La justificación moral y religiosa de la política de EEUU - Tortuga
Administración Enlaces Contacto Sobre Tortuga

La justificación moral y religiosa de la política de EEUU

Lunes.19 de febrero de 2007 2653 visitas Sin comentarios
Extractos de discursos de los telepredicadores Pat Robertson y Jerry Falwell y del propio Bush #TITRE

No puede comprenderse el sentido de la política militarista y mesiánica que Estados Unidos -con independencia del partido que esté en el turno del poder- desarrolla a nivel planetario, sin tener en cuenta que muchos de sus ciudadanos y casi todos sus gobernantes sienten el país como un nuevo Israel, el pueblo elegido por Dios para establecer el bien y la virtud en todo el mundo. Una ética profundamente moralista y fundamentalista que considera que la riqueza es bendición de Dios y la pobreza fruto de culpas y pecados determina y justifica su política internacional. Hemos rescatado unos párrafos del ensayo de Jaume Botey Vallès “El Dios de Bush”, publicado por Cristianisme i Justícia que bucea precisamente en esta raíz religiosa y moral, nota de Tortuga.


La imperiosa búsqueda del enemigo único

El planteamiento es simple, la lucha entre buenos ymalos, blanco y negro. La encarnación del Bien contra la encarnación del Mal. Probablemente esta simplicidad tan maniquea, tan de película “de indios” es su fuerza: se trata de polarizar las fuerzas sociales en un solo enemigo ya que para los caracteres débiles o demasiado informados saber que hay muchos enemigos puede inducir a dudas sobre la propia causa, y así, en cambio, todos los adversario de los diferentes campos aparecen formando parte de una única categoría. Para Hitler, la personificación del Mal fue el sionismo. Para Reagan, el comunismo. El mérito del equipo de Bush en un momento en el que después de la Guerra Fría no hay ningún enemigo visible que pueda hacer frente a EUA es haber encontrado este enemigo en un elemento difuso, el terrorismo, que permite actual, bajo esta excusa, en cualquier lugar del mundo en el nombre de Dios. Este fue el regalo que recibió la administración Bush el 11 de septiembre de 2001.

(...)

El discurso moralista y mesiánico de los telepredicadores

En EUA, la ultraderecha recupera el mito fundacional de Nación Elegida y el mesianismo para renacer en política y religión. En política, para justificar el unilateralismo en las relaciones internacionales y el militarismo como estrategia; y en religión, con el objetivo de recuperar la primacía pública de su cultura y eliminar los obstáculos que los años de separación constitucional Iglesia-Estado han introducido. Como afirmaba hace poco Vidal-Beneyto (“Integrismo político en EEUU”, El País, 5 de junio 2004), es la reacción ante la ausencia de valores del laicismo o ante los valores introducidos subrepticiamente por otras culturas y que pueden poner en peligro no sólo la identidad religiosa sino la identidad política, están inseparablemente unidas alimentándose mutuamente, (véase también Amin Maalouf, Identidades Asesinas, Alianza Editorial, 1999). El programa es muy sencillo: retorno de la religión a la escuela, protección de la familia, lucha encarnizada contra el divorcio, el aborto y la homosexualidad, demonización de las feministas, de la New Age y de todo movimiento progresista como un castigo de Dios.

Permítaseme citar algunos textos, limitándome a los dos predicadores citados anteriormente:

-  “Las guerras de exterminio han perturbado a mucha gente porque no saben lo que está pasando. La gente de la tierra de Palestina era muy malvada. Se habían abandonado a la idolatría; sacrificaban a sus hijos; tenían todo tipo de prácticas sexuales abominables; estaban teniendo relaciones, aparentemente, con animales; estaban teniendo sexo hombres con hombres y mujeres con mujeres; estaban cometiendo adulterio, fornicación; adoraban ídolos, dándoles a sus hijos como ofrenda; y estaban abandonando a Dios. Dios les dijo a los israelitas que los mataran a todos, a los hombres, mujeres y niños, para destruirlos. Y eso parece algo terrible de hacer. ¿Lo es? ¿O no? Bueno, asumamos que hubiera dos mil de ellos, o diez mil, viviendo en esa tierra, o cualquier otra cantidad. No tengo el número exacto. Tomemos un número. Dios dijo: “Mátenlos a todos”. Bueno, eso parecería duro, ¿no? Serían diez mil personas que probablemente irían al infierno. Pero, si se quedaran allí y se reprodujeran, en treinta o cuarenta o cincuenta o sesenta o cien años más, podrían concebiblemente ser... diez mil que se irían a cien mil... cien mil a un millón. ¡Y luego habría un millón de personas que tendrían que pasar la eternidad en el infierno! Y es mucho más misericordioso quitar a unos pocos que ver en el futuro, cien años más tarde, y decir, “Bien, tengo que borrar a un millón de personas que estarían separadas de Dios por siempre”, porque la abominación estaba allí como una enfermedad contagiosa. Dios vio que no había cura para ella. No iban a cambiar; sus corazones no iban a cambiar; y lo único que harían sería causar problemas a los israelitas de Dios, y evitar que la verdad de Dios alcanzara la Tierra. Así que Dios, en su amor, quitó a un pequeño número, para no tener que quitar un gran número más tarde”
Pat Robertson, El Club 700, 6 de mayo de 1985.

