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El insulto redondo: "La puta que te parió"

Sábado.10 de junio de 2017 3182 visitas - 1 comentario(s)
Pedro García Olivo. #TITRE

Una frase que junta, para denigrarlas al mismo tiempo, dos circunstancias de mujer: un modo de obtener recursos y la maternidad.

Me dirán que esa frase, que tanto escucho en Argentina, tiene ya hoy otro sentido, que significa otra cosa, que se re-semantizó. Que, como está en la boca de todos, incluso en la de los niños, hasta en sectores contestatarios, alguna vez entre el profesorado, debemos perdonarla, cuando no suscribirla.

Pero yo no veo así las cosas: "Somos hablados por el Lenguaje". El Lenguaje nos hace, nos constituye. "Me temo que nunca nos desembarazaremos de Dios, pues todavía creemos en la Gramática", escribió Nietzsche.

No conviene olvidar la infamia de los orígenes, sobre todo si metemos esa infamia en nuestra boca:

"Me suda un huevo" (metáfora machista).

"Me rompe las pelotas" (metáfora machista)

"Rascarse las bolas" (metáfora machista)

"Pelotudo" (expresión machista)

"Boludo" (expresión machista)

"La concha de tu madre" (expresión sexista)

"Te rompo el orto" (metáfora machista, con sugerencias de violación).

Etcétera, etcétera, etcétera,...

Si se logra que un pueblo tenga todo el día los genitales en su boca, en su lengua, y hable machismo, sexismo y violacionismo sin parar, el Sistema puede estar tranquilo: Patriarcado y Capitalismo hecho Verbo. Todo en orden y bien ordenados los cadáveres de las mujeres violadas y asesinadas.

No basta con poner una "x" para esquivar el género, lo que me parece plausible. Creo que tampoco está mal sacar los genitales del habla. Porque no son genitales neutros: son genitales vistos y nombrados por el macho. Y de decirlo a hacerlo hay un paso: "Te rompo el orto".

La legua que hablamos, la lengua que nos habla, también tiene mucho que ver con el sostenimiento de la tasa de femicidios. Y, aunque esto de ningún modo exculpa al acosador y al homicida, sí señala que el problema tiene una dimensión socio-cultural obvia; y que se debería dar también un combate contra la lengua y las hablas sistematizadas y patriarcalizadas.

Alguien dirá: "Me suda un huevo lo que digan esas feminazis y los maricones que les siguen la corriente".

De mí, me gustaría poder decir algún día que no soy un hombre. Mientras tanto, digo simplemente que mi porfía nunca fue, no es y no será contra las prostitutas, sí contra sus clientes y explotadores, y que las madres son hermosas.

Pedro García Olivo
www.pedrogarciaolivo.wordpress.com
Buenos Aires, 10 de mayo de 2017