpada es desconocido. Sin embargo, en 2018 un tribunal de Nueva York ordenó que los activos iraníes congelados se utilizaran para indemnizar a las víctimas del 11S, sin que existiera ni el más mínimo indicio de que Irán estuviera involucrado en los ataques terroristas contra New York.

Como es habitual, los medios de comunicación estadounidenses no informaron regularmente sobre el caso de los 10.000 y 15.000 millones en efectivo, la mayoría tomados de activos estatales iraquíes, que teóricamente fueron enviados a Irak en 2004 para la reconstrucción, pero acabaron en un paradero desconocido.

El segundo caso que desarrolla el estudio es el de Irak en 2003, tras la invasión estadounidense. Por entonces desaparecieron miles de millones de dólares de las reservas de ese país. Unas cifras que, según una auditoría del Pentágono de 2010, no se podía justificar en términos de pérdida de dinero de petróleo y gas destinado a la reconstrucción.

Por último, se explica el caso de Libia. Quizá el más escandaloso de los tres. Como se recuerda en el artículo, tras la intervención de la OTAN en el país norafricano, más de 13.500 millones de dólares fueron congelados en un banco belga de donde posteriormente “se desvanecieron”, según informó la revista belga Le Vif.

Otro tanto sucedió con los más de 1.000 millones de euros del Gobierno libio que fueron confiscados en Italia a petición de la Corte Penal Internacional.

En esa tónica, la Administración Obama congeló una cifra récord de divisas libias en bancos estadounidenses, por un valor de 30.000 millones de dólares.

No obstante, todavía hoy, se estima que el 70% de los 67.000 millones de dólares de la Autoridad de Inversiones de Libia en activos en el extranjero permanecen congelados por la ONU. Lo mismo sucede con 12.500 millones de dólares estadounidenses de la riqueza de Libia que todavía se mantienen en los bancos británicos.

Como indicábamos al inicio de estas líneas, el robo de activos perteneciente a países no alineados con Estados Unidos forma parte de la rapiña imperialista de la época actual.

Por ello no son casuales las similitudes entre lo que hoy ocurre con Venezuela, a la que el Banco de Inglaterra le niega la devolución de 1.200 millones de dólares de sus reservas de oro, y el robo que se cometió con las riquezas de Libia en 2012, antes de atacarla militarmente.

Esta práctica imperialista tuvo otro antecedente más lejano, en el régimen del Tercer Reich nazi, que se apropió de las reservas de oro de los países europeos ocupados.

Al expolio del Régimen nazi contribuyó también el Banco de Inglaterra, permitiéndole, en dos ocasiones, vender oro requisado en Checoslovaquia y en Austria.

Fuente: http://canarias-semanal.org/art/244...

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