"Mercaderes de la muerte made in Euskadi. La industria militar en Euskal Herria" - Tortuga
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"Mercaderes de la muerte made in Euskadi. La industria militar en Euskal Herria"

Miércoles.21 de enero de 2009 1362 visitas - 2 comentario(s)
Nuevo libro de Gasteizkoak #TITRE

La gente de Gasteizkoak vuelven a rizar el rizo con un libro sobre la industria militar en Euskal Herria. Es pecado mortal no tenerlo

En este caso el libro es el siguiente:


Título:
"Mercaderes de la muerte made in Euskadi. La industria militar
en Euskal Herria"
Autoría: Colectivo Gasteizkoak
Edita: Zapateneo
Fecha edición: diciembre 2008
Nº Páginas: 336
PVP: 10 euros

Precio a colectivo y distribuidoras:
- para pedidos a partir de 5 ejemplares, 7,50 euros
- para pedidos de más de 25 ejemplares, 6 euros

Para realizar pedidos: http://zapateneo.net

INTRODUCCIÓN

Hace ahora 10 años que desde el Colectivo Gasteizkoak publicábamos el dossier La industria militar en Euskal Herria. Ese trabajo se fijaba como objetivo:

“intentar cubrir un vacío, demasiado escandaloso ya, tanto en las publicaciones y datos oficiales, como en los medios de comunicación en general, esto es, comenzar a responder a las siguientes preguntas: ¿qué dimensión tiene la llamada ‘industria de defensa’ en Euskal Herria?, ¿qué empresas la componen, dónde están ubicadas y qué tipo de materiales producen?

Una década después algunas de esas cuestiones han cambiado mucho. Así, entre los cambios habidos cabe señalar que cerca de 60 empresas de las casi 90 que incluíamos en aquel trabajo hoy ya no existen y que incluso algunos de los sectores más desgraciadamente históricos y representativos de la industria militar vasca han desaparecido con ellas. Pero, por el contrario, además de las que continúan, han surgido otro medio centenar de empresas –y con ellas se han reforzado algunos sectores o creado nuevos- que siguen haciendo de la industria militar vasca un auténtico cáncer social.

Esta cuestión por sí sola era motivo suficiente para intentar acometer la tarea de poner al día el vergonzoso mapa de la industria para la muerte y la guerra made in Euskadi. Pero además en este nuevo trabajo queríamos poner sobre la mesa algunas otras cuestiones que quedaron pendientes en el primero y que nos parecen básicas para poder conocer la cruda realidad de la industria militar vasca.

Son cuestiones como ¿cuál es la dimensión del apoyo que desde las Administraciones Públicas reciben las empresas de armamento vascas en forma de subvenciones directas, préstamos, créditos, avales, ventajas fiscales, cesiones de terrenos, apoyos políticos…? ¿Qué tipo de implicaciones en la industria militar tienen las Universidades y otros Centros de Educación, tanto en las tareas de Investigación, Desarrollo e innovación (I+D+i) de la producción de material militar y armamentos como en otro tipo de ámbitos de la relación Universidad-Empresa?. ¿Cuáles son los bancos y cajas de ahorro que sin ningún tipo de escrúpulo se benefician de que surjan guerras y conflictos que aumenten los beneficios de las empresas de producción militar donde tienen sus inversiones? ¿Qué estrategias siguen en la actualidad estos mercaderes de la muerte que conforman la industria vasca de armamentos para intentar lavar su imagen ante la sociedad presentándonos su producción casi como humanitaria?…

A estas cuestiones tratamos de contestar en este trabajo pero siendo conscientes de dos limitaciones: la que supone la falta de información –o, a veces, en el otro extremo, su exceso- que sobre muchos de estos temas existe; y las propias carencias de nuestro colectivo, formado por gentes antimilitaristas sin conocimientos –ni pretensión- como para realizar la profusa labor de investigación financiera que muchas de estas cuestiones requerirían.

