La familia del nigeriano deportado pide responsabilidad penal por su muerte

La autopsia reveló que la muerte fue violenta, pero la jueza no quiere que los policías declaren como acusados

Una treintena de personas, entre ellas representantes de la comunidad nigeriana y familiares, se concentraron ayer domingo frente a la sede del Ministerio de Interior para exigir la depuración de responsabilidades penales por la muerte del joven nigeriano fallecido el pasado 9 de junio en pleno vuelo cuando era deportado a su país en un avión que se vio obligado a aterrizar en el aeropuerto de El Altet tras el suceso. Los resultados de la autopsia practicada al fallecido, Osamudia Akpitaye, revelaron que murió por asfixia.

Convocados por SOS Racismo y el Centro de Defensa y Estudio de los Derechos Humanos (CEDEHU), los manifestantes pidieron el esclarecimiento de los hechos, la depuración de responsabilidades penales y políticas así como el respeto a los derechos humanos en las políticas migratorias y las deportaciones. De esta forma, durante la concentración se escucharon gritos como «castigo a los culpables» o «no a las expulsiones».

Según manifestó uno de los hermanos de Osamudia Akpitaye, «ni el Gobierno español ni la Policía se han puesto en comunicación con la familia», a pesar de que su cuerpo sin vida permanece en Alicante, donde se le hizo la autopsia. Además, descartó que vayan a enterrar al fallecido en España porque, según indicó, «aquí no lo querían y le han matado», al tiempo que pidió justicia para los responsables.

Por su parte, el representante de la comunidad nigeriana en España, Joe Ilo, señaló que «alguien debe de ser juzgado por los hechos», ya que, a su juicio, «amordazar a los deportados va en contra de las normas internacionales, de las recomendaciones europeas y de las normas españolas».

Ilo afirmó que el joven fallecido «era un ser humano que merecía otro trato, a pesar de que opusiera resistencia a ser deportado» y apuntó que «la comunidad nigeriana en España está muy indignada por lo sucedido». Finalmente, el representante de los compatriotas del fallecido aseguró que «no estamos en contra de la deportación», aunque denunció que «el trato que reciben es peor que el de un animal».

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