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Ejército español en el Líbano: el bombero pirómano

Martes.26 de junio de 2007 3771 visitas - 8 comentario(s)
Recuperamos un editorial de la página de hace unos meses #TITRE

La tele y los diarios afines al PSOE no dejan cada día de desayunarnos con la crónica de los últimos movimientos militares españoles en Líbano. Si bien en dichos medios de comunicación lo que se subraya es un pretendido lado humano de la cuestión. Mucha ONU, mucho colorín azul, mucho soldado dando caramelos a los niños, mucha sonrisa con traje de camuflaje hablando con señoras mayores de túnica oscura...

Seremos breves en este editorial porque sobre las supuestas intervenciones “humanitarias” de los países del primer mundo en territorio de sus explotados países del tercero está dicho casi todo.

Aunque la potencia de los medios de comunicación, en manos de quienes están, insista en convertir la guerra en paz y la mentira en verdad, y mucha gente de buena voluntad carente de más, y más veraz información siga siendo engañada por estos artificios publicitarios dignos de los mejores tiempos de Goebbles...

Lavado de imagen del ejército, propaganda oportunista para el partido gobernante, meter cabeza en la foto de los países que pretenden ser gallitos del concierto imperialista internacional...

Desde luego preocupación por la población palestina o libanesa, ni la más mínima. Y si no ¿cómo se comprende que el estado español mantenga excelentes relaciones con Israel y dé alas con culpable silencio a las guerras, invasiones, limpiadas de culo con las declaraciones de la ONU, conculcaciones de derechos humanos y violaciones de tratados internacionales que este país realiza con todo el morro del mundo, presumiendo además de ello y con una impunidad absoluta?

¿Como se comprende que mandemos cascos azules al Líbano y al mismo tiempo avalemos internacionalmente al Estado de Israel, comerciemos con él y le vendamos armamento?

Sobran más palabras.

NO TE DEJES ENGAÑAR, NINGÚN EJÉRCITO DEFIENDE LA PAZ.

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  • > Ejército español en el Líbano: el bombero pirómano

    18 de septiembre de 2006 18:06, por santi

    Totalmente de acuerdo con el artículo compañeros.

    Visto lo visto y oído lo oído, deberiamos pasar a la acción. Hay que salir a la calle, ir a los mercados, a los centros de trabajo y de estudios, ofrecer la información de que disponemos e intentar movilizar a la gente; no sólo en contra del gobierno y de sus compinches y perritos falderos(el parlamento al completo), sino también en contra de los Falsimedia, sobre todo de los "progres",...Prisa.

    Nuestra labor aquí es muy importante, y puede ayudar a los miembros de la resistencia al imperialismo en todo el mundo.

    Salud y Revolución.

  • si, creo que deberiamos denunciar o hacer saber al personal de que España comercia con ellos en asuntos tan vergonzosos como la venta de armas ¿tambien hacen maniobras en conjunto la Otan e Israel?.

    Sinceramente estas informaciones: sin muchas más añadiduras revolucionarias creo que harian impacto en una gran diversidad de gente (no solo losrevolucionarios de siempre, que ya lo saben/emos)

  • > Ejército español en el Líbano: el bombero pirómano

    22 de septiembre de 2006 18:58, por Rafael Pla López

    CON RESERVAS

    Estoy de acuerdo con las críticas que plantea el artículo a la política del gobierno español respecto a Israel, pero respecto a la participación en la fuerza de la ONU en Líbano habría que hacer alguna precisión.

    En primer lugar, hacer notar que Paco Frutos expresó que dicha participación se apoyaba con reservas, además de condicionada.

    En segundo lugar, que no se trata de una intervención militar "humanitaria" (lo cuál, efectivamente, seria una contradictio in terminos) sino de una fuerza de interposición.

    En tercer lugar, que la resistencia libanesa, encabezada por Hizbollah, ha dado su apoyo a dicha fuerza, y saludado positivamente la participación española en ella, en tanto que es un medio para conseguir la salida del Líbano de las tropas israelíes.

