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Dictadores y genocidios en África

Jueves.30 de octubre de 2008 15035 visitas - 3 comentario(s)
Diagonal #TITRE

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PANORAMA // TRES DE LOS CUATRO MAYORES GENOCIDAS DE ÁFRICA SON ALIADOS OCCIDENTALES

José Lucas, miembro del Comité de Solidaridad con el África Negra.

Las críticas de los gobiernos y los medios de comunicación de Occidente pasan por alto los crímenes contra la humanidad cometidos por las dictaduras africanas afines a Europa y Estados Unidos.

Es fácil comprobar cómo en los medios de comunicación sólo aparecen conflictos como Darfur o vulneraciones de los derechos humanos como las de Mugabe, en Zimbabue, que pueden ser utilizadas para presionar a gobiernos mal vistos por Occidente. En cambio, es difícil encontrar información veraz de conflictos como los del Congo, con millones de víctimas ; de Somalia, el mayor conflicto actual ; de Chad o la represión de los gobiernos de Etiopía, Ruanda, Camerún o Togo.

En todos ellos, parece que es preferible que no se profundice demasiado, pues podría aflorar la intervención de Francia, EE UU y otros países de Occidente, y el apoyo hacia fuerzas no representativas. Hoy existen en África cuatro grandes dictadores responsables de crímenes contra la humanidad, ninguno de ellos elegido en elecciones libres y democráticas. De ellos tres son aliados occidentales : Paul Kagame (Ruanda), Meles Zenawi (Etiopía), Museveni (Uganda). Y uno es considerado “enemigo de los intereses occidentales” : Omar el Bashir (Sudan).

Paul Kagame llego al poder por las armas en el año 1994 y posteriormente celebró unas únicas “elecciones democráticas” en el año 2003, de las que la Misión de Observación de la Unión Europea informó de fraudes a gran escala, compra de votos y un “clima de intimidación”, como características de todo el proceso electoral. Ni siquiera Tony Blair, actual consejero de Kagame, ha incluido a Ruanda en una lista de países democráticos africanos que hace poco sacó a la prensa. El gran interés por parte de Estados Unidos en este Gobierno ha provocado una gran campaña de imagen, que ha incluido premios por poseer la segunda mayor representación femenina parlamentaria del mundo, por la abolición de la pena muerte, así como numerosas participaciones e invitaciones a Paul Kagame en universidades o foros de derechos humanos. Sin embargo, los varapalos de la justicia internacional independiente a Kagame han sido considerables. Tanto el juez francés Jean Louis Bruguière como el juez español Fernando Andreu han señalado su responsabilidad en un gran número de masacres cometidas en su país, antes y después del año 1994, y en la masacre de civiles ruandeses y congoleños en las dos guerras del Congo (1996-1998 y 1998- 2003). También se le imputa el asesinato de los antiguos presidentes de gobierno de Burundi y Ruanda. La estrategia de ‘elecciones democráticas’ del presidente Yoweri Kaguta Museveni, de Uganda, es la misma que la ruandesa : consiste en dejar presentarse a las elecciones sólo a candidatos de confianza del régimen o a individuos desconocidos que se sabe que no tienen respaldo popular. El problema de Uganda en las últimas elecciones fue que el candidato opositor que había elegido Museveni, su médico personal, se lo acabó tomando en serio y no quedó mas remedio que recurrir al fraude para que no ganase las elecciones. La Corte Internacional de Justicia de la Haya acusó a Uganda de ocupación del Congo y expolio de sus minerales durante la guerra del Congo (1998- 2003), en la que murieron cerca de cuatro millones de personas. En relación a Meles Zenawi, de Etiopía, su ascensión al poder se debió, cómo no, al fraude electoral. El Gobierno de Meles Zenawi está acusado de ser el responsable de las masacres de civiles de etnia anuak en Gambela y de los somalíes de la provincia etíope de Ogaden. Meles Zenawi también es responsable de la invasión de Somalia en diciembre de 2006 para evitar la consolidación de los tribunales islámicos, bajo presión de las grandes potencias y la participación militar de EE UU.

