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No más dinero para los militares

Martes.3 de octubre de 2017 361 visitas Sin comentarios
Correo Tortuga - Insurge. #TITRE

Acto castrense con parada militar en Siero. 128 militares anuncia el cuartel, en una jura de bandera civil, que el Ministerio de Defensa tiene programadas por toda la geografía del país, como parte de la propaganda propia, que es extensa, continuista y reiterativa sobre los valores militaristas.

Cierto es que en esas actividades no se suele hablar de lo que la ministra Cospedal acaba de prometer y reiterar en Washington, de aumento del presupuesto militar, tal como exige el presidente Trump.

Un gesto de sumisión y de ausencia de soberanía que traerá mayores males a nuestra tierra: a más gastos militares, menos para necesidades sociales atendidas.

Pero es que el presupuesto militar ya está en 33.762 millones, casi un 10% más alto que el año anterior. Y la deuda militar, por compra de armas, está en más de treinta mil millones. (Ahora también los militares compitiendo por puestos de trabajo civiles, en los exámenes del carné de conducir.)

Que haya paz. Es nuestra propuesta.

Y para ello contribuyamos a fortalecerla, a promoverla, con valores de paz.

Rechacemos la propaganda belicista, en los colegios, en nuestras calles.

“Toda persona tiene derecho a recibir una educación en la paz y los derechos humanos, fundamento de todo sistema educativo, que contribuya a generar procesos sociales basados en la confianza, la solidaridad y el respeto mutuo, facilite la solución pacífica de los conflictos y ayude a pensar de una forma nueva las relaciones humanas”: artículo 2 de la Declaración de Luarca sobre el Derecho Humano a la Paz, promovida por AEDIDH. Considerando que:

- La construcción de una cultura de la paz es un proceso en el que la educación formal tiene un papel importante en tanto que incide desde las aulas en la construcción de los valores de quienes serán futuros ciudadanos y ciudadanas.

- Las escuelas deben ser transmisoras de conocimiento y valores positivos, nunca instrumentos de propaganda.

- La presencia del ejército en la escuela es abiertamente contraria a los principios que se promulgan en la ley orgánica para la mejora de la calidad educativa.

- La educación para la paz es un proceso permanente que ha de tener su reflejo en todo proceso educativo.

Porque la guerra no es un juego.

En los últimos diez años el 80% de las víctimas de las guerras se registran entre la población civil. La destrucción y el horror quiebran cualquier posibilidad de resistencia. La consecuencia inmediata es la destrucción de infraestructuras, viviendas, recursos, vidas... y la población es condenada al hambre y la miseria. Solicitar asilo o refugio –en definitiva, protección– en un país extraño es la última posibilidad de supervivencia de miles de personas. Sin embargo, una Europa cómplice, una Europa fortaleza, incumple sistemáticamente sus obligaciones y responsabilidades jurídicas, desde la Declaración de Derechos Humanos hasta la Convención de Ginebra, dejando en la estacada a miles de personas en la peor crisis de desplazados desde la II Guerra Mundial.

Se destinan millones de recursos para la gestión y ejercicio de la guerra, la violencia y el asesinato, pero no nos prepararan para asumir sus consecuencias, como esta crisis de refugiados está demostrando.

El gasto militar mundial crece a un ritmo de más de 1,5 billones de euros anuales.

El gasto militar español total final es de 17.465 millones de euros, tres veces superior al presupuesto presentado por el Ministerio de Defensa.

A ello se añade el gasto municipal propiciado por el desfile militar del 30 de septiembre.

Porque los ejércitos no son ONG ni mucho menos, defendemos el fomento de una cultura de paz a través de la investigación y educación por la paz, así como una acción humanitaria y cooperación desmilitarizadas. La propaganda del Ministerio de Defensa es engañosa, desprende una imagen idílica de la vida militar y edulcora el papel de las fuerzas armadas españolas en los conflictos bélicos.

En los medios se ha anunciado que más de 120 militares tomarán las calles de Siero arropados por el Alcalde; su acuartelamiento ya ha tenido escándalos públicos relacionados con el adoctrinamiento de niños y niñas en el uso de imágenes con armamento que ha tenido respuesta en la comunidad educativa, y en el Consejo Local de Solidaridad de Siero: la propaganda militar preparada en nuestras calles supone una incentivación de la guerra y de los valores militaristas que chocan con las necesidades cotidianas de la población.

Lo dicho: dejemos de alimentar la guerra, de propiciar y opacar la venta de armamento, por ejemplo a Arabia Saudí.

Lo dicho, sí: ¿gastos y exhibiciones militares? No. Mejor destinarlo a las necesidades sociales: por ejemplo, escuelas, pensiones y hospitales.

Javier Arjona

Pola de Siero