Respondiendo a:
9 de junio de 2018
“Ningún centralismo fascista ha logrado lo que el centralismo de la civilización de consumo. El fascismo proponía un modelo, reaccionario y monumental, que luego se quedaba en letra muerta. Las culturas particulares (campesinas, subproletarias, obreras) seguían obedeciendo, imperturbables, a sus modelos antiguos. La represión se limitaba a obtener su adhesión de palabra. Hoy, por el contrario, la adhesión a los modelos propuestos por el Centro es total e incondicional. Se reniega de (...)