El último de los cuatro es Omar El Beshir, presidente de Sudán y enemigo acérrimo de Occidente, con una orden de captura, la tercera, lanzada por la Corte Penal Internacional, en relación a crímenes cometidos en Darfur. Además, Omar el Bashir tendría responsabilidades en las masacres contra civiles cometidas en el sur de Sudán y a través de la financiación durante más de 20 años de las guerrillas del LRA del norte de Uganda.


Los otros dictadores

Después de estos cuatro ‘grandes’, habría que formar otro grupo donde se podrían incluir presidentes que han accedido al poder por elecciones fraudulentas, que no han cometido grandes masacres de población civil, pero sí desapariciones concretas de opositores políticos o represiones violentas de manifestaciones contrarias. En este grupo estaría Paul Biya (Camerún), desde 1982 en el poder por medio de varias elecciones, todas ellas calificadas de fraudulentas. A principios de año, reprimió una manifestación con más de 200 víctimas. Le seguiría Idris Deby (Chad), respaldado militarmente por franceses y norteamericanos para proteger los contratos de la Exxon Mobil, y elegido tras unas elecciones sin competidores. Está también Faure Eyadema (Togo), sucesor de su padre Gnasangbe, que había gobernado desde 1967 a 2005. Las elecciones de 2005 las ganó su hijo Faure y fueron consideradas como fraudulentas. La represión anterior a ellas se saldó con varios centenares de muertos, quizás mas de mil. También entrarían en este grupo Omar Bongo (Gabón), presidente desde 1967 y Lasana Conte (Guinea Conakry), presidente desde 1984. También habría que incluir a Teodoro Obiang (Guinea Ecuatorial), acusado de desapariciones de enemigos políticos, a quien parece que Occidente ha vuelto la espalda y busca sustituir, a la vista del último intento de golpe. En este grupo habría que incluir por supuesto a Robert Mugabe, de Zimbabue, con más responsabilidades que algunos, pero difícilmente comparable con los cuatro grandes.

MELES ZENAWI (ETIOPÍA)

Es el aliado de Occidente en el Cuerno de África. Fue seleccionado por Tony Blair para sentarse en la Comisión Británica para África, para liderar el “renacimiento africano”. Su reciente invasión de Somalia para acabar con los tribunales islámicos contó con el apoyo militar de EE UU.

MUSEVENI (UGANDA)

A mediados de los ‘90 Museveni fue presentado por Occidente como parte de la nueva generación de líderes africanos. Intervino en la guerra civil del Congo y en otros conflictos de los Grandes Lagos como valedor de los intereses de Washington.

PAUL KAGAME (RUANDA)

EE UU tiene en Kagame un gran aliado. Su Ejército sigue siendo considerado como el pilar principal para el control de las inmensas riquezas mineras del este del Congo y es utilizado para deponer presidentes congoleños cuando éstos no se ajustan a los intereses económicos de las grandes potencias. Así ocurrió en la primera y en la segunda guerra del Congo. Esta última iniciada, según muchos analistas congoleños como R. Mbelo, M. Bitumba Tipo-Tipo, etc., cuando Laurent Kabila se retractó y rompió los acuerdos firmados que daban poderes casi ilimitados a varias multinacionales como la American Mineral Fields Inc. Un juez francés atribuye a Kagame el atentado que costó la vida a los presidentes de Ruanda y Burundi. Este atentado fue el que desencadenó el genocidio contra los tutsis en 1994.

  • Dictadores y genocidios en África

    30 de octubre de 2008 15:01

    Otro artículo del mismo colectivo.

    Algunas claves para entender lo que está pasando en la R. D. del Congo

    Cita: Las pretensiones del Gobierno congoleño de cambiar las reglas del juego, alegando que ha llegado la hora de acabar con que el único “beneficio” que obtiene el pueblo congoleño de sus riquezas sea tener a sus niños y jóvenes trabajando como esclavos en las minas, el asesinato de civiles, la tortura de los mismos, la violación sistemática de las mujeres… por las mismas milicias que están sacando los minerales. Es decir que quiere que los beneficios de las minas sean para los congoleños y no para el clan ruandés, y esto cuenta con la clara oposición de los traficantes que ahora están controlando el mercado mundial del coltán y que además están en alianza con el Presidente de Ruanda, Paul Kagame.

