Perdona, sigue habiendo mujeres como esas, yo estoy rodeada de vecinas entre 35 y 55 años que viven para y por el marido, y aguantan todo, y a las divorciadas, separadas o solteras nos miran raro pues piensan que el suyo es el estado ideal cuando parece más bien de prostituta.
Escribo desde Madrid, vivo en una urbanización de una zona considerada de extrema-derecha en que cuando hay elecciones aparecen en los muros carteles de Falange.
Cuidado que siguen por ahí y a muchos hombres les gusta ese (...)