Precisamente por ello queremos insistir desde la propia introducción de este trabajo en algo que nos parece básico tener continuamente presente: nuestra experiencia en el trabajo de seguimiento a la industria militar –en nuestro caso la vasca- nos ha enseñado con reiteración que por mucho que creamos conocer su realidad, por muchos datos que reunamos, por muchas informaciones que recopilemos… estamos lejos de conocer tan siquiera la mitad de lo que hay. Por eso hay que tomar con mucha cautela los datos y cifras que, a menudo, con tanta ligereza se manejan. Podríamos decir que tanto en número de empresas, como en cifras de producción, plantilla, subvenciones, vinculaciones con entidades financieras, etc. etc. … probablemente sean todas las que están, pero están muy lejos de estar todas las que son. Y dar por buenos unos datos y cifras que reflejan la realidad conocida, pero ocultan la desconocida, no es sino colaborar al maquillaje de la industria militar.

* * * * * *

Pero al igual que en estos diez años hay muchas cosas que han cambiado alrededor de la industria militar vasca, hay otras que, desgraciadamente, siguen estando prácticamente como estaban.

Por ejemplo, en nuestro trabajo de 1998 al objetivo ya comentado uníamos una pretensión:
“Nuestra pretensión no es simplemente la del conocimiento público de este auténtico cáncer social que padece Euskal Herria y que se nos trata de ocultar (y que la propia sociedad vasca en muchas ocasiones prefiere ignorar), sino, denunciando su existencia, ayudar a poner en marcha los mecanismos sociales y políticos necesarios para acabar con él.

Pues bien, pensamos que en ninguna de estas cuestiones se ha avanzado palpablemente, cuando no se ha retrocedido.

Por un lado, mientras los poderes públicos en esta última década han adoptado como algunas de sus principales etiquetas-disfraz una pretendida pose pacifista y una aparente vocación humanitaria (tan falsas ambas como las que representa la obscena denominación de los ejércitos imperiales actuales como ejércitos humanitarios), como vamos a tener ocasión de comprobar en las siguientes páginas, al mismo tiempo esos poderes públicos son uno de los pilares básicos que sustentan la industria para la guerra. Ni uno solo de los partidos políticos con algún tipo de responsabilidad pública ha dado en estos 10 años paso concreto alguno (al margen de declaraciones) para acabar con la industria militar vasca o, al menos, dejar de favorecerla. Es más, incluso cuando instados por cierta presión social han aprobado alguna medida concreta (por ejemplo, dejar de subvencionarla), la han incumplido con reiteración y alevosía.

Por lo que se refiere a la esfera sindical, tampoco se ha avanzado. La reivindicación de las organizaciones sindicales con respecto a la industria militar se centra en las mejoras salariales, la oposición a los despidos y el rechazo a la deslocalización de la producción de las empresas. Es decir, la misma política que preside la acción sindical actual en cualquier sector, lo que ocurre es que parecen olvidar que la defensa del sector industrial militar tiene una relación directa con la defensa de las guerras como forma de resolución de conflictos y de las muertes indiscriminadas que conllevan. Eso sí, esas guerras y muertes probablemente no vayan a ocurrir por estas tierras (de momento) y la solidaridad parece un valor olvidado en las actuales organizaciones sindicales que anteponen a ella la continuidad de los puestos de trabajo de quienes trabajan en la industria militar (y, claro, sus votos).

Socialmente el panorama no es mucho más alentador. En esta década hemos asistido a más o menos numerosas y potentes convocatorias sociales como forma de rechazo a algunas (las más mediáticas) de las guerras y conflictos que han tenido lugar, pero observando con tanto asombro como repugnancia que esas movilizaciones y llamadas a la movilización se negaban a incluir entre sus reflexiones y denuncias la más mínima referencia a nuestra responsabilidad directa como pueblo en esas guerras por –entre otras cosas- seguir manteniendo sin cuestionar la propia industria militar vasca.

