Enclave Social de Bolonia (parte II). - Tortuga
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Enclave Social de Bolonia (parte II).

Viernes.3 de diciembre de 2004 2775 visitas Sin comentarios
De Wu Ming 1 y Wu Ming 4 . Ahora lo mejor. #TITRE

Durante la pausa, mientras me capeaba aturdido el torbellino de gilipolleces, cotilleé conversaciones a media voz y más o menos reconstruí el background, la geografía de las disputas históricas entre los grupos, cuyos efectos aún perduraban. En el TPO habían confluido dos colectivos: los Tanti Aitanti Teatranti, Muchos Comediantes Robustos, y el colectiv“Ferdinandea”, más alguno de su padre y de su madre. Este último grupo estaba enfrentado con algunos vecinos anarquistas, algunos de los cuales confluyeron después en la Red para los Derechos de la Especie Humana, aunque sólo aquellos que no tenían objeciones ni enfrentamientos con el iusnaturalismo y podían pasar por alto la palabra “derechos”.

El ala más extrema y anti-jurídica, la de los llamados “Pitecántropos”, estaba enfrentada a los Teatranti desde que habían intentado reventar un espectáculo de éstos y habían salido maltrechos. En consecuencia, durante la movilización contra el convenio de la OXE en Bolonia, los Pitecántropos habían arrojado adoquines contra el cortejo organizado por la red “Verkhersabwicklungteilnehmeren, Ungluecklicherweise!”, y habían escrito en todas las paredes “Verkhersabwicklungteilnehmeren, Ungluecklicherweise! Que os den por culo!”. La red “Verkhersabwicklungteilnehmeren, Ungluecklicherweise!” se había quejado por la escasa solidaridad expresada por el TPO en aquella ocasión. El ala dura del TPO había replicado que era por culpa de moderados como los de la red “Verkhersabwicklungteilnehmeren, Ungluecklicherweise!” que no se había aplicado la Solución Final al problema de los Pitecántropos, es decir ir, sacarlos de sus camas y echarlos al río con zapatos de cemento.

El ala moderada del TPO había tomado distancias, escribiendo en una octavilla que no todos los Pitecántropos eran unos cabrones y que frente a medidas represivas como la expulsión debían expresar su solidaridad con ellos. Desgraciadamente, el hecho de que la octavilla estuviera firmada por el “Ala moderada del TPO” había minado en cierta medida su credibilidad. En consecuencia, los Pitecántropos la habían tomado con Velio Collebrezza, concejal municipal de extrema izquierda, escribiendo en las paredes “Collebrezza! Que te den por culo!”. Mientras tanto, un residuo de la antigua Tautología Obrera, el Colectivo Deuteragonista dirigido por los celebérrimos Pippuccio y Ruggeriello se había aliado con los Pitecántropos para tocar los cojones durante la movilización anti-OXE, algo que había llevado a algunos de sus aliados históricos a tomar distancias, fundar la Red de Antagonismo Global de Calderara di Reno y a aliarse con la red “Verkhersabwicklungteilnehmeren, Ungluecklicherweise!”.

A esta unión había contribuido sobre todo la sospecha por el rumbo tomado por el TPO, que hacía referencia ante todo a los centros sociales de la “Carta de Merano” y al ejército de las Batas Limpias, nombres que habían escuchado de pasada en el telediario, sin mayor profundización. De cara al Forte dei Marmi, todos se habían federado en el Enclave Social de Bolonia, esforzándose en trabajar juntos, pero era difícil olvidar el pasado.

