Carta de Yvonne Deutsch - Tortuga
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Carta de Yvonne Deutsch

Sábado.19 de agosto de 2006 896 visitas Sin comentarios
Mujeres de Negro, Madrid #TITRE

Queridas
hermanas y amigas:

En medio de la guerra, la semana pasada, tuvieron lugar las
celebraciones mundiales del orgullo gay en Jerusalén. El año pasado se pospusieron para este año a causa de la
“desconexión” (desalojo de los asentamientos en Gaza).
Este año se suspendió la Marcha a causa de la guerra,
pero los demás actos se celebraron. Hubo una desmesurada
reacción religiosa contra la Marcha fruto de la unión
de fundamentalistas judíos, musulmanes y cristianos. ¿Por
qué no serán capaces de conseguir esa unión para
crear un proceso de justicia, reconciliación y paz para todos?

¿Por qué se unen para odiar a las lesbianas, gays ,
bisexuales y transexuales? Claro que hay encuentros interreligiosos
de diferentes grupos musulmanes, judíos y cristianos en busca
de la paz. Pero el poder no está en las manos de gente a la
que le gustaría un auténtico cambio de los valores que
realmente importan y el fin de toda opresión y sufrimiento.
Ni
en mis peores pesadillas imaginé que esta guerra fuera a ser
tan larga y dolorosa. Hoy han declarado un alto al fuego. Nosotros,
la izquierda radical estamos en la calle desde el primer día
soportando sentimientos de odio y racismo. Nos miran como traidores
más que nunca. La semana pasada los sectores sionistas del
movimiento pacifista han empezado a despertarse. Nuestro función
histórica es la de ser catalizadores de la corriente principal
del movimiento pacifista. Pero es importante mencionar que desde el
principio de la guerra también pacifistas sionistas, de forma
individual, participaban en nuestras manifestaciones.

En
las dos primeras semanas asistí a las vigilias contra la
guerra en Jerusalén todos los días. Jerusalén no
forma parte de la zona de guerra actual lo que quiere decir que aquí
es posible continuar haciendo nuestra vida habitual. Pero la pena y
el dolor por esta escalada de sufrimiento es tremenda. Apenas puedo
concentrarme en mi trabajo. Formo parte de la organización
feminista en asuntos de la guerra quienes trabajamos con mujeres de
comunidades privadas de derechos -las cuales están
políticamente en desacuerdo con nosotras- estamos buscando
maneras de debatir los temas de guerra y seguridad desde una
perspectiva feminista basada en sus experiencias. También
tenemos programado un encuentro de activistas para realizar nuestro
propio debate político ya que constantemente se han realizado
manifestaciones y actividades aunque marginadas y con muy poco eco en
los medios de comunicación.

Cada
sábado, judíos y palestinos de Israel marchamos en Tel
Aviv contra la guerra. Entre otros eslóganes gritamos que nos
negamos a ser enemigos. Una amiga palestina a la pregunta de qué
era los que le daba ánimos en esta horrible situación,
inmediatamente contestó que las manifestaciones de árabes
y judíos en Tel Aviv. Aunque nuestras voces apenas sean
escuchadas por la opinión pública, insistimos en hacer
marchas juntos. Insistimos en estar juntos y decir entre otras cosas:
Estamos contra la guerra, No queremos matar y que nos maten al
servicio de Estados Unidos, Los niños de Haifa y Beirut, todos
quieren vivir, Nos negamos a ser enemigos. Salgo a la calle a
expresar mi postura públicamente. Salgo para expresar mi
oposición a que se intente resolver el conflicto con las
armas. Salgo a expresar mi solidaridad. Salgo a la calle a estar con
mis amig@s palestin@s.