    Las condiciones planteadas han de garantizar que sea esa su tarea, no la de bloquear la frontera con Siria ni mucho menos desarmar a la resistencia libanesa. Es decir, se trata de interponerse entre los agresores israelíes y la población del Líbano, no de intervenir en asuntos internos del Líbano.

    En todo caso, cualquier intervención militar es muy "resbaladiza", y habrá que estar vigilantes para evitar que el papel de los cascos azules se desvirtúe y puede hacer el juego al sionismo y el imperialismo. Y poner por delante la exigencia de la completa retirada de Israel del Líbano (incluyendo las granjas de la Chebaa), de Palestina y de los Altos del Golán.

    • > Ejército español en el Líbano: el bombero pirómano

      22 de septiembre de 2006 21:03, por Pablo

      Un argumento que estoy escuchando unas cuantas veces de cara a legitimar la ocupación del Sur del Líbano por tropas españolas dentro del dispositivo de la ONU, es que Hizbollah apoya esta acción de "interposición"

      Normalmente esta idea la está expresando gente más o menos de izquierdas y sobre todo de la órbita de Izquierda Unida.

      Yo opino lo siguiente:

      Lo primero que Hizbolá no me consta tan claramente que esté de acuerdo, ya que algunas reticencias ha expresado, aunque no se ha negado de plano.

      Pero sobre todo me parece mal que se nombre a esta organización como la voz suprema de toda la población palestina. Hizbolá es un ejército y representa a organizaciones palestinas de una determinada ideología belicista, antisionista y militarista. En Palestina hay numerosas organizaciones que apuestan por una solución dialogada al conflicto que están en las antípodas de Hizbolá. En Palestina además hay todo tipo de organizaciones de resistencia activa que son muy contrarias al militarismo y a la política frentista de Hizbolá, Hamás etc.

      Creo que ya va siendo hora de que empecemos a superar los viejos esquemas de "vanguardias" y "partidos de élite" sobre todo si esas vanguardias son ejércitos que en respuesta o no en respuesta matan a personas que "pasaban por allí" sin importarles gran cosa si eran civiles o niños o...

      Es decir, para mí Hizbolá ni representa a la población palestina, ni es interlocutor cuya opinión merezca tenerse en cuenta sobre si se envían o no tropas desde España.

      Y lo que Izquierda Unida y Paco Frutos tendrían que hacer es dejarse de extraños equilibrios para justificar estrambóticos "si pero.." a una ocupación militar, y meterle caña al PSOE para que no venda armas a Israel, y le haga algún tipo de presión comercial y diplomática como medida de presión ante sus crueles ataques a Palestina. De momento el PSOE sigue defendiendo la amistad hispano israelí y hasta hace sellos conmemorativos.

      A ver si somos un poco más coherentes.

      Saludos.

      • > Ejército español en el Líbano: el bombero pirómano

        23 de septiembre de 2006 17:44, por emilio

        Hola chic@s,
        sólo recordar que Hizbullah es una organización libanesa y no palestina.

        Personalmente, pienso que es un error mandar tropas allá, además de por evidentes motivos antimilatiristas, porque me parece increíble que "las fuerzas de interposición" se metan en el país que ha sufrido la invasión (Líbano)y no lo hagan en el país atacante (Israel).

        Os paso un enlace con un intersante texto de J. Petras sobre el tema y os animo a que naveguéis por la página que lo contiene.

        Un saludo.

        http://www.nodo50.org/palestinalliu...

      • > Ejército español en el Líbano: el bombero pirómano

        30 de octubre de 2006 22:43, por torquemada

        No se me ha perdido nada por esa zona, pero hasta donde yo se, la verdad (por políticamente incorrecto que sea) es qur HIZBOLA es un grupo terrorista, una panda de asesinos que no solo no representan al pueblo libanés sino que puentean al gobierno legítimo. No creo que el tener la bendición de este tipo de grupos sea muy alentador.

        • Un sentido pésame por estos hombres, que una vez más son la carne de cañón, los actores-escenarios donde se materializan los sórdidos lenguajes simbólicos de los poderes violentos fácticos.