- “Nunca habrá paz en el mundo hasta que la casa de Dios y el pueblo de Dios reciban su recto lugar de liderazgo en la cima del mundo. ¿Cómo puede haber paz cuando borrachos, traficantes de drogas, comunistas, ateos, adoradores de Satán de la Nueva Era, humanistas seculares, dictadores opresivos, cambiadores de moneda ambiciosos, asesinos revolucionarios, adúlteros y homosexuales están en la cima?”
Pat Robertson, The New World Order, 1991.

- “La agenda feminista no se trata de iguales derechos para las mujeres. Se trata de un movimiento socialista y anti-familia que alienta a las mujeres a dejar a sus esposos, matar a sus niños, practicar la brujería, destruir el capitalismo y hacerse lesbianas”
Carta de la campaña de recaudación de fondos de Pat Robertson, ex-candidato presidencial norteamericano, presidente de la Coalición Cristiana, en The Washington Post, 23 de agosto de 1993.

- “El SIDA es la ira de un Dios justo contra los homosexuales. No sólo es el castigo de Dios a los homosexuales; es el castigo de Dios a una sociedad que tolera a los homosexuales. Oponérsele sería como si un israelita saltase en el Mar Rojo para salvar a uno de los soldados del faraón."
Jerry Falwell, 1993.

La predicación del oficio religioso en honor a los caídos el 11 de septiembre fue encargada al reverendo Billy Grahan, que hizo un llamamiento al arrepentimiento de EUA. Dijo que si EUA quería volver a vivir bajo la protección del Dios de Israel, tenía que arrepentirse de sus pecados y seguir defendiendo el derecho del Estado de Israel a existir:

-  “Hemos pecado contra el Dios Todopoderoso en los estratos más altos de nuestro gobierno, te hemos escupido en tu propia cara. La Suprema Corte te ha insultado una y otra vez. Señor, han expulsado tu Palabra de las escuelas. En las escuelas del Estado han prohibido que los niños puedan levantar una plegaria antes de hacer un examen. Han expulsado todo lo que tiene que ver contigo de la mejor forma que han podido y varias organizaciones han venido a las cortes a solicitar que se prohíba el conocimiento de Dios en la arena pública de Estados Unidos. ¡Perdónanos!”

En aquella ceremonia religiosa del 13 de septiembre de 2001, en el momento de máxima emoción den EUA y en el mundo entero, Jerry Falwell pronunció las siguientes palabras:

-  "Yo creo que los paganos, los abortistas, los feministas, los homosexuales y lesbianas, quienes están activamente tratando de hacer sus prácticas un estilo de vida alternativo, además de la gente de la Unión de Libertades Civiles de América (ACLU), la gente de People For the American Way, y todos aquellos que han tratado de secularizar a Estados Unidos, yo los señalo a la cara y les digo que ellos han ayudado a que todo esto (lo atentados del 11 de septiembre) suceda. (...) Habiendo expulsado a Dios del tapete público y habiendo expulsado a Dios de nuestras escuelas públicas, los abortistas tienen que cargar con una parte de la carga, porque Dios no será burlado. Yo creo, como teólogo que soy, basado en muchísimas Escrituras, que la ACLU y otras organizaciones han intentado secularizar a Estados Unidos y han alterado la relación de esta nación con Cristo en quien hemos sido fundados. Yo creo que ellos han creado un ambiente en el cual Dios ha permitido que el velo de Su protección sea levantado”.

(...)

Dios está con nosotros, y las fuerzas del mal recibirán su castigo

- “Ha sido una desgracia nacional. Ha sido un acto de guerra. La libertad y la democracia han sido atacadas. (...) El terrorismo contra nuestro país no quedará impune. Aquellos que han cometido estas acciones y aquellos que las protegen pagarán un precio muy alto por lo que han hecho. (...) La guerra que nos espera es una lucha monumental entre el bien y el mal- (...) Será larga y sucia. (...) Aquellos que nos han atacado han elegido su propia destrucción. (...) O se está con nosotros o con el terrorismo. (...) Dios está con nosotros. (...) Dio bendiga América.”
El mismo Bush, después de los atentados del 11 de septiembre de 2001.

- “Aquel que no está con nosotros está contra nosotros”; “sabemos que Dios no es neutral”; “Estamos al inicio de una intervención militar que será larga. La intervención en Afganistán tan solo es el principio de la guerra contra el terror. Durante muchos años y en todo el planeta tendremos que combatir a los malvados. Es nuestra misión y estamos seguros que ganaremos”.
Bush ante los militares destinados en Afganistán, el 21 de noviembre de 2001.