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Ocho mujeres afganas mueren en un bombardeo de la organización terrorista OTAN

Lunes.17 de septiembre de 2012 563 visitas Sin comentarios
Comprometido fin de semana para las fuerzas invasoras del país asiático. #TITRE

Ocho mujeres afganas murieron hoy y cinco más resultaron heridas en un bombardeo de la misión de la OTAN en Afganistán (ISAF) registrado en el este del país, según confirmó a Efe una fuente oficial.

Agencias

"Las fuerzas de la OTAN las atacaron en la zona de Nuralam, del distrito de Alingar, situado en la provincia oriental de Laghman", afirmó a Efe el portavoz provincial, Sarhadi Zuwak.

Según Zuwak, las mujeres se dirigían a un valle situado en el distrito para recoger cacahuetes para sus familias, y allí fue donde ocurrió el bombardeo. El ataque fue confirmado por un portavoz de la OTAN, Hagen Messer, que reconoció que tuvo lugar esta mañana.

"Sabemos que en un posible bombardeo de la OTAN han muerto entre cinco y ocho civiles de Alingar -dijo a Efe Messer-. Enviamos nuestras condolencias a las familias y ya hemos abierto una investigación".
Cada año mueren en Afganistán varios miles de civiles víctimas del conflicto, la mayoría por acciones de los talibanes, pero las muertes achacables a las fuerzas de la OTAN han suscitado fuertes tensiones con las autoridades afganas.

A mediados de junio, el presidente afgano, Hamid Karzai, llegó a afirmar que los bombardeos de la OTAN en las áreas residenciales estaban "completamente prohibidos", incluso en el caso de que las tropas extranjeras fueran objeto de ataque.

Según la ONU, el año pasado perdieron la vida 3.021 civiles en sucesos violentos en el país asiático, la cifra más alta desde que el organismo multilateral empezara a contabilizar este tipo de datos hace cinco años.
Las tropas de la OTAN están inmersas en pleno proceso de retirada del país, y tienen previsto concluirlo en el año 2014, pese a que los insurgentes talibanes han intensificado sus acciones bélicas en los últimos años.


Agónico fin de semana de la OTAN en Afganistán

Los talibanes destruyen seis aviones Harrier y abaten a seis soldados en patrullas conjuntas

Los aliados matan a ocho afganas por error

EEUU suspende el entrenamiento de nuevos reclutas

Ricardo Martínez de Rituerto. Bruselas

La presencia de la OTAN en Afganistán de aquí a finales de 2014 lleva camino de convertirse en una lenta agonía ante un enemigo crecido y cada vez más capaz de dar golpes como los de este fin de semana, que comenzó con el audaz y efectivísimo ataque del viernes a una base británica en el sur del país, donde murieron dos soldados aliados y fueron destruidos seis cazas Harrier, y concluyó con otro ataque de talibanes infiltrados que costó la vida cuatro soldados de Estados Unidos. Entre medias, las fuerzas aliadas mataron a “entre 5 y ocho civiles”, mujeres, según fuentes locales afganas, en una operación contra los talibanes que por causar bajas civiles se vuelve contra la OTAN.

Un comunicado de ISAF (Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afganistán, que dirige la OTAN) ha reconocido este domingo en Kabul las dimensiones del espectacular ataque del viernes a la superbase británica de Camp Bastion, en la provincia meridional de Helmand, adonde acaba de llegar como piloto de helicópteros el príncipe Enrique. Los hechos hablan por sí mismos: seis cazabombarderos Harrier destruidos, dos gravemente dañados, tres instalaciones de aprovisionamiento arrasadas y seis hangares muy afectados. Cifras a añadir a las ya previamente anunciadas de dos soldados muertos y nueve heridos en un golpe realizado por quince talibanes perfectamente equipados que actuaron como la precisión de un comando, sólo uno de cuyos miembros pudo sobrevivir al asalto.

Los analistas valoraban lo significativo del golpe, ejecutado por hombres vestidos con uniforme del Ejército de Estados Unidos. “Esto les da mucho crédito. Demuestra que pueden alcanzar el objetivo que quieran cuando quieran”, comenta a France Presse Waheed Mujdah, un extalibán convertido en analista, según el cual estamos ante un ataque “bien preparado, no realizado a ciegas por unas fuerzas que han aprendido a conocer al enemigo y que saben utilizar equipamiento avanzado”.

Otros medios hablan de la existencia de cómplices en Camp Bastion, lo que no haría sino agravar la situación y profundizar una desconfianza aliada que ya ha llevado a Estados Unidos a suspender la formación de policías y soldados afganos.