          Se libran sobre sus vidas particulares estrategias, cual partida de ajedrez, donde cada acto es parte de una estrategia sutil y críptica que envuelve múltiples interpretaciones, y que pretende ser un mensaje cuyos diferentes niveles de atribución están cuidadosamente diseñados para obtener una reacción determinada entre sus interpretadores.

          Además, se libra una sutil carrera armamentística "de baja intensidad" donde continuamente se testan dispositivos y sus antídotos, en este caso los relacionados con la tecnología de inhibición de frecuencias,
          activo frente de desarrollo tecno-bélico.

          Si tuviéramos una idea clara de qué intereses y qué diálogos se mueven detrás de este tipo de actos, vomitaríamos ante el enfermizo nivel de sofisticación y complejidad que se esconde tras ellos. Detrás de soldados uniformados y combatientes títere fanatizados de kalashnikov, se hallan personajes altamente formados por servicios de inteligencia, sicarios de postín.

          Son especialistas sobre todo en el cuidadoso diseño de atentados y sus mensajes implícitos, descifrables a diferentes niveles por los diversos grupos a los que se pretende influir, y cuyos elementos en la toma de decisiones
          y posicionamientos básicos son precisamente lo que se pretende sondear y manipular.

          Nada es casualidad en esta terrible sucesión de acontecimientos. Y si en algo lo ha sido, su causalidad será rápidamente acaparada por la especulación de los diferentes grupos de
          acción-opinión. Un difícil territorio donde se rentabiliza la carroña de la muerte y el sufrimiento, donde de nuevo acusaciones mutuas, matices interpretativos, información, contrainformación y desinformación tejen su peculiar entramado...

          • Parece que una vez más se ha elegido a un país limítrofe como Líbano como campo de batalla donde los erigidos representantes de diversos bloques y alianzas geoestratégicas buscan redimir sus particulares rencillas y conflictos de poder.
            Mientras el pueblo llano muere entre amasijos de hierro y pólvora se reparten y negocian los trozos de la gran tarta material de los recursos, aderezada por un conglomerado de justificaciones e ideologías rescatadas de la historia o del inconsciente colectivo, y utilizadas para dividir en bandos a las gentes y dotar de contenidos a una masa fanatizada e histérica por numeras frustraciones y amenazas.

            Fácilmente manipulables, obedientes y sumisas masas combatientes a quienes se les ha llenado la cabeza de constructos delirantes y pseudoidentitarios, consagran su existencia al dominio de la muerte.
            Mientras al tiempo se especula con sus miedos y su acceso a la subsistencia, libran sus ruidosas batallas ajenos a su auténtica servidumbre.

            Habrá que preguntarse qué se cuece en los niveles más elevados de las pirámides del poder, y por qué tienen que pagarse con vidas los golpes de efecto que se infligen en nombre de sus intereses.

            Este fenómeno se repite irremediablemete como producto de la lógica de la escasez impuesta precisamente por sus arquitectos ideológicos, mientras se distancian
            de la masa a la que desprecian, y que conciben como instrumento de sus mundanos intereses disfrazados de la artificial polaridad de turno.

            Mientras la incultura de diseño, la enajenación y rapto masivo de conciencias y discernimiento, mas la acumulación y el oligopolio de los recursos tanto materiales como intelectuales sigan existendo a tal nivel de masa crítica, los pueblos serán
            víctimas de profecías autocumplidas y de
            manipulaciones perpetuadas.

            Puede que no seamos conscientes de la auténtica naturaleza, propósito y autoría de estos acontecimientos, pero es necesario que sepamos entender dónde radican los ejes de polaridad, Y situarnos decididamente al lado de la vida. Y en qué medida participamos en nuestro quehacer cotidiano de las migajas de ese gran pastel cuyas raciones se deciden a golpe de metal, sangre y lágrimas.

            Sea momento de plantearse el coste humano que nuestras microdecisiones amplificadas tienen sobre el conjunto de la humanidad, y plantearse consecuentemente el eco de nuestra responsabilidad individual en los diferentes niveles de organización de lo colectivo. Es necesario seguir articulando modos de co-existencia que lo permitan, a todos los niveles. Que cada acto vital se convierta en un voto valiente hacia la paz verdadera.