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El Movimiento Humanista inicia una campaña contra el uso de psicofármacos en niños y jóvenes

Martes.16 de octubre de 2007 1651 visitas Sin comentarios
Correo Tortuga - Ángel Pascual #TITRE


El 99% de los niños españoles tratados con psicofármacos por hiperactividad "no están enfermos", según una psiquiatra

MADRID, (EUROPA PRESS)

El 99% de los niños españoles diagnosticados y tratados con anfetaminas de trastornos por déficit de atención con hiperactividad (TDA/H) no están enfermos en realidad, sino que han sido víctimas de un "exceso en el diagnóstico" cometido por los psiquiatras que les trataron y por sus propios padres, que demandan la "pastilla mágica" que acabe con las molestias que pueden dar los hijos.

Así opina la psiquiatra Eglée Iciarte, doctora de la Universidad Autónoma de Madrid, quien denunció a Europa Press el "uso indiscriminado" que según su experiencia, los psiquiatras españoles hacen de los psicofármacos en menores, un error que —a su juicio— nace como fruto de la "trivialización de los diagnósticos" que realizan muchos profesionales de esta especialidad por "tratar un síntoma a nivel de enfermedad".

"Este error es fruto de un exceso de diagnóstico, de la ’medicalización’ de la vida y de un intento de responder a las demandas de los propios padres, quienes piden la pastilla mágica que acabe con los problemas que tienen y dan los hijos", según la experta, que recordó que España es el tercer país del mundo, sólo por detrás de Estados Unidos y Canadá, en administrar psicofármacos a menores.

POR UN CONTROL DE LOS PSICOFÁRMACOS EN MENORES

Esta situación conlleva "muchos riesgos" para los menores, quienes al ser tratados con psicofármacos antes de que su personalidad y su sistema nervioso esté totalmente formado, pueden sufrir desde diabetes hasta dificultades en el crecimiento. Además, estos diagnósticos precipitados pueden convertirlos en adictos a las drogas en el futuro o generarles verdaderos problemas psicológicos.

"Me parece excesivo diagnosticar un trastorno ’border line’ a un adolescente de 14 años que aún no tiene estructurada la personalidad, es como predecir el futuro de esta persona", acotó.

Al margen de estos abusos, la psiquiatra recordó que estos medicamentos no están previamente probados en menores y por lo tanto, pueden generar en ellos efectos secundarios insospechados, sobredosis por errores de cálculo o en la dosis o simplemente, ineficacia. Según la Comisión Europea, entre el 50% y el 90% de las medicinas que se recetan y administran a menores no fueron previamente ensayadas.

Ante este problema se están movilizando en Europa grupos como la Regional Humanista Europea, que piden a las autoridades la puesta en marcha de "medidas de control" de este tipo de prácticas en las que los niños son los más perjudicados.

Concretamente, el portavoz de este grupo, Giorgio Schultze, denuncia que en Italia, farmacéuticas como Lilly, fabricante del ’Prozac’, está "realizando test psicológicos en las escuelas donde se está diagnosticando hiperactividad a más del 50% de los niños". "Esto es exagerado y nos preocupa que muchos menores estén siendo tratados con psicofármacos sin necesidad porque los padres tienen miedo de que expulsen a sus hijos del colegio".


Denuncia de la utilización de psicofármacos en niños y jóvenes

El uso de psicofármacos en la población infantil y juvenil es alarmante: el Trastorno por déficit de atención con Hiperactividad (TDA/H) es sólo la punta del iceberg.

Regional humanista europea

El uso de psicofármacos en la población infantil y juvenil es alarmante: el Trastorno por déficit de atención con Hiperactividad (TDA/H) es sólo la punta del iceberg. España ocupa el tercer lugar, por detrás de Canadá y EEUU, en número de prescripciones de antidepresivos, ansiolíticos, etcétera, a la población infantil. La Comisión Europea calcula que entre el 50% y el 90% de las medicinas que se recetan y administran en la infancia no han sido nunca previamente ensayadas con niños. Los resultados son sobredosis por errores de cálculo, ineficacia del tratamiento y efectos secundarios imprevisibles. Los laboratorios farmacéuticos tienen un claro interés económico en medicalizar los problemas de la vida, y ahora ya existe un enfermo para cada fármaco.

