De mayor quiero ser Diablo Cody

Diablo Cody

ADN

Sus católicos padres la bautizaron como Brook Busey-Hunt y ella siguió una existencia relativamente normal bajo ese nombre. Ingresó de la universidad de Iowa, se casó con el bueno de Jon, a quién conoció a través de la Red, y consiguó un trabajo en un despacho de publicidad. Todo era tranquilo y su aburrimiento, mortal.

"Nunca me llevé bien con los trabajos de 9 a 17 y camisa blanca. Había caído en un espiral descendente en mi carrera cuando estaba en una edad en la que se suponía que debía avanzar", reconoce.

Se apuntó a un concurso amateur de strippers y se lo pasó pipa. "Me hice adicta. Fue liberador, una forma de canalizar mi rebeldía".

De stripper a telefonista erótica

Sorprendentemente, Jon la apoyó para que trabajara en el club. Pero, mientras sus colegas hacían unos dos mil euros por noche, ella no llegaba a los 700. "No tenía una geisha interior... -recuerda. -A los hombres mi personalidad les resultaba desafiante".

Entonces cambió la barra por el teléfono y trabajó en una línea erótica hasta que también se aburrió. El capítulo de la industria sexual se había acabado. Y como conclusión la chica resume:

"Las mujeres no son apreciadas, son tratadas como carne. No quise seguir siendo parte de un negocio en el que debíamos comportarnos como robots".

Nace la Diablo

Divorciada y nuevamente lista para la reinvención, Brook abrió The Pussy Ranch, (algo así como La Hacienda del Coño), el blog donde nació Diablo Cody. Fue allí donde la descubrió Mason Novick, productor. De ese encuentro nacerían su primer libro, Candy Girl: un año en la vida de una stripper poco común y el guión de Juno.

Ahora está al borde de los 30 y ya es responsable de uno de los éxitos de la temporada, con una recaudación desde su estreno que supera los 125 millones de dólares. La historia de un embarazo adolescente, la fotografía de la brecha social en EEUU y la agudeza de sus jóvenes protagonistas hacen de Juno una película fresca y actual, donde, Cody resume: "Lo cierto es que los jóvenes están infrarrepresentados en el cine, y yo creo que en mis guiones se cubre un hueco, al ofrecer una imagen más real de lo que verdaderamente viven y son".

La fórmula de Juno parece explosiva: precedido de Gracias por fumar, Jason Reitman (31) también sacó nominación como Mejor Director; Ellen Page (21) también competió como Mejor Actriz Principal.

Ni la propia Diablo sabe cuánto tardará en aburrirse de esta aventura, pero puede que tarde un poco más que en el club. Sus últimas declaraciones dan sólo cuenta de su pragmatismo: "Estoy aquí para trabajar y para hacer dinero."

Estados Unidos de Tara, una serie de televisión escrita por ella y basada en una idea de Steven Spielberg, está ahora mismo en piloto, junto con otros de sus proyectos también se encuentran en fase de grabación.