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El problema de los niños-soldados en África

Viernes.31 de diciembre de 2004 16311 visitas - 1 comentario(s)
Revista PANGEA #TITRE

PANGEA Internet Solidario

Por María Florencia Simielo

Observatorio de Conflictos, Argentina

http://ar.geocities.com/obserflictos

La participación de niños en conflictos armados es una
realidad que muchas veces pasa desapercibida para la
opinión pública internacional. Lo cierto es que miles
de niños son reclutados por ejércitos regulares y por
grupos paramilitares o guerrilleros para la lucha
armada. Uganda, Burundi, Costa de Marfil, República
del Congo, Sierra Leona, Sudán, Somalia están siendo
escenario de conflictos bélicos internos en los que
los niños son utilizados como soldados.

En su mayoría son menores de 15 años, y existen datos
que indican que también son reclutados niños de hasta
7 y 8 años, violando de esta manera lo establecido por
los organismos internacionales que intervienen en
cuestiones de derechos humanos. Las tareas a los que
son sometidos son muy variadas: carga de armamento,
municiones y víveres, guardaespaldas de los
superiores, entre otras cosas, y lo que es peor aún de
"avanzadilla" para detectar campos minados y así
evitar la mutilación o muerte de un soldado más "útil"
(1).

No sólo los varones son obligados a integrarse a estos
grupos, las niñas generalmente son utilizadas como
"esclavas sexuales"(2) y sometidas a abusos y
vejaciones de todo tipo.

* RECLUTAMIENTO

Para Amnistía Internacional, la razón por la cual se
recluta a niños es por considerarlos "baratos y
prescindibles"(3) , además de ofrecer una obediencia
incondicional (4). La mecánica que siguen estos grupos
armados habitualmente es la del secuestro. Éste se
lleva a cabo en escuelas, orfanatos, centros de
refugiados y barrios marginales, en forma abierta y
deliberada. Luego, son enviados a campos de
instrucción en donde los entrenan en tácticas de
guerra, y después de un corto tiempo ya son puestos en
el frente de combate.

Pero es necesario destacar que, paralelamente al
reclutamiento forzoso, existe el reclutamiento
voluntario: "Se sabe de niños que han ingresado
voluntariamente en las filas del ejercito o de grupos
políticos armados tras haber sido apartados de su
familia y verse expuestos a la pobreza y a la quiebra
de servicios sociales básicos como los centros
educativos y de salud." (5). Existen cuestiones
económicas, políticas y sociales que juegan un papel
crucial en estos países, donde la infancia está
permanentemente amenazada en todos los niveles, en el
social como en el individual, en donde no se esta
respetando ninguna protección a los derechos humanos y
del niño; y donde los esfuerzos por ponerlas en
práctica muchas veces no alcanzan o son inadecuados.
Un ejemplo de esta situación es Uganda, que a pesar
que en los últimos tres años ha aumentado su
crecimiento económico con una suba de su PBI en más de
un 8% , su población se vio desplazada en gran numero
por la sublevación que sufre el norte y el este del
país.

"La rebelión de 18 años contra el gobierno encabezada
por el Ejército de Resistencia del Señor (...) ha
obligado a más de 1.6 millones de ugandeses, la mitad
de ellos niños, a huir. El número de personas
internamente desplazadas casi se ha triplicado desde
el 2002. Los ataques sobre objetivos civiles
vulnerables continúan y son efectuados por niños mucho
mas jóvenes que sus victimas"(6). La migración de la
población con el fin de salvarse de los ataques del
LRA afecta de igual manera a la economía del país, los
campos se encuentran diezmados, las reservas son
insuficientes y el sistema médico sanitario se
derrumba. La situación empeora cada vez más, se
solicitaron $130 millones para hacer frente a esta
catástrofe pero sólo se recibió el 10%. Durante la
noche familias enteras abandonan sus hogares para
buscar refugio más seguro en las ciudades con el
objetivo de evitar que secuestren a los niños, y
emprenden el regreso al amanecer; comúnmente se los
llama "viajeros nocturnos".

Con motivo de celebrarse el 16 de junio el
Día del Niño Africano, Unicef hizo un llamado para
recordar la catástrofe de los niños ugandeses y la de
todos los niños africanos alistados por la fuerza en
los grupos armados.

* CONSECUENCIAS FÍSICAS Y PSÍQUICAS EN LOS NIÑOS
SOLDADOS

Son diversas las secuelas que dejan en los niños su
participación en conflictos armados, como
malformaciones, enfermedades venéreas y otras de
transmisión sexual como HIV, a causa de los continuos
abusos y violaciones. Las niñas son las víctimas más
frecuentes de esto, soportando embarazos no deseados,
abortos naturales y provocados, también anemia y
hemorragias. La adicción a las drogas es otro flagelo,
muchos niños son obligados a consumir cocaína, crack y
otras sustancias como la heroína, con las que pierden
el temor de combatir y así cometen crímenes atroces.
Liberia es un país en donde este problema ha pasado a
tener mayor envergadura, "... ha experimentado
combates intermitentes de guerra civil, desde el año
80, aunque el conflicto mas reciente comenzó en
diciembre de 1998. Desde ese momento, sustancias como
la cocaína y la heroína, que casi no habían sido
vistas en Liberia, pasaron a ser comunes.

