Una grave enfermedad se ha llevado a nuestro amigo y compañero Pedro Otaduy. Se queda en nuestro corazón, sin embargo, el recuerdo de multitud de situaciones compartidas.
Se queda el recuerdo de aquellos comienzos de la campaña de insumisión, con reuniones llenas de preocupación, y de otras muchísimas reuniones, comunicados y acciones de calle, de tu presencia firme y noviolenta ante la policía, y de tu solidaridad constante con los insumisos encarcelados. Antes de todo eso, y también después, la campaña de objeción fiscal a los gastos militares, en los que tú y Marisol habéis seguido (...)