El problema de gente como Rubianes es que son la otra cara del fascismo que tanto les gusta nombrar. Nadie parece haberse percatado del final de la entrevista en la que habla despectivaamnete de los taxistas porque escuchan la Cope (yo no la he escuchado NUNCA)y que les pide que la quiten o se baja del coche. Luego hablan de boicots y de fascismo, pero lo cierto es que tampoco ellos saben a ciencia cierta qué es eso de democracia y libertad.
Resumiendo, por más que le pese a Rubianes, entre fachas anda el juego, él el primero... Detesto a la gente que se parapeta tras la coartada del (...)