Las empresas reducen sus plantillas convirtiendose en simples intermediarios. El diseño y desarrollo se subcontrata. Por lo que empiezan a predominar los autónomos, freelance para los más "fashion". Trabajadores precarios, sin poder de negociación, revienta precios por querer fidelizar a un cliente o simplemente por no llegar a final de mes. El típico "si te enrollas... te pasaremos más trabajo". Incluso estamos llegando a un punto que somos nosotros los autónomos los que hacemos el I+D y financiamos a las empresas retrasando nuestros cobros, para que unos espabilados se beneficien (...)