La gente que introduce de contrabando las drogas en el
país se aprovecha de sus fronteras frágiles, y del
hecho de que la lucha ha minado los controles a la
inmigración. La producción local también desempeña su
papel: desde antes de la guerra, la ciudad central de
Palala estaba llamada a ser el área principal de
cultivo de marihuana."(7)

Las minas anti-persona provocan la mutilación de
piernas y brazos, de acuerdo a este último dato "se
calcula que las minas matan a unas 26.000 personas al
año."(8) Las consecuencias psíquicas son gravísimas y
entre ellas pueden contarse: el miedo permanente, el
insomnio, la violencia desmesurada, el sentimiento de
culpa y el temor al rechazo. Además su nivel de
comprensión se ve disminuido, no tienen pautas de
conducta, y la jerarquía militar se encuentra muy
internalizada en estos niños: "Cuando se les
desmoviliza suelen llevar ya mucho tiempo luchando y
la guerra ha pasado a ser su forma de vida. El grupo
armado es su referencia y les proporciona
seguridad."(9)

* REHABILITACIÓN

Los planes para la rehabilitación de los ex niños
soldados son llevados a cabo por instituciones a nivel
nacional e internacional, en centros de reeducación
como el que se encuentra en Lakka, a 30 km. de
Freetown. Este centro funciona desde 1999, está
dirigido por misioneros javerianos y cuenta con
alrededor de 200 niños entre 6 y 18 años de edad, ex
combatientes de Sierra Leona, lugar en el que se
desató una guerra en la que las fuerzas
gubernamentales y los grupos rebeldes se disputaban el
control de los diamantes. Después de una década de
enfrentamientos armados el saldo fue enorme, el 30 %
de la población fue desplazada, y la pobreza rebaso
sus límites.

Al terminar esta guerra, la reinserción social de
estos niños fue muy difícil. En muchos casos hasta sus
propias familias habían sido victimas y testigos de
los crímenes que fueron obligados a cometer por el RUF
(Frente Revolucionario Unido). Por esta razón muchos
fueron rechazados y abandonados.

El objetivo de este proyecto de reeducación javeriano
esta dirigido a la recuperación de la autoestima, el
aprendizaje de pautas de comportamiento y la
reincorporación a las escuelas, la capacitación
laboral y la educación sexual. . Entre las actividades
que realizan los niños, la pesca es lo que les permite
alimentarse, y en la escuela se entrenan como
mecánicos y carpinteros. La ayuda económica que
recibe este centro viene por parte de Unicef y algunos
particulares, además cuenta con la atención
psicológica de dos profesionales.

El padre Cherma Caballero es quien dirige el centro y
dice: "Son niños que nunca tuvieron infancia; ahora
comienzan a recuperar ese niño que llevan dentro;
carecen de capacidad de discusión: no hay escala de
enfado, pasan de nada a todo."(10).

Dentro de los problemas que persisten en la comunidad
de rehabilitación, las drogas y las relaciones
sexuales sin protección figuran entre las principales
preocupaciones del padre Caballero, algunos siguen
consumiendo marihuana local y es frecuente el embarazo
no deseado. "Solo en Sierra Leona existen unos 10.000
niños soldados, en toda África son muchos mas"(11),
por esta razón se está estudiando la ampliación de
este proyecto a otras ciudades de África.

* PROTOCOLO FACULTATIVO A LA CONVENCIÓN SOBRE LOS
DERECHOS DEL NIÑO.

En 1989 se aprobó la Convención sobre los Derechos del
Niño. En su artículo 38 se establecía la edad mínima
de 15 años para el reclutamiento y participación de
niños en conflictos armados, y que "los Estados Partes
adoptarán todas las medidas posibles para asegurar que
las personas que aun no hayan cumplido los quince años
de edad no participen directamente en las
hostilidades" y "se abstendrán de reclutar en las
Fuerzas Armadas a las personas que no hayan cumplido
los 15 años de edad"(12). A pesar de que esta misma
Convención estableció que niño es todo ser humano
menor de 18 años. Tanto las ONG como algunos gobiernos
que participaron de la Convención solicitaron que la
edad mínima fuese de 18 años.

