No se trata de criminalizar estas cárceles de menores pero varias cosas son ciertas:
1. La medicación no es necesaria.
2.La voluntad de un niño de tomar una droga es muy cuestionable; es muy fácil manipular su opinión.
3. Los chavales son muy moldeables y estigmatizarlos en centros de menores no es ético ni moral. No podemos olvidar que son niños y niñas de lo que estamos hablando.
4. El colectivo majara no apoya la fundación o’belén por sus dirigentes.
5. Si en los llamados ’centros de menores’ quisieran ayudar realmente a los chavales no los tratarían como diferentes (...)