Es de suponer que dicha "educación" será una especie de amaestramiento canino o de otro animal, es decir, meterles porquería, falsedades, patrañas, supersticiones, prejuicios, fobia criminal contra la pobreza y los pobres, etc., etc., etc.
No es de extrañar, pues, la hiperabundancia de tantísimos imbéciles allá donde quiera que mires.