Efectivamente, Elena. En lugar de promover el entendimiento mutuo entre los sexos, se está promoviendo desde el Poder la guerra de sexos. Se está incitando a las mujeres al odio hacia los hombres, y como consecuencia se está generando también odio entre los hombres hacia las mujeres. Pero los responsables de esta estrategia política no son sólo esas misioneras laicas de las feminazis, sino especialmente los partidos políticos, paradójicamente controlados por varones, que han hecho de la ideología de género su mejor arma para captar los votos femeninos vía victimización de la mujer. (...)