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Caribes de Zarzalejo, sexitanos de Almuñécar…

Sábado.15 de diciembre de 2012 204 visitas Sin comentarios
Algunos gentilicios curiosos. #TITRE

Iñaki Berazaluce |

Una caribe se apresta a coger el tren en el apeadero de Zarzalejo.
Cuando Felipe II andaba buscando la ubicación para su monumental monasterio, creyó encontrar un lugar idóneo en Zarzalejo, pueblo serrano distante cuatro kilómetros de El Escorial. Pero los oriundos de la localidad, dotados de una portentosa visión de futuro, decidieron que aquel mausoleo sólo iba a traer turistas y complicaciones, así que se opusieron a su construcción.

… Y lo hicieron con tal fiereza que el monarca aseguró que aquellos pueblerinos eran tan fieros como los caribes, las tribus caníbales de las Antillas. Desde entonces, a los naturales de Zarzelejo se les conoce con ese gentilicio –caribes-, tan impropio de una zona granítica y reseca. Por su parte, El Escorial se quedó el monasterio y la gloria.

Mojinos de Alcaracejos (Córdoba)

Alcarecejos es un pueblo de 1.472 habitantes de Córdoba, cuyos habitantes son conocidos como “mojinos”, igual que el elegante conjunto de rock sevillano. Pero no es que los oriundos de Alcarecejos anden “escocíos” sino que las antiguas ventas del pueblo parecían los nidos de los mojinos, unas aves endémicas de la zona que viven muy apretadas en las encinas.

Ilipenses de Zalamea de la Serena (Badajoz)

Los naturales de Zalamea de la Serena, provincia de Badajoz, no son diminutos (no todos, al menos), aunque su gentilicio lo insinúe: lo de “ilipenses” viene del nombre original del pueblo, Iulipa, que es como lo denominaron los romanos en el siglo II a. C., cuando era una de las colonias más privilegiadas de Hispania.

Sexitanos de Almuñécar (Granada)

Si los austríacos tienen un pueblo llamado Fucking (o más bien tenían), Granada puede presumir de acoger a Sex, más conocido últimamente como Almuñécar. “Sex” era el nombre que los romanos dieron al pueblo, transcribiendo al latín el nombre original fenicio de “SKS”, pues el alfabeto fenicio carecía de vocales. Mejor aún, el pueblo pasó a llamarse “sexi” hasta que los moros la rebautizaron como Hins-Al-Monacar (“rodeada de montañas”).

El autor, pergeñando este artículo en el parque de loros sexis.
Cangueses de Cangas de Onís (Asturias)

Puede que lucharan codo con codo junto a Don Pelayo en la batalla de Covadonga (que queda a tiro de bosta), pero a los naturales de Cangas de Onís se les conoce con el poco honroso nombre de “cangueses”. Tal vez hubieran preferido “oníricos”, pero no pudo ser.

Cuervos de Villanueva del Duque (Córdoba)

Vecinos de los “mojinos” son los “cuervos” de Villanueva del Duque, llamados así, al parecer, por su ancestral costumbre de vestir de luto (con la caló que hace en aquella zona). Pero es que en la comarca de Los Pedroches tienen mucha afición por los motes cachondos. Así, los de Belalcázar son “zorrunos”, los de Pozoblanco, “tarugos” y los de El Viso, “rabones”. Mejor no hacer preguntas.

Caballas de Ceuta

A los naturales de Ceuta se les conoce oficialmente como “ceutíes” aunque entre ellos sea más habitual llamarse “caballas”, igual que el pescado azul, de donde toman el nombre. De ahí que exista una Coalición Caballa en el Ayuntamiento (con 4 concejales) y un Club Natación Caballa, cuyos socios nadan como pez en el agua.

Bilbilitano de Calatayud (Zaragoza)

De todos los gentilicios rarunos de España éste es probablemente el más conocido. Los romanos bautizaron la ciudad como Augustusta Bilbilis y desde entonces los nacidos allí son conocidos en el mundo entero como “bilbilitanos”. Y por la canción de la Dolores, claro.

Caputbovense de Cabeza de Buey (Badajoz)

Cerramos esta clasificación con el gentilicio más rebuscado de toda la geografía española. Está claro que no era fácil encontrar un adjetivo para nombrar a los naturales de Cabeza de Buey, provincia de Badajoz, así que alguien se sacó de la manga “captubovense”, uniendo del latín “caput” (cabeza), “bovis” (buey) y el “ensis” del gentilicio.

NOTA: En el Ayuntamiento de Bimenes (Asturias) no han sido capaces de explicarme el origen de su curioso gentilicio: “yerbata”, que parece insinuar divertidas hierbas fumables. Si hay algún yerbato en la sala, que por favor nos aclare esta duda. ¡Gracias!

La idea del artículo viene de un “caribe” de adopción, el inimitable Mario el Aborigen. Con información de Número Quince, IES Muñoz Torrero, Solienses y Wikipedia.

Fuente: http://www.cookingideas.es/gentilic...