Jean-Mirco pegó un grito: - Eh! Recomenzamos, que si no nos van a dar las uvas!
La gente volvió a sus asientos y Jean-Mirco retomó el hilo del discurso.
- Ahora, hostias, tratemos de ir por pasos! Punto uno: qué coño hacemos el 2? Punto dos: qué coño hacemos el 5?
Petrulli, que por la exasperación se había transformado en el mayordomo de la familia Addams, dijo: - En lo que atañe al 2, visto que se trata de una iniciativa internacional sobre la libertad de circulación, propongo que nos encadenemos y nos amordacemos y demos vueltas por la ciudad...
- En mi opinión además deberíamos ir desnudos intervinó Gino “Ansia”- para representar que no llevamos armas y no queremos hacer mal a nadie. No, porque, en definitiva, vista la polémica suscitada por el gesto de Lucio Patavini en mondovisión...
- Justo! Y además deberíamos reconducir al fuego a una dimensión menos belicosa y más doméstica, inocua, simbólica. Propongo que llevemos una vela en la mano, en recuerdo de todos los inmigrantes clandestinos que mueren tratando de entrar en Europa...
- No está mal como idea. Pero si vamos desnudos, nos arrestarán en seguida por escándalo público... -añadió un tipo entrecano con gafas.
- Nos cubriremos las partes pudendas con carteles que inviten a todos a ir a Forte dei Marmi! -sugirió Gino “Ansia” con vigor.
- A ver, explícame -intervinó Collebrezza- y, según tú, tapándote el culo con una invitación para Forte dei Marmi convencerás a mucha gente para que te siga.
- Pero si yo no voy a poder ir a Forte dei Marmi, tengo exámenes! -se justificó Gino.
- Perdonad, no se había dicho que llevaríamos en la cabeza una copia de la Llamada a los Pueblos de Eurasia escrita por Cu Mminchia.
- Desde luego. En una mano llevaremos la Llamada, que distribuiremos entre la gente mientras uno de los Teatranti Aitanti lo lee en voz alta, y en la otra llevaremos una fotocopia del carné de identidad, que luego quemaremos.
- Perdonad, pero no me salen las cuentas. Y la vela?
- Ah, claro, la vela...
- Podemos llevarla en la cabeza!
- Buena idea!
Intervinó la chica a la que llamaban Leonella: - Entonces respecto de la historia vergonzosa de Zolla fangosa no tenéis intención de hacer nada!
Le pregunté al tipo que estaba sentado a mi lado a qué se refería. Me explicó que el alcalde de centro-izquierda del ayuntamiento de Zolla Fangosa había concedido permiso al fanático anti-abortista Don Bronza para presenciar cada raspado rezando el rosario y para conservar los fetos en formol y después enterrarlos todos juntos en un cementerio de guerra.

- Joder, nos habíamos olvidado de Zolla Fangosa!
- Llevemos una pancarta que diga: “Don Bronza, eres un cabrón”.
- Pero no queremos algo más elegante, más eficaz...?
- De acuerdo, escuchad esta: “Don Bronza, hazte una paja!”, eh?
- Leonella comentó horrorizada: - Además de sexistas, sois unos zafios...
Petrulli trató de poner orden en la discusión: -Perdonad, después podremos discutir qué ponemos en la pancarta. Recapitulemos: el 2 estaremos frente a la Prefectura...
- Pero el 2 es la fiesta de la República, la Prefectura estará cerrada -dijo una voz desde el fondo.
- Y qué nos importa? Es una acción simbólica! -respondió irritado Petrulli, y prosiguió- Estaremos desnudos, encadenados y amordazados, con una vela en la cabeza, en una mano tendremos la Llamada de Cu Mminchia, en la otra una pancarta o un manifiesto sobre la autodeterminación de la mujer.
- Y cómo se lo tomarán los viejecitos? -preguntó Collebrezza.
- Que vienen los viejecitos..., pues no vamos desnudos al centro de ancianos de San Egidio!
- Pero el centro de ancianos no estaba en Gambettola? -preguntó Collebrezza.
- Sí, pero también hay uno en San Egidio y tenemos que ir allí al día siguiente.
- Cómo que el día siguiente? Quieres decir el 12?
- El 12, el día anterior no es la segunda iniciativa frente a la Prefectura?
- Eso es, el 11.
- Exacto, Gambettola es el 10, lo cogéis o no, hostias!? -subrayó Jean-Mirco fuera de quicio.
- Alguien ha pensado qué les diremos a los viejecitos? -preguntó Branzino, el webmaster.
- No tenemos que decirles nada. Entramos en el centro de ancianos y hacemos una asamblea normal, como ésta, tratando de interesarles en lo que va a suceder en Forte dei Marmi.
- A ver, explícame, quieres meterte en medio de doscientos viejos que están jugando a la brisca y ponerte a hablar de logística?
- No, joder! De logística se habla en el ámbito restringido, con los viejecitos hablamos de contenidos, coño!
- Eso pensaba yo, quería que quedase claro.
Learch-Petrulli intervinó: - Pasemos a la cita del 5, por favor.
Silencio. Rostros que se miran. Me pregunté cuál sería el motivo de esa tensión.
Después uno, el más valiente, preguntó: - Qué pasaba el 5?
Golpes de tos artificial, hasta que Jean-Mirco nos sacó a todos del aprieto: - Es la asamblea ciudadana sobre Forte dei Marmi, hostiaputa!

