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Argumentos para justificar las guerras actuales de invasión

Jueves.25 de septiembre de 2008 1288 visitas Sin comentarios
Un ex-diputado del PSOE nos propone la batería de argumentos que los ejércitos del primer mundo utilizan para las guerras de invasión y expolio #TITRE

En el primer mundo contamos con una gente que se dedica a fabricar ideas. Se llaman los “think tanks”, literalmente, tanques de ideas. En España, como botón de muestra, es bien conocida la Fundación FAES, presidida por Aznar. Estos laboratorios de pensamiento único se dedican precisamente a eso, a elaborar los argumentos con los que todos y todas hemos de comulgar. Evidentemente, debido a sus poderosos patrocinadores (bancos y multinacionales) el pensamiento que surge de estos talleres de manipulación mental no es precisamente crítico con el propio Sistema, y sí se esfuerza en generar ideas que legitiman, justifican y consagran lo que hay por muy bestia que pueda ser. Por supuesto esos pensamientos una vez creados son puestos en circulación mediante la difusión masiva por parte de los grandes medios de comunicación, los cuales son propiedad de las mismas multinacionales y bancos. Así se cierra el círculo del control social mediante la creación del denominado “Pensamiento Único”.

Tal perverso mecanismo de dominación se emplea ampliamente a la hora de legitimar las guerras de conquista y la existencia de los ejércitos. En el artículo que sigue, un conocido “pensador”, miembro de uno de los dos partidos que controlan el stablisment en el Estado Español y que se turnan en el poder para mejor poder servir los intereses de los bancos y multinacionales que los manejan, desarrolla un buen ramillete de esas ideas surgidas de los laboratorios de pensamiento del Sistema.

En su exposición, Luis Solana, oculta deliberadamente el sentido, la naturaleza y la realidad de las actuales misiones militares de invasión de países del tercer mundo en los que hay recursos o intereses económicos y/o geoestratégicos que poseer por parte de los estados primermundistas, y se dedica a dejar caer una tras otra, una serie de ideas facilonas, sloganes y lugares comunes que nos pretenden hacer llegar a la conclusión de que nuestros ejércitos son buenos y humanitarios per se, y que absolutamente todo lo que hacen y dejan de hacer está preñado de altruismo, generosidad y bonhomía. Sencillamente vomitivo. Nota de Tortuga.


Correo Tortuga

Militares y ONG en las guerras de hoy

"El que no entienda que, en las guerras actuales, un soldado tiene que ir siempre
acompañado por un militante de una ONG es que no entiende cómo son ahora las
guerras."

20 Sep 2008

LUIS SOLANA

Es muy curioso que los analistas de las actividades de las Fuerzas Armadas españolas
- si proceden de la derecha- montan en cólera por el hecho de que nuestros soldados
parezcan cada día menos guerreros y más, miembros de una ONG.

Afganistán está siendo la piedra de toque para este debate. Eso de ver en televisión
a soldados españoles ayudando a desamparados civiles afganos a reconstruir sus
carreteras, a cuidar a sus niños, a levantar modestas viviendas o conducciones de
agua, molesta a los que creen que un soldados sólo tiene que ser un guerrero.
Sólo les parece lógico aplaudir el tiroteo contra los talibanes que atacan a un
convoy o a un campamento español. Es un modelo de guerrero antiguo y una idea de la
guerra que ya no existe.

La novedad es que esos militares españoles tienen a su lado a miembros de ONG o de
empresas civiles que hacen posible completar su labor. El que no entienda que, en
las guerras actuales, un soldado tiene que ir siempre acompañado por un militante de
una ONG es que no entiende cómo son ahora las guerras. Supongo que todos habéis
visto la película La delgada línea roja. Yo la he visto tantas veces que hasta mi
blog se titula Una delgada línea roja. Por mi interés por los temas militares, por
mi posición política de izquierdas y por mi posición roja moderada.

Al inicio de la película, un soldado americano que pronto participará en la batalla
de Guadalcanal tiene este diálogo con una mujer nativa:
- ¿Tu hijo tiene miedo?
- No
- ¿Y tú?
- Yo sí
- ¿Por qué?
- Porque eres un soldado.
Hoy, todos los ejércitos saben que su violencia tiene que estar acompañada con la
pacificadora y complementaria acción de los civiles.

El primer ciudadano que se dio cuenta de que un ejército necesita a su lado a los
civiles fue el suizo
Henry Dunant. Presenció el horror de una batalla (la de Solferino) el 24 de junio de
1859. Unos 40.000 soldados italianos, franceses y austriacos resultaron muertos y
heridos.

