Defendiendo a Costa Rica como Estado pacifista

28 de septiembre de 2007, por MM

A mí no me convence, para mí es una realidad. Yo soy costarricense, y no por serlo, defiendo mi país; lo hago porque verdaderamente he experimentado que un país puede vivir en paz.

Esto no significa que no tengamos conflictos y desacuerdos, pero por el amor a lo nuestro, preferimos resolverlos con voluntad y respeto de la integridad total de cada uno de nosotros.

No significa tampoco que no exista corrupción, y que finalmente prevalezca el criterio de los que cuentan con más recursos.

Pero lo cierto es que luchamos, nos hacemos escuchar y no necesitamos para esto armas, o simplemente DESTRUIR A QUIEN SE OPONE A NUESTRA VOLUNTAD.

Hemos demostrado que tenemos un sentido crítico agudo, y un ejemplo de ello es el Referéndum, en donde se nos dará la oportunidad al pueblo de Costa Rica (no sólo a los gobernantes) de decidir si se aprueba o no el TLC con Estados Unidos.

Cual será la decisión final? Como siempre se manifestarán unicamente los intereses de los más pudientes? No lo sé, pero el sólo hecho de poder elegir me hace sentirme orgullosa.

Somos un país geograficamente pequeño, pero con una riqueza natural y humana invaluable. Y no necesitamos ejército para defenderla porque el AMOR a lo nuestro nos hace respetarla.

Aún queda mucho por aprender y valorar, pero la paz y el sentimiento que deviene de saber que no contamos con ejército, ni necesidad de tenerlo, pueden explicar la multiculturalidad de personas que nos han elegido como destino por ser un lugar hermoso, sencillo y lleno de paz.

Que lástima que ante artículos como estos no cuestionemos nuestras circunstancias de vida, en lugar de justificar con argumentos trillados acciones irracionales como lo es tener un ejército.

Por convenios económicos, por ser motaje para otros países, llámenle como quieran; nosotros tenemos PAZ y la tenemos gracias a personas sencillas que nos han hecho apropiarnos de sus sueños de libertad para hacer realidad lo que para otros es secillamente una utopía.

Ver artículo y comentarios