Finalmente, es evidente por lo comentado hasta ahora que igualmente quienes no hemos sabido hacer el trabajo de denuncia de la industria militar que nos correspondía hemos sido las propias gentes antimilitaristas. Las de Gasteizkoak las primeras. Probablemente buena parte de nuestro error consista en pensar que nuestra lectura de lo que supone la industria militar vasca es algo tan evidente que no requiere de trabajo explicativo, sino simplemente denuncia (con datos o con acciones) y la evidencia nos enseña que no es así.

Pero ese trabajo pedagógico que sin duda debemos acometer no puede llevarnos tampoco a dulcificar nuestras denuncias para hacerlas más digeribles, ni a renunciar a poner blanco sobre negro que, por ejemplo, para masacrar con bombazos inteligentes a las poblaciones, tan imprescindibles son quienes participan en parte de las labores de desarrollo y fabricación de los cazabombarderos que las transportan como quienes fabrican las propias bombas. Ambas se necesitan mutuamente. Renunciar a hacer entender esto a las poblaciones es quedarse en la denuncia de los efectos especiales de las películas de guerra que desde los poderes se nos venden, pero no hacer frente a lo que supone realmente la industria militar.

* * * * * *

A pesar del hincapié realizado en la autocrítica que señalan los párrafos precedentes, seguimos confiando en las capacidades del antimilitarismo y, lo que es verdaderamente importante, en que como en ocasiones anteriores nuestra sociedad –la gente de a pie- termine haciendo suya la denuncia de la industria militar vasca y exigiendo su desaparición como principal forma de oposición a las guerras y, sobre todo, de solidaridad con las gentes que las padecen.

Con el objetivo de ayudar en esa tarea hemos elaborado este trabajo. Nuestra intención principal ha sido poner en manos de la población en general –y en particular del movimiento antimilitarista- una serie de datos recopilados durante todo este tiempo, pues creemos mucho más práctico en la lucha por la abolición de la industria militar el conocimiento popular de los mismos que el que sigan almacenándose en el disco duro de Gasteizkoak.

Pero a esa serie de datos hemos querido sumarle, y esta es la Primera parte del trabajo, unas cuantas reflexiones y denuncias, estas últimas, en la medida que nos ha sido posible avaladas con otro tipo de datos.

Así, quien se disponga a leer este trabajo encontrará en primer lugar -como forma de intentar entender mejor los producidos en la vasca- un breve análisis introductorio sobre los principales cambios habidos en la industria militar internacional y española en ésta última década,. Como el trabajo de Gasteizkoak se centra en esa realidad vasca, para esta tarea hemos solicitado una vez más la colaboración de nuestro colega José Toribio Barba –Tor- con quien desde hace años venimos compartiendo reflexiones, puntos de vista, análisis, contenidos… y cuyos trabajos han servido con frecuencia de fuente o inspiración para los nuestros. Sus aportaciones en esta ocasión –parte de un interesantísimo trabajo mucho más amplio que lleva elaborando desde hace tiempo- las consideramos esenciales para saber analizar el contexto general de la industria militar actual.

Tras ello con el Capítulo II llega el análisis de los numerosos cambios habidos en la industria militar vasca desde 1998, seguidos de un intento de dimensionar a grandes rasgos la realidad de esa industria hoy en día.

El Capítulo III lo dedicamos a analizar uno a uno los siete subsectores en que se divide la fabricación para la muerte made in Euskadi, considerando la importancia de cada subsector, las principales empresas que de él forman parte y los programas militares más importantes en los que se haya inmerso.

Algunos de los retos más importantes que nos suponía este trabajo probablemente estén recogidos en el Capítulo IV. En él intentamos abordar cuestiones como las subvenciones y ayudas oficiales a la industria militar vasca; las implicaciones de Universidades y otros Centros Educativos; las estrategias de lavado de imagen que utilizan las empresas de producción militar; algunas de las principales implicaciones de bancos y cajas de ahorro en el negocio de los mercaderes de la muerte –con especial dedicación, como no podía ser menos, al BBVA-, y para acabar abordamos las denunciables conexiones entre la clase política (antiguos altos cargos designados por los partidos gobernantes) y las empresas del sector militar.