Dunant se dedicó a organizar a la población de la zona para que atendieran a los
heridos. El impacto de la acción de este civil fue tan grande que el mundo entero
decidió que había que organizar una institución civil que acompañase a los soldados
y mitigase su dolor: había nacido la Cruz Roja.

España se incorporó a la organización en 1864 y supo de sus esfuerzos solidarios en
las guerras de África.
Esta necesaria incorporación de los civiles para garantizar la seguridad de los
ciudadanos (para eso están los soldados, los guardias civiles y los policías) no es
todavía completa en nuestro país.

Unos ejemplos: si tú vas a renovar el carné de identidad, te encontrarás en la
comisaría a una serie de funcionarios civiles, amables y colaboradores. Los policías
hacen guardia. Muy bien repartidos los papeles. Si tú vas a renovar una licencia de
armas, te encontrarás una oficina triste, con una serie de guardias civiles con
escaso interés por atender al ciudadano, con actitudes que parecen considerarte un
delincuente en potencia y todos uniformados. Una pena que hombres y mujeres que se
han entrenado para luchar contra el delito y para proteger a los ciudadanos se
dediquen a complementar formularios y a sellar instancias o carnés.

Hay que tener algunas ideas claras en esto de la seguridad. La seguridad o es
integral o no es seguridad. Para que tengamos seguridad, los españoles tenemos que
contar con soldados, guardias civiles, policías y ciudadanos sin uniformes. Así,
podremos responder a las amenazas tan distintas que este siglo nos va a deparar. Ya
no hay especializaciones. Un soldado tiene que poder defenderme de un ataque
exterior o de un incendio. Un guardia civil tiene que ser capaz de atender un
accidente en carretera o unos desórdenes en Haití.

Un policía tiene que poder investigar un crimen o parar el tráfico en la Plaza Mayor
de tu pueblo si se ha desprendido una cornisa. Esta mezcla de soldados, policías y
civiles es lo que garantiza a los españoles que su seguridad será la mejor posible.
Pero no hay duda de que son los soldados los que tienen más dificultades para
conseguir que este concepto integral comprenda su labor.

Los soldados españoles en misiones en el extranjero tienen que tener a su lado a
ONG, en particular, y a civiles, en general. De lo contrario no conseguirán ganar
las guerras que les hemos encomendado. Sólo a tiros (imprescindibles muchas veces)
no se ganan las nuevas guerras.

¡Cómo me gusta saber que los soldados españoles en Afganistán van acompañados de
ONG! De todo tipo, además: Médicos Sin Fronteras, Cruz Roja, Ingenieros Sin
Fronteras, Empresarios Solidarios (algún día existirán) y todos a los que se os
ocurra que se pueden pedir apoyos para esas misiones de guerra, paz y reconstrucción
que España tiene por delante.
En Afganistán, nuestros soldados viven casi todos los días la tensión que significa
el riesgo de muerte. Pero, junto a ellos, hay civiles que les ayudan en sus misiones
humanitarias. Quisieran pensar que, como consecuencia de estas experiencias, la
ministra de Defensa, acepte que no puede ser que los soldados hagan de todo. Que se
tiene que negociar con civiles para que completen la intransferible labor de los
militares. Para construir un hospital, para gestionar la logística, para servir unas
comidas, para transportar medios y material o para que el personal esté
correctamente atendido en los ordenadores se puede y se debe pedir apoyo a las
empresas civiles.

El día que la izquierda acepte que todos somos parte de la seguridad de todos,
estaremos cerca de construir una sociedad más solidaria (ya lo estamos haciendo) y
más segura (lo conseguiremos cuando todo esto se acepte).

LUIS SOLANA es ex diputado del PSOE y promotor de Nuevas Tecnologías


Luis Solana fue Diputado del PSOE por Segovia en las Cortes Constituyentes (1977 - 1979), en las que presidió la Comisión de Hacienda; en la I Legislatura (1979 – 1982), en la que fue vicepresidente segundo de la Comisión de Hacienda y vocal en la de Economía y la de Universidades. Durante la II Legislatura fue nombrado Presidente de Telefónica (1982 – 1989). En 1989 fue nombrado Director General de RTVE hasta 1990 en que volvió a su actividad empresarial privada. Está condecorado con la Medalla al Mérito Constitucional, la Cruz de Oro de la Cruz Roja, la Gran Cruz al Mérito Naval y la Cruz de Plata de la Guardia Civil.