Respondiendo a:
12 de marzo de 2016
Ni para niños. Ni para cualquiera que tenga familiares que atender (salvo que pague para que lo hagan otros). Tampoco, en muchos casos, para personas con alguna discapacidad. Y, desde luego, para las que no tengan dinero. El espectro de invitados a la fiesta es muy determinado y, para nada, abarca todo el cuerpo social. Al fin y al cabo vivimos en un sistema que es exclusivo y excluyente. ¿Por qué no habría de trasladarse eso a su parte festiva?
Volviendo al concepto de fiesta tradicional (...)