    Así pues, atentar contra los intereses del clan de los traficantes y Kagame supone un riesgo demasiado alto (podrían colapsar el mercado internacional del coltán) para las grandes compañías ligadas a las telecomunicaciones (no sólo los fabricantes de teléfonos móviles, sino también para las empresas ligadas a la telefonía). ¿Y qué gobernante occidental está dispuesto a apoyar acciones contra Kagame y los traficantes y asumir el riesgo que esto supondría para la economía?
    Otro problema adicional está en que Kagame y su clan del poder ruandés, juegan muy fuerte. Sus tropas se caracterizan por acciones especialmente sangrientas y crueles con la población civil. Y sabedor de su posición privilegiada exige a la comunidad internacional que todos sus crímenes sean silenciados… Esto podría explicar cómo sus tropas han invadido el Congo durante varios años y provocado millones de congoleños muertos y el asunto no haya llegado a ser noticia en la prensa internacional.

    Otro aspecto a tener en cuenta es que China se ha quedado fuera de este juego. China necesita devorar cantidades inmensas de materias primas para mantener en marcha su tren de producción, y el Congo ofrece enormes cantidades de esas materias primas a precio muy interesante. El Gobierno congoleño está en una situación de debilidad extrema… Está dispuesto a ofrecer a China lo que necesite si ésta le ayuda. Y aquí empiezan los problemas.

    Ya firmaron el Congo y China hace bastantes meses un contrato de concesión de cobre para China. A cambio China construiría dos aeropuertos, hospitales, escuelas, autovías… Un acuerdo de varios miles de millones de dólares en forma más bien de trueque. Tengamos en cuenta que a causa de la debilidad económica del Gobierno congoleño, éste no es capaz de defender su territorio ni sus propiedades, y actualmente las multinacionales europeas y americanas están pagando al Congo entre un 5% y un 12% de las riquezas que declaran que sacan del país (a lo que hay que sumar lo que sacan clandestinamente pues el Gobierno no tiene capacidad de control). Los chinos ofrecen un 30% de lo que saquen y esto ha causado pavor.

    Durante estos últimos meses el Gobierno congoleño ha sufrido fuertes presiones occidentales intentando obligarle a que rescinda los contratos que ya tiene firmados con China, y en el agosto pasado afirmó con rotundidad que los contratos firmados con China se iban a cumplir. Y en los últimos días de agosto las milicias de Laurent Nkunda iniciaron esta ofensiva fuerte con apoyo de Ruanda a la conquista de los Kivus. Y la MONUC está para vigilar los intereses de la “comunidad Internacional” (o mejor dicho, en este caso de USA, Reino Unido, Bélgica, Holanda y otros) y en última instancia obedece las órdenes de Alan Doss, el Representante Especial del Secretario General de Naciones Unidas para la República Democrática del Congo, y de nacionalidad británica y jefe supremo de la MONUC. Por tanto la MONUC no está para proteger a los civiles –es la constatación más clara de los congoleños- sino para proteger las reglas del juego, y si en un momento dado el Presidente de Ruanda exige que la MONUC vaya a otra zona porque quiere que algunas de sus tropas se metan en el Congo, la MONUC obedece estas órdenes y se va.

    Ver en línea : Algunas claves para entender lo que está pasando en la República Democrática del Congo

  • Dictadores y genocidios en África

    2 de agosto de 2009 21:23, por yonatan osorio giraldo

    saber que la maldad se encuentra en cualquier parte del mundo hasta los lugares mas remotos

    • Dictadores y genocidios en África

      26 de junio de 2010 00:13

      efectivamente creo que la maldad es el factor detonante de estas masacres sin embargo no debemos olvidar la traicion, que hace que algunos puedan ejercer tal amldad contra sus iguales sin importarles la mas minima parte humana que se debe tener , el respeto a la vida