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Rosa Luxemburgo: Los límites de la socialdemocracia, el sindicalismo y el ciudadanismo

Sábado.23 de agosto de 2014 1040 visitas - 1 comentario(s)
Extractos de su obra "Reforma o Revolución" (1900). #TITRE

Socialdemocracia: dimisión de la revolución por la fe en los cambios graduales

"Cada constitución legal es producto de una revolución. En la historia de las clases, la revolución es un acto de creación política, mientras que la legislación es la expresión política de la vida de una sociedad que ya existe.

La reforma no posee una fuerza propia, independiente de la revolución. En cada periodo histórico la obra reformista se realiza únicamente en la dirección que le imprime el ímpetu
de la última revolución, y prosigue
mientras el impulso de la última revolución
se haga sentir. Más concretamente, la obra
reformista de cada periodo histórico se realiza únicamente en
el marco de la forma social
creada por la revolución. He aquí el meollo del problema.

Va en contra del proceso histórico presentar la obra reformista como una revolución
prolongada a largo plazo y la revolución como una serie condensada de reformas. La
transformación social y la reforma legislativa no difieren por
su duración sino por su
contenido. El secreto del cambio histórico mediante la utilización del poder político reside
precisamente en la transformación de la simple modificación cuantitativa en una nueva
cualidad o, más concretamente, en el pasaje
de un periodo histórico de una forma dada de
sociedad a otra.

Es por ello que quienes se pronuncian a favor del método de la reforma legislativa
en
lugar de
la conquista del poder político y la revolución social
en oposición a éstas,
en realidad
no optan por una vía más tranquila, calma y lenta hacia el
mismo
objetivo, sino por un
objetivo
diferente.

En lugar de tomar partido por la instauración de una nueva sociedad, lo
hacen por la modificación superficial de la
vieja sociedad. Siguiendo las concepciones
políticas del revisionismo, llegamos a la
misma conclusión que cuando seguimos las
concepciones económicas del revisionismo. Nuestro programa no es ya la realización del
socialismo
sino la reforma del
capitalismo;
no es la supresión del trabajo asalariado, sino la reducción de la explotación, es decir, la supresión de los abusos del capitalismo en lugar de
la supresión del propio capitalismo."

Sindicalismo: incapacidad de salir de los límites del capitalismo

"Pero el hecho es que la función más importante de los sindicatos (y quien mejor lo
explicitó fue el mismo Bernstein en
Neue Zeit
en 1891) consiste en darles a los obreros el
medio para realizar la ley capitalista del salario, es decir, la venta de su fuerza de trabajo al
precio corriente del mercado. Los sindicatos
permiten al proletariado utilizar a cada
instante la coyuntura del mercado. Pero estas coyunturas -(1) la demanda de trabajo creada
por el nivel de la producción,
(2) la oferta de trabajo creada
por la proletarización de las capas medias de la sociedad y la reproducción natural de la clase obrera y (3) el grado
momentáneo de productividad del trabajo- permanecen fuera de la esfera de influencia de
los sindicatos. Los sindicatos no pueden derogar la
ley del salario. En el
mejor de los casos,
bajo las circunstancias más favorables, pueden
imponerle a la producción capitalista el límite
“normal” del momento. No tienen, empero, el
poder de suprimir la explotación misma, ni
siquiera gradualmente."

Ciudadanismo: asimilación de toda la población a la burguesía

"Pero la palabra “burgués”, tal como la utiliza Bernstein, no es una expresión de clase
sino una noción social general. Fiel a su lógica hasta el fin, ha cambiado, junto con su
ciencia, política, moral y manera de pensar, el
lenguaje histórico del proletariado por el de
la burguesía. Cuando utiliza la palabra “ciudadano” sin distinciones para referirse tanto al
burgués como al proletario, queriendo, con ello, referirse al hombre en general, identifica al
hombre en general con el burgués, y a la sociedad humana con la sociedad burguesa."

  • Me parece que acierta de pleno cuando identifica a la sociedad actual con la burguesía y al individuo general con el burgués.
    Digamos que el que todos son (en general, más del 80%) burgueses. Y el que no es burgués quiere serlo, oposita a serlo, ergo es burgués también.
    Es como eso de "la casta política"; esta casta política es mucho más numerosa de lo que podría parecer. ¿Por qué? Porque hay una casta, digamos que una casta oficial, reconocible y luego existe a sus alrededores (alrededor de sus culos) toda una plaga de lameculos que oposita a convertirse en casta política (o casta sindical, pues también existe la casta sindical).
    En fin, y resumiendo: EL QUE NO ESTÁ CORRUPTO (admitamos que ser o querer ser un burgués ya es corrupción, en mayor o menor medida) QUIERE SER UN CORRUPTO, ES DECIR, GOZAR DE PRIVILEGIOS, DARSE LA GRAN VIDA A COSTA DE EXPLOTAR, SAQUEAR Y OPRIMIR A LOS MÁS DÉBILES, ETC.
    SALUD.