Respondiendo a:
11 de julio de 2005
En una ciudad como Madrid, pasto de la delincuencia urbanística, la lucha por conquistar espacios físicos y, en consecuencia, también simbólicos, se hace cada vez más necesaria. En los barrios del centro sobran viviendas de lujo, especuladores, instalaciones militares; faltan, a cambio, viviendas a precios asequibles, instalaciones deportivas, zonas verdes, parques infantiles, ambulatorios y locales donde los vecinos podamos reunirnos a compartir experiencias, intercambiar ideas y generar (...)