Hay
tanto dolor y sufrimiento en ambos lados. El sufrimiento y la
destrucción en Líbano es mayor y me siento muy mal por
ello. Se hace en mi nombre. Se hace en nuestro nombre. Pero también
aquí hay destrucción de la vida en muchos niveles.
Expreso mi pesar por el sufrimiento de los heridos, por los muertos y
por sus familiares, por los refugiados en Líbano, aquellos
cuyas casas se han destruido, mujeres, hombres, niñas y niños
en la zona de guerra a los que se les ha condenado a la destrucción,
a la ansiedad y a una mayor pobreza. Dos amigos míos tienen
padres mayores en Haifa que son supervivientes del Holocausto. No
quisieron dejar sus casas y sus hijos estaban muy preocupados. Más
tarde hemos empezado a oír casos de personas mayores y
enfermas que no podían ir a los refugios. La horrible
situación de Gaza y Cisjordania no es el centro de la atención
pública. Esto también se hace en nuestro nombre.

Las
organizaciones feministas en Haifa, Tel Aviv, Jerusalén y
otros lugares se han movilizado en torno a las necesidades de las
mujeres como madres solas con niños y mujeres pobres. Al final
los medios de comunicación han hecho mención también
de una crítica feminista contra la guerra. No obstante nuestra
visión del mundo es todavía marginal. La crítica
estaba ahí desde el comienzo pero los medios no han respondido
a ella hasta ahora. Las pegatinas en las calles proclamando que
Israel iba a ganar la guerra estaban por todos los sitios.

¿Qué
significa ganar una guerra? La separación entre judíos
y árabes o entre israelíes y palestinos está
aumentando. Estamos creando más odio hacia nosotros. Vamos a
enfrentarnos con problemas económicos y sociales aún
mayores. Muchos han sido asesinados. Muchos están heridos. Se
entregará mucho más dinero al Ejército y menos a
la salud, educación y bienestar social. Pienso que todavía
no podemos hacernos una idea de la destrucción interna que la
sociedad de Israel tendrá que afrontar. Las posibilidades de
un auténtico proceso de paz entre Israel y Palestina parecen
menos probables en unos cuantos años. Hemos perdido la
esperanza de poder ser testigos y formar parte de un proceso de
justicia, reconciliación y vida en paz entre judíos y
palestinos en el Oriente Próximo. Más importante que la
lucha contra todo tipo de fundamentalismo religioso aquí el
problema central es el conflicto nacional.

Como
ya he mencionado antes somos testigos de actitudes racistas, de
deshumanización y odio al enemigo: una actitud estereotipada
dirigida hacia una comunidad numerosa, esta vez hacia los árabes
musulmanes. Este es un fenómeno extendido por todas partes.
Como feministas debemos discutir esta idea del enemigo en profundidad
y oponernos a él. Solo a través de la conciencia
profunda de que todos los humanos del universo estamos conectados
podemos realmente originar un cambio. No nos va a resultar fácil
porque consideramos al Patriarcado, al Militarismo, al
Fundamentalismo, al Capitalismo y a todos los sistemas opresivos como
el enemigo.

Somos testigos de las ruinas y la destrucción de
esos sistemas opresivos por todas partes. Sabemos que los hombres que
están en el poder y en la industria armamentística
forman parte de esos sistemas y se benefician de ellos. ¿Cómo
nos relacionamos como feministas con nuestros enemigos? ¿Disponemos
de una aportación propia al concepto de enemigo?
Espero
que el alto al fuego me ayude también a volver a mi trabajo
diario con mujeres en cargo de responsabilidades. Esas mujeres, por
su labor en las oficinas de bienestar social y de organizaciones para
el cambio social, tendrán que afrontar nuevos desafíos
sociales y económicos a los que se enfrentan las personas de
comunidades privadas de derechos. Esta tremenda responsabilidad les
supone una carga extra. En nuestro proyecto también queremos
involucrarlas en una crítica feminista de los derechos
sociales y del cambio social.
Espero
que cada una, cada uno de vosotr@s esté bien.
Cariño
y Abrazos,

Yvonne
Deutsch, MdN Jerusalén

Traducción
del inglés: Maria Luz González, MdeN de Madrid