A falta de confirmarse esta posible infiltración talibán en Camp Bastion, este domingo se ha anunciado la muerte de cuatro solados americanos y un policía afgano en un puesto de control mixto de la provincia de Zabol, también en el sur del país. A la petición de ayuda respondió otra patrulla que al llegar encontró sólo a dos soldados americanos con vida. Otros cinco policías afganos habían desaparecido. Ya el viernes en Helmand dos militares británicos murieron tiroteados por un policía afgano a la vuelta de una patrulla conjunta.

Estas muertes llevan por encima de 50 el número de bajas mortales en lo que va de años entre las fuerzas de ISAF dedicadas a la formación de policías y soldados afganos, los hombres llamados a sostener al Gobierno de Kabul cuando ISAF desaparezca el 31 de diciembre de 2014. Ya había habido incidentes de este tipo antes, con el aldabonazo de enero por la muerte de cuatro soldados franceses y las heridas a otros 15 en la provincia de Kapisa, no lejos de Kabul, pero lo que hasta entonces eran ataques aislados pasaron a convertirse en una declarada estrategia talibán tras la quema de algunos ejemplares del Corán en la base de Bagram el pasado mes de febrero.

Incidentes de raíz religiosa como aquellos, unidos a ataques con víctimas civiles afganas , han emponzoñado una relación crecientemente distante entre Kabul y los aliados, por una parte, y entre los aliados y parte de la población afgana por otra. ISAF se esfuerza al máximo por evitar semejantes incidencias y este año la cifra de muertes civiles es apenas la mitad de las registradas el año pasado, aunque ya superan las 200 personas.

A la lista se añadieron, según fuentes afganas, ocho mujeres muertas el sábado en un ataque aéreo en la provincia oriental de Laghman, en el que otras tantas resultaron heridas. ISAF ha sido rápida en reconocer su responsabilidad en la muerte de “entre cinco y ocho” civiles en el curso de una operación en la “murieron muchos otros rebeldes”. Las muertes a alba de estas mujeres que iban a recoger leña llevó a decenas de afganos, según tesigos, a manifestarse el domingo ante el gobierno provincial con gritos de “¡Muera Estados Unidos!”, “¡Mueran los judíos!”.

El País


La OTAN reconoce la destrucción de 6 aviones en el ataque talibán contra Camp Bastion

Agencia EFE

Kabul, 16 sep (EFE).- La misión de la OTAN en Afganistán (ISAF) reconoció hoy que perdió seis cazas en el transcurso del ataque talibán del viernes contra la base de Camp Bastion, donde está destinado el príncipe Enrique de Inglaterra.

"Seis cazas AV-8B Harrier quedaron destruidos y dos sufrieron daños significativos. Tres puestos de carga de combustible también quedaron destruidos y seis hangares sufrieron algunos daños", explicó hoy la organización militar en un comunicado.

La ISAF aseguró que el ataque comenzó el viernes por la noche y que estuvo "bien coordinado", y reconoció que los agresores, "al menos 15", se organizaron en tres equipos y lograron penetrar en el perímetro de la base en un punto.

"Estaban bien equipados y entrenados. Vestían uniformes del Ejército de EEUU y estaban armados con rifles automáticos, lanzagranadas y chalecos explosivos", afirmó la ISAF en su nota.

De acuerdo con la versión oficial, las tropas internacionales mataron a catorce insurgentes e hirieron a otro que fue detenido, mientras que en su bando murieron dos soldados y otras nueve personas -ocho militares y un civil- sufrieron heridas.

La base Camp Bastion, defendida por militares británicos y de EEUU, se encuentra en el distrito de Washer, en la conflictiva provincia de Helmand, uno de los bastiones de los insurgentes, que atribuyeron la acción a una "venganza" por el vídeo contra Mahoma.

"Ha sido un acto de venganza contra el vídeo anti-islámico realizado en Estados Unidos", explicó a Efe este sábado un portavoz de las milicias insurgentes, Mohamed Yusuf Ahmadi.

Los talibanes habían llamado a vengar el vídeo sobre Mahoma que ha generado amplias protestas en el mundo musulmán, aunque el gobierno afgano bloqueó Youtube para impedir su difusión y este viernes hubo solo pequeñas protestas en el este del país.

De acuerdo con medios británicos, en Camp Bastion está destinado el príncipe Enrique de Inglaterra, que resultó ileso, en la que es su segunda estancia militar en Afganistán, donde está en marcha el proceso de repliegue de las tropas internacionales.

Los talibanes luchan por derrocar al Gobierno afgano y lograr la salida inmediata de las tropas internacionales desplegadas en el país con vistas a implantar un régimen fundamentalista islámico, como ya hicieron entre los años 1996 y 2001.

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