Respondiendo a:
19 de enero de 2016
Que una de las principales herramientas de los Estados que se dicen democráticos (dime de qué presumes…) es crear leyes, normas y códigos para perseguir y castigar a quienes les cuestionan (esa es su forma de entender la “democracia”) es algo tan sabido como habitual. Que la aplicación de esas normas represivas se practica de forma arbitraria y selectiva intentando con ello conseguir dividir y enfrentar a quien “ose” desobedecerlas públicamente, es algo que (...)