Los rostros se relajan.
- Viene uno del Enclave Social de Forte dei Marmi para hablarnos de cómo se están organizando allí.
- En mi opinión deberíamos lograr llevar al menos a sesenta viejecitos.
- Pero dónde es esa asamblea, en via Baggiani?
- Justo.
- Pero en via Baggiani no hay retrete, qué hacen los viejos que tengan problemas de incontinencia?
- Pero el 5 de junio via Baggiani no debería ya haber sido desalojado?
- Justo por eso se pensaba hacer allí la asamblea.
- Perdonad, no entiendo nada: estáis hablando de la asamblea ciudadana o de la de los viejecitos?
Llegados a este punto, Vanni Petrulli, cada vez más alterado, se puso a dar vueltas gritando si alguno tenía un torniquete.

Entonces, del Torreón Polivalente Ocupado salió un tío de bata blanca que dando palmadas dijo en voz alta: - De acuerdo, chicos, es hora de irse a dormir, todos a vuestras habitaciones que hay que apagar las luces.
- Pero... y la logística?
- Y el manifiesto? No hemos decidido nada para el manifiesto...
- Y los viejecitos?
- Y el camión para las asambleas itinerantes? Hay alguien que tenga permiso de tipo C?
- Yo! Yo lo tengo!
El médico se acercó al que acababa de hablar: - Ya sabes que te han retirado el permiso, ya no puedes conducir... Valor, arriba, no nos obligues a llevarte.
La asamblea de disolvió, todo el mundo recogió su silla y regresó al TPO con aire melancólico.
Me acerqué al tipo de la bata: - Perdone, pero...
- Ahora no, ahora no, por favor... -dijo con tono expeditivo y corrió a ayudar a dos enfermeros que estabn levantando a la fuerza a Gino “Ansia” con su silla a cuestas.

Mientras se lo llevaban le oí citar a Montiesquieu, a Jesucristo y a Daniel Cohn Bendit. Se reía solo mientras trataba de convencer a los dos gorilas: - Pero vais a ir a Forte dei Marmi? Porque yo no puedo ir, tengo exámenes en la escuela. Creo que tendríamos que pensar también una iniciativa para los que no puedan ir... por ejemplo, podríamos armar una piscina hinchable, me seguís?, de ésas que se montan en el jardín, la llenamos de estiércol y luego en traje de baño...
Cuando hubieron entrado todos, me encontré solo en el claro frente a la clínica.
Debía de tener una expresión particularmente obtusa, por que los tres viejecitos que asomaron la cabeza desde dentro de la verja me gritaron: - Qué haces ahí arriba? Mirar pasar los trenes?Después los oí alejarse dando grandes carcajadas en dirección al círculo recreativo para ancianos que estaba al otro lado de la calle.

No (c), 30-31 de mayo de 2001. Cualquier referencia a asambleas desarrolladas realmente es totalmente intencionada.

No (c) Traducción de Hugo Romero. Abril de 2001.