“La fábrica es nuestra, ahora somos los dueños de nuestra vida" - Tortuga
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“La fábrica es nuestra, ahora somos los dueños de nuestra vida"

Martes.25 de septiembre de 2007 1104 visitas Sin comentarios
Entrevista a un representante de una empresa “recuperada” de Buenos Aires #TITRE

Tomado de La Haine

x Mónica Bergós

La imprenta Chilavert es una de las 180 fábricas ‘recuperadas’ tras la crisis de 2001. Un movimiento que se extendió a muchas empresas, con diferentes resultados.

DIAGONAL habla con uno de sus representantes.

“Yo me llamo Ernesto, como el ‘Che’, ¿Me parezco, verdad?”, son las risueñas palabras de presentación del joven porteño, que vienen seguidas de una sonora carcajada. La entrevista se desarrolla en una concurrida terraza del Institute of Education (Universidad de Londres), donde hace escasos minutos ha hablado en una conferencia. Ernesto derrocha vitalidad y optimismo. Explica con orgullo, y con una eterna sonrisa pícara, las hazañas que ha protagonizado desde que su vida cambió el día en que él y sus compañeros de trabajo decidieron ocupar la fábrica donde trabajaban, una pequeña imprenta de Buenos Aires, para salvar sus puestos de empleo. Esa actitud de orgullo no es para menos.
Hoy la imprenta Chilavert se encuentra en la vanguardia del cambio social, y es conocida internacionalmente por el novedoso y exitoso trabajo de autogestión de sus trabajadores. Es una de las 180 fábricas recuperadas por los trabajadores en Argentina tras la crisis de 2001.

DIAGONAL: Teóricos sociales de medio mundo se acercan a las fábricas recuperadas, deseosos de aprender de las experiencias de trabajadores que están creando un nuevo tipo de relaciones sociales dentro de la empresa. ¿Se sienten realmente representantes de un nuevo modelo de organización social?

ERNESTO GONZÁLEZ: Claro que sí, eso se siente, aunque por supuesto a una escala pequeña. Un ejemplo de ello: antes, cuando se acababa la jornada laboral, marcábamos la tarjeta y estábamos deseando salir de allí. Ahora, cuando apagamos las máquinas nos quedamos a charlar, a tomar unas cervezas, aunque no haya nada que hacer. La fábrica es nuestro lugar de encuentro, ya no nos sentimos incómodos. Antes tu vida empezaba cuando te ibas de la fábrica, tu vida tenía dueño, pertenecía al patrón, ahora los dueños de nuestra vida somos nosotros.

D.: ¿Y a nivel personal, cómo le ha cambiado la vida?

E. G.: A todos nos ha cambiado. La necesidad de aprender a tomar decisiones por nosotros mismos, pues la imprenta se rige por asambleas, ha descubierto capacidades creativas, que antes estaban tapadas. Esto ha demostrado que no existen características genéticas, no es que haya ricos que nazcan para comandar y pobres que nazcan para obedecer. Todos tenemos la misma creatividad. Incluso, como colectivo tenemos una creatividad colectiva, mucho más fuerte que la individual.

D.: La imprenta Chilavert es uno de los casos más emblemáticos del movimiento de las fábricas recuperadas, por su fuerte implicación en proyectos comunitarios. Háblenos de este aspecto.

E. G.: Los vecinos nos ayudaron mucho a resistir con la ocupación, que iniciamos en abril de 2002. El 24 de mayo de ese año tuvimos un intento de desalojo, que fue abortado gracias al apoyo de la comunidad. Ahora tenemos un centro cultural donde organizamos exposiciones fotográficas, debates, talleres de teatro, clases de baile... Estas actividades son, de alguna manera, nuestra forma de devolverle a la comunidad todo lo que hicieron por nosotros.

D.: La imprenta este año ha dado un paso adelante, convirtiéndose también en casa editora.

E. G.: Hemos editado un primer libro de fotografías, No Pasar, de Andrés Lofiego, basado en la historia del movimiento. Esto ha sido posible, en buena medida, gracias al apoyo internacional, pues hemos contado con la ayuda económica de asociaciones populares con sede en países europeos.

D.: El pasado junio una figura de centroderecha, Mauricio Macri, ganó las elecciones del Gobierno de Buenos Aires, tan sólo seis años después de la fuerte crisis económica de 2001. ¿Cómo interpreta esta victoria? ¿Puede tener una repercusión negativa en el movimiento?

E. G.: Macri no lo dice abiertamente, que va a volver a las políticas neoliberales del menemismo, si lo dijeran abiertamente, la gente no lo votaría. En la ciudad de Buenos Aires existe cierta desilusión con Kirchner, pues no ha mejorado sustancialmente las condiciones de vida de los ciudadanos. Y han votado a Macri para probar algo diferente. Pero está claro que es un político de derechas, que en cuanto pueda, encontrará la manera de atacarnos.

Publicado en Diagonal nº 60