Dejen de hablar como si tuvieran la verdad absoluta. Reconozcan que no tienen idea de como es Dios en verdad, y que ni siquiera pueden imaginarlo. Mejor dediquense a hacer la diferencia y mejorar este mundo en vez de esperar a que llegue otro a salvarlo.
Piensen: se interesaría Dios en salvar un mundo que ni siquiera sus propios habitantes quieren salvar? Nosotros tenemos que dar el primer paso, mostrarle que este lugar si vale para nosotros, para que pueda saber que somos sinceros al pedirle (...)