Entrevista con los directores de "Arrhash", sobre la guerra química en el Rif - Tortuga
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Entrevista con los directores de "Arrhash", sobre la guerra química en el Rif

Lunes.13 de octubre de 2008 709 visitas - 1 comentario(s)
“No hay nada peor que un crimen que queda en el olvido” #TITRE

Diagonal

IRENE G. RUBIO

Picado por el escorpión de la memoria, un joven marroquí residente en Madrid decide viajar a su tierra para rescatar del olvido un crimen de guerra. Así nace ‘Arrhash’.

TARIK EL IDRISSI Y JAVIER RADA se lanzaron a realizar el documental ‘Arrhash’ de forma independiente / David Fernández
En julio de 1921, el reino de España sufrió una derrota que le llenó de vergüenza : su ejército fue vencido por guerrilleros rifeños que se habían sublevado frente al poder colonial. Lo que aquí conocemos como ‘Desastre de Annual’ dio pie a la creación de la República Confederada del Rif, liderada por el dirigente de la resistencia Abd el-Krim. Una fugaz experiencia política que desapareció en 1926, estrangulada por la ofensiva conjunta de los estados francés y español. Éste último decidió vengarse de la humillación sufrida echando mano de una siniestra arma química, el gas mostaza, que extendió sin pudor por todo el territorio rifeño. El gas, por cierto, fue producido en la fábrica de la Marañosa, que hoy en día sigue en activo. Más de 80 años después, ¿quién se acuerda de lo sucedido ? Tarik el Idrissi y Javier Rada han querido contar la historia olvidada del veneno (arrhash) del Rif.

DIAGONAL : ¿Por qué decidisteis hacer el documental ?

TARIK EL IDRISSI : El motivo es recuperar la memoria de mi pueblo, del Rif. Nunca nos han contado la verdad de lo que pasó, ni de la historia del Rif, ni quién era Abd el- Krim… Hay una especie de trauma generacional, un vacío, tanto en España como en Marruecos.

JAVIER RADA : Es una parte borrada de la historia. Ni a Marruecos le interesa recuperar la figura de Abd el-Krim, que no luchó por el sultanato, sino por el Rif, ni a España le interesa mostrar que fue una de las primeras potencias en usar armas químicas contra la población civil. Es un honor bastante horrible. En la I Guerra Mundial usaron el gas mostaza y las potencias europeas se quedaron asustadas del potencial bélico que habían desarrollado. Aquí no lo usaron contra soldados, sino contra pueblos, manantiales, campos… Nos tenemos que acordar de hasta qué punto somos capaces de hacer barbaridades. Cuando creamos una barrera entre lo que es un español y un moro, un pueblo civilizado y otro que no, nos permitimos ciertos lujos. Es una exposición del racismo. Lo que hizo España entre 1923 y 1927 es un crimen contra la humanidad, y éstos no prescriben. Un crimen que además se saltó la legislación internacional vigente en esa época. Lo que reivindicamos con el documental es que tengamos una justicia de dignificación, que por lo menos se sepa que eso ocurrió. No hay nada peor que un crimen que queda en el olvido, porque entonces estamos ante una impunidad total.

D. : Annual dio pie a una venganza...

J.R. : El desastre de Annual motivó que una potencia extranjera, europea y civilizada se enfrentara con unos guerrilleros campesinos y fuera vencida. A partir de ahí se fraguó una venganza total. No hay recuento oficial de las víctimas, ni por el lado español ni por el marroquí. Fue una guerra un tanto chabacana, murieron tanto rifeños como españoles, los soldados eran gente pobre, pasaban sed, hambre, piojos y cólera ; la gente no sabía dónde estaba.

T.I. : Además, como era un arma muy novedosa, no sabían cómo usarla, tiraban el gas mostaza con la mano, directamente desde el avión.

D. : ¿Existe alguna posibilidad de que el gobierno español reconozca y repare los hechos, ahora que se ha promulgado la Ley de memoria histórica ?

J.R. : Se ha debatido en el parlamento, en una comisión en la que ERC pretendía el reconocimiento de los hechos y ver hasta que punto el Estado español tendría que retribuir los daños causados. Tanto PP como PSOE estuvieron totalmente en contra. No quieren abrir la puerta a la indemnización, pero al cerrarla lo hacen también a la dignidad moral.

T.I. : Que por lo menos nos cuenten la verdad. No entendemos, por ejemplo, que hagan bromas ; en el Parlamento decían que los españoles no sabían ni dónde estaba el Rif, que lo podían confundir con el hotel Ritz.

D. : De la guerra del Rif no se habla nunca, y eso que siguen quedando territorios ocupados, como el peñón de Alhucemas…

J.R. : El Rif es un territorio olvidado, que tanto izquierda como derecha en España consideran peligroso. No hay que olvidar que por el Rif han pasado todos, la monarquía, la república y el franquismo. La república envió a todos los reaccionarios al Rif, ahí se gestó el golpe de estado. Fue el laboratorio, les dejaron experimentar con todo. La historia del Rif está unida a la de España, por carne, por sangre y por gas mostaza.

T.I. : Y ahora con la inmigración. Casi la mitad de los migrantes marroquíes en España son rifeños. Hay pueblos enteros que han venido a España en los ‘80 y ‘90.

D. : Y en el Rif, ¿cómo se afrontó lo sucedido ?

J.R. : Lo realmente curioso del Rif es que ha habido una especie de lavado de memoria, que se ha ido perdiendo por varias razones. La primera es que ganaron los españoles y se creó un sistema colonial que duró más de 30 años ; la segunda, que las propias tropas rifeñas no hicieron publicidad de eso. Una de las misiones del gas mostaza era crear la desilusión, la sensación de que no podían vencer a alguien que utilizaba un tipo de armamento que ni siquiera sabían que existía.


D. : ¿Cómo entrasteis en contacto con los pocos supervivientes que quedan ? ¿Estaban dispuestos a hablar ?

T.I. : Hicimos un trabajo de campo consistente en ir por las montañas con una miniDV y preguntar. Por ejemplo, de uno de los personajes, Santiago, sólo teníamos una foto en un libro en blanco y negro e íbamos con ella preguntando a la gente si le conocía. Subiendo y bajando montañas durante 15 días.

J.R : Hay una especie de rechazo, la historia ha quedado como un trauma en una serie de familias muy concretas. Ha quedado en el olvido, entre los fantasmas de la familia.

T.I. : Además, las personas a las que hemos entrevistado han sufrido mucho, tanto con los españoles como con los marroquíes, y les cuesta mucho hablar. Hasta que no ha pasado un tiempo y empezamos a coger confianza, les visitamos varias veces, me conocen y saben que soy de la zona, no empezaron a hablar.

J.R. : Te encuentras historias horribles. Gente cuya familia ha sido exterminada por un gas que primero te quema, te asfixia, luego hace que se te caiga el pelo, te dé cáncer… Son víctimas que recuerdan todavía el olor, que han visto a su hermano pequeño morir por beber agua contaminada.