En 1992 se creó un Comité de los Derechos del Niño,
destinado a hacer cumplir las disposiciones de la
Convención. En las reuniones de este Comité se propuso
la creación de un Protocolo Facultativo, que tuviese
como principal objetivo elevar la edad mínima a los 18
años, tanto para el reclutamiento como para la
participación, apelando al "principio del interés
superior del niño". Para la redacción del Protocolo,
se formó, en 1994, un Grupo de Trabajo, contando con
la presencia de numerosas agencias internacionales
como Unicef y Acnur, la OIT, la Cruz Roja, y también
importantes ONG: Amnistía Internacional, Save the
Children, Human Rigths Watch, entre otras.

La Asamblea General de Naciones Unidas aprobó el
Protocolo mediante la resolución 54/263 del 25 de Mayo
de 2000 y según su artículo 9.2 "está sujeto a la
ratificación y abierto a la adhesión de todos los
Estados". El consenso entre los participantes ha sido
un punto de discrepancias en el marco de las reuniones
del Grupo de Trabajo, porque muchos países se
opusieron a elevar la edad mínima a 18 años. Entre
éstos se cuentan: Gran Bretaña, Pakistán, Israel,
Corea del Sur, Kuwait y Estados Unidos. De acuerdo a
la opinión de Gómez Isa, esta oposición esta basada
fundamentalmente en intereses militares y particulares
de cada uno de los países. Las delegaciones
representantes se mostraron inclinadas a la
participación indirecta de los menores de 18 años en
los conflictos (tareas de cocina, apoyo logístico,
informantes, etc.). Pero también hay que destacar la
postura de Suiza, Bélgica, Uruguay, Portugal, Suecia,
Guatemala, Rep. Checa y Etiopía que se oponen
rotundamente a cualquier tipo de participación.

El Protocolo dispone la edad mínima de 18 años para la
participación directa en los conflictos; conmina a los
Gobiernos la tarea de elevar la edad mínima respecto
al reclutamiento voluntario; a asegurar la prohibición
de la utilización de niños por parte de grupos
rebeldes o no gubernamentales; y a tomar las medidas
necesarias para la desmovilización y la
rehabilitación de los niños ex combatientes.(13) En el
artículo ya citado de Felipe Gómez Isa se encuentra un
detalle interesante en este aspecto, de acuerdo a su
interpretación del artículo 1 del Protocolo que es el
que establece que "los Estados Parte adoptarán todas
las medidas posibles para que ningún miembro de sus
Fuerzas Armadas menor de 18 años participe
directamente en hostilidades". Se puede ver que no es
una real obligación hacia los Estados, sino mas bien
una invitación a "tomar todas las medidas posibles".
No sólo es "criticable" este aspecto, sino también el
hecho de que no hay en el Protocolo una prohibición
absoluta a las participaciones indirectas.

Durante el periodo de sesiones del Grupo, también se
trató el tema del alistamiento voluntario en las
Fuerzas Armadas antes de los 18 años. Sobre todo en
países quebrados económicamente, en donde la carrera
militar supone un "futuro profesional" y ofrece una
salida a la alta tasa de desocupación. En este
contexto, es oportuno abrir el debate y la reflexión
acerca de hasta qué punto un niño tiene la oportunidad
de elegir, en circunstancias como las que viven las
sociedades africanas hoy, y hasta dónde llegan las
reales posibilidades de ascenso social y económico
enrolándose en el ejército. A continuación, un
fragmento del testimonio de un recluta voluntario
africano, O. Rabwoni, quien se encuentra hoy exiliado
en Londres, fue miembro del parlamento de Uganda y
colaborador del presidente de Ruanda Paul Kagame:
"Siendo un niño, cuando uno se une al Ejército, uno
piensa que va a ver la guerra como en las películas.
No es así. En mi primer combate pensé que iba a morir,
que nunca volvería a ver a mi madre. Fue a mitad de la
década de los 80’, cuando atacamos una guarnición
fortificada en Uganda occidental. Yo tenia 15 años y
era parte de un movimiento dirigido a liberar a mi
país del corrupto régimen de Milton Obote,... soy
consciente de cómo los partidarios de los derechos
humanos deploran el alistamiento de los jóvenes en las
guerras de África, donde las vidas de muchos niños son
arruinadas. La injusticia provoca que los niños tomen
las armas. También lo hace la pobreza. En algunas
partes de África la pobreza significa que los jóvenes
tomen las armas como un medio para ganarse la vida. No
teniendo un poder político ni económico, algunos niños
sienten que sólo pueden superarse uniéndose al
Ejército. En Uganda, y en casi todos los países
subsaharianos, más del 40 % de la población tiene
menos de 15 años. Todos los países se quejan ante la
carga de educar, emplear y absorber a tantos jóvenes.
Claro, ningún niño debería ir a la guerra, pero
condenar a los niños soldados no hará que
desaparezcan. Solo la educación puede lograr eso. La
juventud africana debe ser introducida en la
democracia y en el pacifismo en el salón de las
clases,...la experiencia que yo he tenido es que los
jóvenes africanos son siempre ignorados, excepto
cuando los políticos los necesitan para la guerra.
...tomé un arma con la esperanza de cambiar el mundo.
Sobreviví y aprendí. Aprendí los límites de las armas.
A muchos de mis camaradas les robaron esa oportunidad,
pues pocos siguen con vida. De los que siguen con
vida, la mayoría tiene puestos importantes en el
ejército de Uganda; algunos pocos están en la
política. Pero la mayoría murieron en combate o de
sida." (14)