Ya no es raro que los niños y adolescentes se vean abocados al consumo de “psicodrogas” para superar dificultades evolutivas comunes, que ahora son catalogadas de “trastornos de la conducta”. Esa supuesta sintomatología se obtiene diagnosticando como patológica la normal necesidad del niño de atención, movimiento, juego y habla. Los niños pequeños no pueden ser silenciados y paralizados sino a costa de su desarrollo físico, emocional e intelectual. Los psicofármacos tapan los “molestos síntomas”, a la vez que reducen la inquietud y creación intelectual, generan un bloqueo emocional que dificulta la capacidad de recordar cosas por asociación y, en definitiva, disminuyen la necesidad y las ganas de vivir que, en algunos casos, les lleva al suicidio en momentos de abstinencia o lucidez.

El consumo de drogas tantas veces usado para aniquilar la fuerza transformadora de las generaciones jóvenes, se ha institucionalizado a través de la popularización del uso de psicofármacos y diagnósticos que no dejan espacios para preguntarse en qué condiciones vive ese niño, o qué aprende en la escuela, o a qué sistema de relaciones hipócritas y violentas se ve sometido en la familia y el medio.

Este nuevo significado de la salud, basado en diagnósticos y tratamientos interesados, trasciende al quehacer cotidiano del individuo adulto, que en su mirada confusa y contradictoria, arrastra tras de sí a los más pequeños, que sin ningún tipo de mecanismos de defensa, al ser etiquetados y psiquiatrizados, son condenados al sin sentido. Es necesario implementar urgentemente:

• Mecanismos de control para evitar la sistematización de los tratamientos con psicofármacos en niños y adolescentes.

• Esclarecimiento a la población sobre las consecuencias a medio y largo plazo de estas prácticas “supuestamente médicas”.

• Vigilancia exhaustiva de las tácticas de la industria farmacéutica para abrirse mercado y expandir su red de traficantes institucionalizados.


Denuncia el uso de Psicofármacos en niños y adolescentes

Desde La Comunidad para el Desarrollo Humano denunciamos el uso de Psicofármacos en niños y adolescentes que desde hace años se viene utilizando.

Se trata de un uso alarmante e injustificado, donde el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es la punta del iceberg. España ocupa el tercer lugar, por detrás de Canadá y EEUU, en número de prescripciones de antidepresivos, ansiolíticos, etc. a la población infantil. La Comisión Europea calcula que entre el 50% y el 90% de los Psicofármacos que se recetan y administran en la infancia no han sido nunca previamente ensayados con niños, carecen de evidencia científica. Los resultados son sobredosis por errores de cálculo, ineficacia del tratamiento, cardiopatía, dependencia, psicosis y efectos secundarios hoy imprevisibles.

Los niños y adolescentes son sometidos al consumo de Psicofármacos para superar dificultades evolutivas comunes que ahora son catalogadas de “Trastornos de la Conducta”. Esa supuesta sintomatología se obtiene diagnosticando como patológica, la normal necesidad del niño de atención, movimiento, juego y habla. Los niños, algo sagrado, son silenciados y paralizados cerrando su desarrollo físico, emocional e intelectual, presente y futuro.

Los Psicofármacos disminuyen la necesidad y las ganas de vivir, la psicosis les lleva al suicidio o al asesinato, en momentos de abstinencia o lucidez, abocándoles a otros Trastornos Psiquiátricos y tratamientos de por vida.

La “etiqueta” de Hiperactivo, los intereses de las farmacéuticas y la popularización del uso de Psicofármacos no deja espacios para preguntarse en qué condiciones vive ese niño, qué aprende en la escuela, qué sistema de relaciones hipócritas y violentas se ve sometido en la familia y el medio.

Desde La Comunidad para el Desarrollo Humano, lanzamos un llamamiento a todos los responsables del desarrollo de los niños, Instituciones, Asociaciones, Profesionales de la Salud, de la Educación, padres... para informar y concienciar a la población sobre las consecuencias presentes y futuras que tiene el uso de estos Psicofármacos.

Es necesario buscar entre todos alternativas que preserven a los niños, como algo sagrado y les protejan de la Violencia que busca frenar su libre desarrollo.

Para más información o participación en la campaña contactar con:

www.eslacomunidad.org
portavoz@eslacomunidad.org
prensa@eslacomunidad.org
institucionales@eslacomunidad.org