Margalló Ecologistes en Acció recoge cientos de colillas, plásticos, y botellas de vidrio de la playa de El Pinet, Elx

i. j. iniesta

El colectivo realiza un estudio exhaustivo del tipo de basura que se esparce.

Colillas, trozos de plástico arrastrados por las aguas, tapones, envoltorios, y, peor aún, botellas enteras de vidrio procedentes de botellones en la playas que los usuarios más incívicos dejan allí abandonados en lugar de trasladarlos a las papeleras. Todo esto es lo que recogieron ayer una veintena de voluntarios del colectivo Margalló Ecologistes en Acció que se reunieron en la playa ilicitana de El Pinet en la pedanía de La Marina. Una labor difícil, sobre todo a pie de arena, donde las colillas, y pequeños trozos de plástico se entremezclan con la arena hasta quedar enterrados. Por tanto, los voluntarios tuvieron que examinar prácticamente palmo a palmo la superficie, una ardua labor que requirió buena parte de la mañana.

De hecho, el grupo se dividió en tres, para acotar perímetros de limpieza en la playa, las dunas y el camino. La labor de playa fue tan ardua, precisamente por la necesidad de ir rebuscando entre la arena para coger las colillas y trozos de plástico más pequeños, que los equipos del camino de acceso a la playa de El Pinet y los que se encontraban en las dunas, terminaron antes de que los de playa alcanzaron la mitad del recorrido

La labor del colectivo contrastó con la jornada de playa de ayer, que pese al fuerte viento reunió a numerosos bañistas, que observaban con extrañeza esta limpieza. Una forma también de concienciar a los usuarios de la importancia de mantener limpias las playas a incluso despertar un sentimiento de culpa entre ellos. «Recogemos siempre las cosas más evidentes pero es cierto que alguna colilla, un trocito de algo, siempre queda, y cuando los ves así, todos juntos, hace ver que aún hay que ser más quisquilloso con la limpieza, ver que no queda nada cuando te vas», apuntó ayer uno de estos bañistas.

El resultado fueron bolsas y bolsas de restos de basura. Si bien en su mayoría se trató de pequeños fragmentos y colillas, que por su tamaño son las que suelen pasar desapercibidas para los servicios de limpieza, también llama la atención cómo en las playas se abandonan desde botellas de plástico y vidrio, hasta bastoncillos del oido, compresas o pañales, señala una de las voluntarias.

La jornada de ayer sirvió ya no solo para hacer una limpieza en cuanto a cantidad, sino para llevar a cabo un estudio conjunto en el que colaborarán con agrupaciones de toda España de Ecologistas en Acción para detectar aquellos restos de basura más frecuentes y cómo mejorar las actuaciones para erradicarlos.

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