Respondiendo a:
31 de marzo de 2006
Sacado de Fogonazos
Una vez fijado el idioma en que aprenden los niños y en que se rotulan los comercios, los miembros del GENB (Gran Ente Nacionalista Benefactor), encajaremos la última pieza del puzzle: controlar el idioma en el que follan los ciudadanos. Hasta ahora, con un cinismo intolerable, las gentes de Cataluña triscaban alegremente en el idioma que les venía en gana, y eso, además de indecente, no es sano para toda nación que se precie.
Gracias al I Salón del Sexo en Catalán (...)