Finalizamos esta Primera parte con unas breves reflexiones sobre el manido tema de las alternativas a la producción militar industrial.

La Segunda y más extensa parte, como ya ha quedado dicho, se centra en aportar los datos conocidos sobre cada una de las empresas que componen la industria militar vasca. A diferencia de en el trabajo de hace 10 años, en este hemos dejado a un lado aquéllas que se dedican a la llamada industria auxiliar de defensa -es decir, las que suministran vestuario, víveres, mobiliario…- para centrarnos en las que participan en cualquier escala en la producción de armamentos o material militar y de seguridad.

Igualmente, y ante la cantidad de datos existentes, para no saturar a nadie, hemos decidido eliminar todas las referencias técnicas que no consideremos básica a las distintos productos militares –referencias técnicas que nosotras mismas a menudo no entendemos-. No obstante si por alguna razón alguien las precisase puede buscarlas en la red o solicitárnoslas.

La información sobre las empresas recoge desde su ubicación y algunos datos generales –tipo de producción, historia de la empresa, propietarios, resultados económicos en los últimos años…- hasta las participaciones concretas de cada una de ellas en la industria militar. Lógicamente la extensión de estas informaciones las hemos adecuado a la importancia de cada empresa en el sector militar vasco.

A estas fichas informativas le hemos añadido también los datos que corresponden a cada empresa sobre subvenciones recibidas, colaboraciones con centros educativos, campañas de lavado de imagen llevadas a cabo… informaciones éstas que aunque ya se recogían conjuntamente en la Primera parte nos ha parecido útil que aparezcan en la ficha individualizada de cada empresa.

Finalmente, en los Anexos presentamos las clasificación de las empresas recogidas por distintos criterios (sectores o herrialdes a los que pertenecen) con el fin de facilitar la búsqueda a quienes probablemente centren su atención en alguno de estos criterios.

* * * * * *

La realización de este trabajo respondía en parte a intentar saldar una deuda pendiente con el movimiento antimilitarista vasco que desde hace tiempo venía reclamando una actualización de los datos sobre la industria militar vasca. No obstante queremos dejar claro que, a nuestro parecer, este tipo de trabajo no deben recaer sólo en personas o grupos concretos que terminen convirtiendo en especialistas de la materia, generándose así una cierta dependencia poco sana a nuestro juicio. Insistimos una vez más en que en Gasteizkoak no hay gente especialmente formada para realizar esta cuestión y que cualquiera podría realizarla. Es más, a menudo son las gentes de cada localidad las que más y mejor información –y de manera más sencilla- pueden recoger sobre las empresas localizadas en sus pueblos y ciudades.

En cualquier caso, como venimos reiterando desde hace años, si cualquier persona o grupo interesada en trabajar la cuestión considera interesante contrastar con Gasteizkoak métodos o informaciones, no tiene más que decirlo, hace mucho que nuestro deseo es que surjan tantos “koak”-tantos grupos o personas trabajando el antimilitarismo- como localidades hay en nuestra Euskal Herria y recojan ellos el reto de la realización del próximo informe sobre la industria militar vasca, a ser posible antes de otros 10 años.

En la tarea de abolir la industria militar todas, la personas antimilitarista y las que posean una mínima conciencia social, tenemos todavía una inmensa tarea por delante. En la medida que la abordemos iremos consiguiendo que nuestro rechazo a las guerras pase de las palabras a los hechos, y que nuestra solidaridad se base más en impedir nuevas muertes producto de material militar made in Euskadi que en lamentar las masacres y asesinatos que gracias a ellas se cometan. La elección es nuestra.