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Israel y las armas químicas

Domingo.30 de julio de 2006 1307 visitas Sin comentarios
Hernán Zin #TITRE

Sacado del blog Viaje al Centro de la Guerra

Khader Al Magary tiene 28 años y es sordo. Por eso, cuando el avión no tripulado israelí sobrevoló el campo de refugiados de Al Maghazi lanzando varios misiles, tardó en reaccionar a diferencia de sus vecinos que rápidamente se parapetaron entre las casas, en las cunetas.

Me pongo una bata blanca, cargo una nueva tarjeta de memoria en la cámara y entro a la sala de cuidados intensivos del hospital Al Shifa.

Uno de los enfermeros me advierte: "Hay que tener estómago para ver esto. ¿Lo tienes?". Me encojo de hombros. Abre las cortinas de uno de los compartimentos y descubro a Khader Al Magary inconsciente, tendido en una camilla, mientras dos médicos luchan por suturarle las heridas en el abdomen. Como consecuencia del misil, perdió las dos piernas y un brazo. El resto de su cuerpo está severamente quemado.

Me reencuentro con Jumaa Al Saqq, cirujano y portavoz del hospital Al Shifa, que me lleva a ver a otros heridos de Al Maghazy.

"Hemos tenido que amputar a un 80%. No sabemos qué clase de munición están usando los israelíes, pero cuando entra al cuerpo se fragmenta, quema la piel, los tejidos, hasta el hueso. Estamos seguros de que tiene agentes químicos, pero el problema es que no podemos realizar exámenes a la metralla porque carecemos de los medios aquí en Gaza para hacerlo. Intentamos mandar al extranjero las muestras pero las autoridades israelíes las interceptaron en la frontera".

Visitamos numerosos pacientes. Todos presentan signos de quemaduras. El doctor Jumaa me muestra las heridas. "Ves, esto no es de una metralla normal, mira las piernas de este hombre, están quemadas. Tuvimos que amputarle los genitales".

Le comento que un grupo de médicos belgas presentó hoy presuntas evidencias de que en el Líbano se están usando armas químicas. Me dice que ya lo sabe y que no me puede asegurar si se trata de la misma clase de munición. "Estos parecen radiactivos, no lo sabemos muy bien, creemos que pueden tener uranio. En el caso de Khader, que viste en la UCI, de haber sido armamento convencional podríamos haberle salvado las piernas y el brazo, retirando uno a uno los trozos de metralla, pero con esta clase de munición nos es imposible, lo destruye todo".

Regresamos a la puerta de la unidad de cuidados intensivos. La familia de Khader aguarda. El médico les recomienda que no entren aún. "Era buen chico, no hacía mal a nadie. En el barrio todos los querían. Le encantaba jugar al baloncesto. Y tenía su propio lenguaje, con las manos, para comunicarse con nosotros", me dice Aimán, su hermano mayor, acongojado. "¿Pero ahora qué vida le espera? Sordo, mudo, sin brazos, sin piernas. Aunque sea mi hermano, te digo que mejor que se muera y descanse en paz, que no sufra más".

No me animo a decírselo, por una cuestión de respeto, pero eso mismo pensé cuando vi a Khader.