Todos los organismos involucrados en la lucha contra
la utilización de los niños en la guerra coinciden en
la necesidad de incrementar los esfuerzos para poner
fin a este abuso mayúsculo a la infancia y a los
derechos humanos, y aumentar la presión hacia los
Gobiernos para que adopten y ratifiquen el Protocolo.
En los últimos años se elevó el número de niños
participando directa e indirectamente en conflictos de
carácter bélico. Como sostiene F. Gómez Isa, la nueva
modalidad de las guerras no mantiene la vieja
distinción entre población civil y combatientes, cada
vez son más las comunidades enteras desplazadas de sus
territorios a consecuencia de los conflictos,
indicando esto un mayor número de refugiados.

Por su parte, A. Sobrino López atribuye la
proliferación de los conflictos armados a los países
desarrollados, quienes son los fabricantes de
armamento barato y cada vez más ligero, lo que hace
fácil su obtención y manejo. Esto, a su vez, permite
el reclutamiento de menores. En su opinión, no podemos
atribuir toda la responsabilidad a los Gobiernos o a
las luchas interétnicas o de carácter religioso: El
"empobrecimiento progresivo" de los países del sur,
viene dado a raíz de la explotación de sus recursos
naturales por parte de los países desarrollados del
norte. (15)

Adhiero a la postura de la autora, que cuestiona el
rol de los medios de comunicación en este tema. Muy
poco se sabe acerca de este terrible abuso a los
derechos humanos de los niños de África. Al parecer
las normas legales no bastan para frenar estas
prácticas, es necesario darlas a conocer públicamente
y es necesario producir también un cambio en las
actitudes políticas a nivel internacional, para
desmantelar el entramado de intereses políticos y
económicos que subyacen al problema. Todos los Estados
deben comprometerse con las disposiciones establecidas
en el Protocolo, y ofrecer los mecanismos y recursos
necesarios en favor de la desmovilización y
rehabilitación de los niños, así como las garantías
para su reinserción social. Los esfuerzos deben ser
conjuntos, para hallar la solución más viable y menos
violenta, que tenga por propósito el bienestar de la
infancia y un mejor futuro.

NOTAS:

(1) Sobrino López, Ángela: "Niños soldados: fuera de
tiempo, fuera de lugar", Papeles de Cuestiones
internacionales, Nº70, CIP, Fundación Hogar del
Empleado. Madrid, primavera de 2000, p.120.

(2) ibidem,

(3) Fuente: www.amnesty.org, 21/08/04.

(4) ibidem,

(5) Fuente: www.lainsignia.org, 19/08/04.

(6) Fuente: www.afrol.com, 19/08/2004.

(7) Íbidem,

(8) Sobrino López Ángela, op. cit, p.121.

(9) ibidem,

(10)"Los niños malditos de Sierra Leona", El País,
domingo 4 de junio de 2000, p. 9

(11) ibidem,

(12) En Gómez Isa, Felipe, "Los niños en los
conflictos armados", Papeles de Cuestiones
Internacionales, nº69, CIP, Fundación Hogar del
Empleado, Madrid, 2001, p.79.

(13) Sobrino López Ángela, op, cit, p.125.

(14) Fuente: www.ai-cat.org, 26/07/2002.

15 Sobrino López, Ángela, op.cit, pp.125, 126.

  • El problema de los niños-soldados en África

    27 de diciembre de 2009 05:01, por Wily

    Que lamentable situación, es impresionante que en estos tiempos donde se muestran tantos avances comunicacionales,y estos problemas no sean algo principal, yo como ciudadano común y corriente jamas había escuchado de este problema, la divulgación de estos abusos es urgente, ya que, lo que para algunas personas es algo muy conocido, para otras personas este problema en África es totalmente desconocido, ojala existiera alguna forma de ayudar...en la televisión solo se encargan de mostrar las bellezas naturales de estas tierras, el mundo mira a África como el basurero del mundo, espero que no se olviden que son personas, que también sueñan con ser felices, que hay niños que darían cualquier cosa por vivir un día en el lugar de un niño de santiago, parís Madrid, valparaiso,etc. espero dios de conciencia y un corazón sensible...para los gobiernos poderosos de este planeta...