Respondiendo a:
30 de marzo de 2016
Matías S. Zavia
Cuántas veces nos habrá escrito aquel mítico príncipe nigeriano para ofrecernos una fortuna a cambio de resolverle no sé qué problema con una herencia. Fuera como fuera, al final siempre se trataba de dar una pequeña suma de dinero por adelantado. Si creías que la era dorada del spam había quedado atrás, ¡mira esto!
Sí, amigos. El fraude nigeriano sigue vivo. Eso sí, han tenido que actualizar la historia (supongo que lo de la herencia ya no se lo creía ni el más (...)